Por Prof. Joaquín G. Puebla
Hace rato que no hablábamos de este siniestro personaje, no por falta de novedades sino más bien por cansancio moral dado que innumerable veces denunciados sus diversas e ilegales acciones (https://semanarioquintopoder.com/?p=2605, https://semanarioquintopoder.com/?p=2338, https://semanarioquintopoder.com/?p=2248, https://semanarioquintopoder.com/?p=3331, https://semanarioquintopoder.com/?p=2838, etc.) pero no encontramos eco ni en el municipio y, aún menos, en la justicia. No es que tiene cobertura legal ni política sino que es un personaje “muy dado a realizar favores a los poderosos de siempre”. “En realidad es útil, porque esta tan flojo de papeles que siempre se le puede sacar algo”.
Volvió a ponerse de nuevo a tiro del ridículo pero eso a él lo tiene sin cuidado porque el único bolsillo que le importa es el suyo y de sus acólitos.
Subió el pan, alimento básico de miles de familias matanceros y argentinas, a la friolera suma de $40, amparándose en el tarifazo de los servicios, pero no cuenta que sus márgenes de ganancias superan el 300%, dado que sus panaderías pagan muy pocos impuestos, tiene personal en negro y la cuadra de elaboración es un desastre en cuanto a higiene y seguridad.
Pero una cosa es la venta en el mostrador, donde el estado tendría alguna oportunidad de auditar sus ganancias y, otra muy diferentes, es el reparto a despachos de pan y supermercados chinos, donde todo ese volumen de venta es total y absolutamente en “negro”, sin boletas y, obviamente, no declarando a la AFIP todo el volumen de su venta y ganancia.
Emilio Majori impulsa un pan muy caro en el mostrador para, de alguna manera, justificar sus altos ingresos y acuerda con el gobierno de turno “un pan social” a $28. Dicho pan es virtual porque si uno va a comprar antes de las 10 de la mañana se vendió todo y si va después de la 10 de la mañana, también se vendió todo. No existe el pan a $28.
Esta práctica la viene repitiendo desde hace muchos años pero la maniobra apunta hacia otro lado: de cara a la gente muestra sensibilidad social (que no la tiene) y también le apunta al negocio panadero más rentable que es el reparto entre otros despachos de pan y los supermercados chinos.
Un panadero con muchos años en el oficio, nos comentó que “Él quiere el pan a $40 y en 20 días a $50. Los miembros de la Comisión Directiva del CIP están entregando pan (en el reparto) a $13 y $15 y, como caro, a $16. Sube el precio a $40 para sacarnos clientes vendiendo a $20 (en el reparto)”.
Me pregunto, si a granel puede sostener un precio entre 13 y 16 mangos ,¿por qué en el mostrador lo vende a $40?. Simple, en el mostrador que evidencia del volumen de la venta diaria y paga impuestos, cuando menos venta menos impuestos; pero en el reparto, que es todo en negro, todo es ganancia.
Emilio Majori no es cualquier panadero, es el presidente del CIP (Centro de Industriales Panaderos de La Matanza) y también de F.I.P.P.B.A, la federación provincial. Majori, en nombre de los panaderos, negocia salarios con los gremios y pone el precio del pan.
PANADEROS EN ESTADO DE ALERTA – PREOCUPACIÓN – BRONCA
Un comunicado de José R. Hernández (Presidente CIPU Matanza Sur), sostiene que “La situación de los panaderos de La Matanza es muy complicada, como si la merma en las ventas, el incremento de sueldos y cargas patronales, el aumento en la luz y el gas no fueran poco motivo para preocuparse, seguimos con los problemas de siempre: LA COMPETENCIA DESLEAL y el PAN BARATO. En recorrida por distintas panaderías del partido, mis colegas me manifiestan su preocupación y disconformidad sobre todo por los precios de reparto. En el Mercado Central venden pan muy barato y, en los barrios, es común escuchar que hay pan en la calle entre los $8 y los $12. Mientras el presidente de la provincia, que también nos dirige en Matanza, hace un llamamiento para que vendamos el pan a $35 o $40, vemos y tenemos comprobado que miembros de su comisión directiva venden el pan en la calle entre $10 y $15 provocando que la venta en mostrador disminuya hasta casi desaparecer. Escriben con la mano lo que borran con el codo.
Como muestra de lo que manifiesto sabemos que una conocida panadería en la zona de I. Casanova (que es de un miembro de la comisión de San Justo) y otra de R. Castillo (propiedad de un miembro de la F.I.P.P.B.A. y de San Justo) venden pan a diferentes supermercados chinos a $12, hay otro miembro de San Justo que vende pan en Ciudad Evita a $10. Estos malos dirigentes sistemáticamente “roban clientes” y perjudican a sus colegas. Esta realidad, lamentablemente para los panaderos de La Matanza, no se puede o no se sabe solucionar. Nos dicen que cerremos los días lunes pero algunos de ellos no lo hacen, muchos de mis colegas están hartos de la mala conducción de quienes dicen representarnos pero, como están “flojos de papeles”, no se animan a hacerlo público por miedo a represalias. A todos ellos los invitamos a nuestras reuniones de los viernes al medio día en el CIPU Matanza Sur para que se explayen al respecto y veamos la mejor forma de ayudarlos. El estado de ALERTA, PREOCUPACIÓN y BRONCA es por el panorama sombrío que tenemos. A la grave situación económica del país tenemos que sumarle un grupo de “malos” pseudo-dirigentes que se dedican metódicamente a perjudicarnos. Un buen dirigente acompaña, estimula y favorece el crecimiento de sus dirigidos, orienta y apoya. En Matanza no encontramos ninguno”.
UNA MANCHA MÁS DE MAJORI
Ahora una nueva truchada lo vuelva a poner en carrera y lo convierte en noticia, para algunos será una pavada pero para aquel que lo multaron pintar el frente de su casa o que cayó en manos de la banda de “Joselino” (https://semanarioquintopoder.com/?p=11986,
https://semanarioquintopoder.com/?p=11521 y varias notas más), se indignaran bastante con la novedad.
El CIP matancero, con sede Jujuy y Mendoza, desde hace un tiempo a esta parte, está realizando mejoras al edificio. Es una buena noticia para los panaderos pero no para la comunidad porque dicha obra no tiene el llamado “Cartel de Obra” que tiene como objetivo que los vecinos sepan qué van a construir, cómo lo van a construir y quiénes son los responsables de la construcción; porque si en dicha obra hay algún accidente, alguien debe hacerse responsable y al no haber “Cartel de Obra”, nadie es responsable de nada.
No solo la obra no está autorizada ni paga el canon correspondiente, sino que el mismísimo salón del CIP no está habilitado, nunca estuvo habilitado y, en dicho salón, se realizaron innumerables reuniones políticas (actos donde estuvieron presentes importantes autoridades municipales, nacionales y provinciales, hasta un Juez de la Corte Suprema de Justicia anduvo por ahí). Al no estar habilitado no se sabe si cuenta con las mínimas cuestiones en materia de seguridad edilicia y siniestral.
Esta situación viene desde hace mucho tiempo y Majori hace lo que se le da la gana sin miedo a multas o acciones del estado porque le hace tantos favores al estado (tanto públicos, como prestando el salón para actos, como no tan públicos, cubriendo gastos de campañas y demás yerbas).
Es uno de los dueños de la corrupción, es un “Corruptus Activus”, es decir, es el que paga siempre, siempre “arregla todo” con unos pesos.