El Dr. Luis Alberto Deuteris dialogó con Semanario “Quinto Poder” y contó su propuesta de cara a las elecciones en el CALM.
El Dr. Deuteris sostuvo que “Quiero sumar a todos los abogados para que pensemos en política colegial y no en política partidaria”.
QP: ¿Cómo ve hoy la situación del Colegio de Abogados?
LD.: “Más allá que yo soy un poco renuente a hablar del pasado, el análisis de la situación actual es importante cuando uno elabora un proyecto y encabeza un grupo de colegas que tiene intenciones de trabajar. Yo creo que el Colegio hoy ha sufrido la licencia que durante mucho tiempo tomó, por razones de salud, el doctor (Alberto) Fornaro y esto a, más allá del esfuerzo del doctorPRIOLI como vicepresidente a cargo de la presidencia, de sostener estas cosas, a quedado con un consenso corto para lo que es el comando de un Colegio. Y esto no lo digo yo, uno lo aprecia de la calle. Yo ejerzo la profesión diariamente y cuando me cruzo con colegas de (La) Matanza, quieren un poco más. Más allá de los esfuerzos, quiere un poco más. Y hoy ese ‘poco más’ no se puede ver, más allá de que como toda época pre eleccionario provoca una desaceleración por un lado de ciertos proyectos y una aceleración de otros. O sea, desacelera el que está preocupado abiertamente por las elecciones y acelera aquel que quiere entregar los proyectos para mostrar que es lo que va a hacer”.
QP: Tenemos uno de los departamentos judiciales más grandes de la Provincia, y me decía fuera de micrófono que tenemos un Colegio chico, ¿cómo se revierte esta situación?
LD.: “Siempre creí en el trabajo de los grupos, nunca creí en los personalismos. La única manera de revertir esto es convocar a todos los colegas, independientemente de su pensamiento político partidario en la medida que haya un consenso político colegial. Y esto se revierte con trabajo, con consenso y con ideas claras sobre qué es lo que queremos. Yo decía ‘Partido grande, Colegio chico’, y esto no quiero que se tome en desmedro de aquellos que pasaron y que lo fundaron. Y que están tratando de hacerlo. Pero en los último años en lo que es crecimiento ha habido una desaceleración y esto, yo creo, lo tenemos que hacer crecer. Tenemos que mejorar. Tomar todas aquellas cosas que se han hecho bien, corregir aquellas que por ahí uno cree que pueden ser susceptibles de ser corregidas y caminar a hacia adelante. Acá tenemos que caminar así adelante. No podemos tener el partido más grande y por ejemplo, no tener un edificio, no tener un campo de deportes, tener dificultades en algunas oficinas que están en la descentralización propia que ha impuesto el Poder Judicial a sus organismos. O sea, tenemos que devolverle al abogado ‘el gusto’ por sentirse perteneciente al Colegio (de Abogados) de La Matanza”.
QP: Hay algunas cuestiones en las incumbencias profesionales que está llevando a los abogados matanceros a litigar en Capital y cada vez se ve más reducido la apertura de trabajo para los nuevos profesionales.
LD.: “Sí. Lo que pasa es que ese es un problema que no sólo debe resolverlo el Colegio de Abogados, es una parte que incumbe al Poder Judicial. Y esto yo lo puedo decir, quizás con un poco más de profundidad, porque trabajé 15 años en el Poder Judicial. Fui empleado y funcionario del Poder Judicial. Y lo que se está viendo ahora es una desaceleración del empuje que tiene que tener y tuvo tradicionalmente el Poder Judicial en la generación del trabajo. Si tengo algún expediente hay trabajo, si usted no mueve expediente no hay trabajo. En lo que a mí concierne, yo hago exclusivamente derecho penal, soy penalista desde que tengo uso de razón. Desde que entre a la Justicia a los 18 años y tengo 58, así que hace 40 años que conozco esto. Y lo que veo hoy es, más allá de las leyes que propugna la intervención de la victima del proceso penal, cierta desatención a la víctima en ‘aras’ de preocuparse por mostrar una estadista de efectividad. Para ser más claro, quiero mostrar que trabajo mucho, entonces si la cuestión me da para archivar el expediente, lo archivo y se olvidan de la víctima, del imputado no detenido. Porque las causas con detenidos se mueven a la luz del control que se ejerce sobre eso pero las causas sin detenidos descansan bastante”.
QP: El tema del edificio propio o uno institucional compartido, ¿cómo lo ve?
LD.: “Primero habría que ver en que estado quedó ese proyecto que parecía auspicioso. La esquina donde estaba es una esquina muy concurrida y la superficie era realmente interesante como para hacer un proyecto que abarcaba tres disciplinas distintas. Hay que ver en qué estado está y pensar que si ese proyecto no es viable vamos a tener que ponernos de pie y empezar gestiones serias para poder obtener un Colegio acorde a la matricula que tenemos y al partido que tenemos. Porque no debemos olvidar que nosotros tenemos la cabecera en San Justo, pero tenemos oficinas descentralizadas en (Gregorio de) Laferrere, en (Isidro) Casanova… Entonces, es grande. Para poder brindarle al afiliado una comodidad en esto tenemos que ser grandes. Tenemos que ver qué pasa con ese proyecto y ver si es viable. Esto hay que reanalizarlo para poder obtener el mayor de los beneficios con el menor costo, en términos de dinero”.
QP: La Justicia en La Matanza está desperdigada. En San Justo, en cada cuadra, hay un tribunal pero el abogado también tiene que trasladarse a Gregorio de Laferrere, Isidro Casanova, González Catán. ¿No se debería armar un frente, entre las autoridades competentes, para que de una vez se termine de construir Ciudad Judicial que tanto necesita al distrito?
LD.: “En eso también le podría hablar de mucha historia. La Matanza está como estaba el Poder Judicial de Morón en la década del ‘70 y ‘80. Así, totalmente atomizada en cuanto a edificios se trata. Y la creación de ese famoso edificio que está en (Almirante) Brown y Colón, en Morón, demandó muchísimo tiempo. Tanto es así que algunos de los impulsores del proyecto en algún momento dudaron de poder llegar a estar con vida al tiempo que se terminara. Pero esto, como usted bien dice, requiere de mucho esfuerzo. Pero también requiere de una voluntad importante del Poder Ejecutivo provincial, como sucedió en Morón. Acá parece ser que hay en el predio de (ex) Pichincha (Monseñor Marcón) y Florencio Varela una intención de englobar todo lo que es la Justicia Penal que está distribuida. Pero la justicia civil adolece del mismo problema. Me parece, como usted bien dice, la solución pasa por movilizar al Ejecutivo pero desde la unión de las distintas instituciones, no hay otra forma. Ahora, también le puedo decir que la descentralización de cierta parte de la justicia penal, a mi modo de ver, no ha sido lo auspiciosa que se pensó. Realmente, yo soy más partidario de crear el Departamento Judicial entero, donde sea necesario, y no tener oficinas aisladas donde el abogado concurre a una fiscalía y le dicen: ‘No, la causa está en el Juzgado de Garantías’. ¿Y dónde está el Juzgado de Garantías? ‘En San Justo’. Y tiene que volver a San Justo. Eso me parece que afecta el normal ejercicio de la actividad profesional”.
QP: Hay una situación anómala en el distrito, están los jueces federales nombrados pero no están trabajando por no hay un lugar asignado. ¿Cómo ven está situación?
LD.: “Esto lleva ya mucho tiempo sin definición, pero tengo entendido que hubo un convenio con la Universidad (Nacional) de La Matanza para la creación de un edificio en un espacio que podría llegar a ceder para el funcionamiento de estos organismos. Pero no se lo podría decir con certeza hoy”.
QP: Es una fuente de trabajo para los abogados y no se puede utilizar.
LD.: “Sí, sí. Totalmente. Eso lo único que le falta es el edifico. El edificio y la designación de los empleados, porque los magistrados están”.
QP: Al Colegio no se lo ve trabajando activamente con la Universidad Nacional de La Matanza, ¿esto debería cambiar?
LD.: “Miré, es algo que yo también dije en algunas de las reuniones en que tuve el gusto de ser escuchado. Nosotros tenemos la Universidad a seis cuadras, no puede ser que no podamos elaborar planes en conjunto. Pero desde el sano intercambio. Me decía hace un tiempo alguien de la Universidad, hablando de las elecciones y de esta situación de falta de una relación un poco más fluida, que en 20 ó 25 años es muy probable que el Consejo Directivo del Colegio este formado por egresados de la Universidad. Y la Universidad ha hecho mucho por la comunidad y nosotros no nos tenemos que olvidar que buena parte de la matrícula puede estar nutrida ahí. El alumno que después egresa, esto yo lo vivo a diario, siente un grado de pertenencia con esa Universidad que es admirable y es hasta resaltable. La única manera de lograr un consenso con la Universidad es realmente abriendo las puertas. Pero no a esta Universidad solamente, abrir esta puerta de la misma manera que se le ha abierto las puertas a la Universidad de Lomas (de Zamora), a la Universidad de Morón. Yo soy egresado de la Universidad de Morón, por ejemplo. Entonces, yo creo que la cercanía que tener una fluidez acorde y poder motivar al egresado a que se matricule en La Matanza. Eso es lo importante. Y poder hacer con (la Universidad Nacional de) La Matanza infinidad de proyectos. Por ejemplo, esto se lo puedo decir desde el cargo de docente que yo tengo en la Universidad, cuando el Código Civil se reformó vinieron los que integraron esta comisión de esta reforma y se dieron cursos a lo largo de casi 8 meses. Eso se podía haber hecho tranquilamente con el Colegio”.
QP: La propuestas de los candidatos en la última elección hoy siguen siendo el mismo problema, la defensa de las incumbencias profesionales, el edificio para el Colegio o el campo de deportes, como señalaba usted, entre otras. En el caso de ganar la elección, ¿qué propone?
LD.: “Lo que yo estoy proponiendo es un gran consenso que nosotros tenemos que tener con el Poder Judicial, indudablemente, con la Universidad y con las fuerzas vivas que integran el partido. El Municipio (de La Matanza), no nos podemos olvidar de eso. Pero estoy hablando de consenso y esto quiere decir un diálogo a nivel de igualdad. ¿Por qué’? Porque sin esos consensos, todo esto que venimos hablando las incumbencias, el ejercicio profesional, no se puede llevar a cabo. Si pensamos que vamos a levantar una lanza nosotros solos y de esa forma vamos a salir al ruedo, fustigando un caballo para qué empuje esa lanza junto con nosotros, vamos mal. Vamos a tener que hacerlo con consenso, pero primero vamos a tener que logar el consenso desde adentro. Eso es lo más importante, las instituciones se hacen fuertes cuando el consenso es interno, cuando se siente la pertenencia. No importa a qué facción de política colegial pertenezca, esto es fundamental. No importa de donde venga, ni que piense, lo importante es que piense bien y piense por y para el abogado”.
QP: ¿Piensa que se puede dar, más allá de quien gane las elecciones?
LD.: “Le pongo un ejemplo y tengo que volver un poquito a lo que hablamos fuera de micrófono, tanto ‘Abogados en acción’ como ‘Corriente Positiva’ tiene dos colegas, como cabeza de las instituciones, de fuerte impronta y sin embargo se sentaron a hablar y están de acuerdo en el proyecto conjunto. Yo tengo fe en que esto se puede lograr. Y aquel que quizás no tenga ganas o por algún proyecto personal válido y lógico quiera competir, después tiene las puertas abiertas. Esto no es competentica igual alejamiento del Colegio. No, no. Para nada. Yo tengo la firme convicción de que juntos podemos cambiar un estilo. No sé si bueno o malo, pero podemos cambiar un estilo. ‘A ver, vamos a probar otra cosa’. ‘Vamos a probar esto: Vamos a llamar a todos’. No importa los nombres que tenga ni el pasado. Yo le decía también fuera del micrófono: ‘Dejemos el pasado’. Miremos de acá para adelante y veamos si se puede. Yo no estoy firmando un compromiso de que se va a poder, estoy firmando un compromiso de que se va a intentar”.
QP: Una pregunta incómoda: En todas las elecciones que tuvo el Colegio, siempre participó Alberto Rivas. Si no era candidato en el Colegio lo era en la Caja, pero siempre era candidato. ¿Qué opinión le merece?
LD.: “Yo no quiero darle una respuesta de compromiso, lo que le estoy diciendo es realmente cierto. El doctor Rivas, o ‘Pampi’ como lo conocemos todos, es un hombre que fundó el Centro de Abogados de La Matanza antes que este Colegio viviera. Fue su primer presidente y la verdad, legítimamente, yo pudo entender que él se sienta un poco el padre de esta historia. Yo si hubiera hecho su historia también lo sentiría. Y a veces cuando uno tiene toda esta trayectoria es muy difícil, futbolísticamente hablando, ‘colgar los botines’. Esa pasión se la traslado a la pasión que tienen aquellos que juegan futbol. Yo todavía lo juego y cuando me preguntan cuándo me voy a retirar: ‘Y… no sé. Hasta que dé el último aliento o hasta que me de cuenta que no pueda caminar más’. Entonces yo pienso que trasladando esto a su ambición, ‘Pampi’ Rivas ha sido un hombre también muy vinculado a la política, es muy difícil dejar esas pasiones rápidamente. O después de un tiempo uno se cree que puede hacer las cosas eternamente y es válido que así sea. Y si quiere competir, que compita. Es válido y es legítimo, de última nos enriquece. Insisto, no quiere decir que si uno lo vence en la elección entonces le marca el camino del retiro. No, si puede aportar ideas muy importantes. Ha sido un hombre que ha vivido por y para el colegio”.
QP: ¿Desea agregar algo más?
LD.: “La única motivación que me trajo a esto fue, ya casi… no le diría en el final de la carrera porque no pienso retirarme tan rápidamente pero casi en la madurez de mi ejercicio profesional, movido por algunos cuantos colegas que me lo han planteado y por la elección que el grupo al que pertenezco me ha honrado, que decidí tomar esta posta. Esta posta lo que pretende es marcar un nuevo estilo, que es el estilo de la convergencia y del progreso más rápido de lo que ha estado hasta ahora. ¿Qué quiero? Sumar a todos los abogados para que pensemos en política colegial y no en política partidaria. La política partidaria la tiene cada uno y la ejerce como quiere, pero dentro del Colegio tenemos que bregar por esta política colegial con el fin de que eso logros que usted hacía mención, que todos los candidatos hacen en todas las elecciones, como el edificio, el campo de deportes, el mejoramiento de la relación con el Poder Judicial y las fuerzas vivas sea una realidad. Yo me voy a ir conforme, si es que gano, si después de cuatro años este estilo, que no confronta sino que congrega, sigue vigente”.