El Concejal (m/c) y empresario, Ricardo Maidana dialogó con Semanario “Quinto Poder” sobre su paso por el HCD del distrito y nos brindó una clara muestra de su forma de ver las cosas, tanto del lado empresarial como desde lo político.
Q P: Ya hace un tiempo que usted dejó la Concejalía y supongo que eso le ha permitido tomar otro pulso de la comunidad del Distrito. En este tiempo que lleva un poco alejado de la política ¿cómo ve el distrito?
RM.: “Haberme acercado a la política, haber transcurrido cuatro años como Concejal te obliga a estar más cerca de la gente y deja una rica experiencia. Hoy quizás la mirada o la opinión esté enriquecida de esas circunstancias. Creo que es un momento para la reflexión, para no volver a cometer los mismos errores, para aprender de los desaciertos y de los excesos, y de una vez por todas tomar un rumbo que nos permita una vida más digna, más normal a todos los habitantes del país; y que no siga siendo una cuestión de privilegios, de amigos, de circunstancias sino que empiece a ser el derecho que nos asiste a todos: a vivir en libertad, a vivir con proyectos, a preservar la familia y a tener un futuro.”
Q P: En estos últimos años tenemos un distrito cada vez más complejo en cuanto a las situaciones que estamos encarando. La Matanza ha crecido mucho y la acción del Estado no ha sido acorde a la demanda de la gente. ¿Hoy cómo ve la gestión municipal?
RM.: “Las gestiones son deficientes, no es con el ánimo de crítica sino con la visión de los resultados. Si recorremos cualquier distrito del conurbano nos encontramos casi con una similitud de falencias que hacen a las cuestiones que se demandan diariamente: la inseguridad que es un tema gravísimo que nos quita toda posibilidad de libertad, la pobreza, la salud y la educación. Todo esto hace que la vida en el conurbano uno la vea muy mal, mal organizada y con muchos riesgos. Evidentemente en La Matanza pasa lo mismo pero más agravado porque tenemos una densidad poblacional mucho mayor. Esto, sin dudas; hace que haya más jóvenes en la calle, más necesidades, más marginalidad y más pobreza, que es la asignatura pendiente de este tiempo de democracia que no supo darle a la gente lo que la gente votó. La gente votó por un país mejor; y siempre estamos empezando de nuevo, poniendo el hombro y tratando de acompañar a una nueva gestión para ver si llega ese momento en que las cosas estén en su debido lugar. Veo que no hemos avanzado sino que se ha agravado la situación porque a mayor crecimiento de la población los problemas son mayores.”
Q P: Siempre se habla de la posibilidad de que Maidana sea candidato a Intendente con sería posibilidades de que dicha candidatura sea respaldada por un espacio político que le un piso competitivo, cosa que le falto anteriormente. ¿Existe realmente esa posibilidad?
RM.: “Maidana fue candidato a Intendente en el año 2007, con una enorme voluntad de colaborar, de participar y de sumar. Después fue candidato a Concejal con la misma vocación, con el mismo entusiasmo, la misma pertenencia al lugar. Creo que no pasa por un hombre sino por un proyecto, por un equipo. Nada se podía cambiar en una situación que a uno lo angustia desde el voluntarismo. Creo que la vida me puso en un lugar, que es el lugar de empresario donde también desde el empresario uno tiene que ser cada día mejor, tiene que tener responsabilidad social, tiene que tener ética y tiene que tratar de construir desde ese ámbito posibilidades a que se vaya mejorando una situación general ya sea por inversión, por mayor fuente de trabajo, por mejor calidad de productos y de empleos. Me gustaría ser candidato a ser cada día un mejor empresario que sea capaz de innovar y de dar mejores cosas a la gente, y tratar de dejar un país mejor para los hijos y las futuras generaciones. Nunca me deslumbró el tema del cargo político. Si el cargo político fuera necesario porque no habría más posibilidades por una razón x y tuviera que asumir esa responsabilidad es un gran compromiso porque hay que trabajar duro. Y como gran compromiso hay que formar equipos y hay que asimilarlo como una nueva empresa. Yo estoy a disposición para ayudar, colaborar, acompañar, sumar porque al lugar donde uno creció, donde se hizo y ama lo quiere ver bien, mejor y progresar. Entonces uno siempre está para extender esa mano. Por lo tanto; no estoy en ninguna campaña política ni haciendo promoción a ningún cargo, simplemente estoy acompañando a amigos que están en política con el conocimiento de haber estado en el Distrito para colaborar en que no cometan los mismos errores y les sea más fácil llegar a los objetivos.”
Q P: Tenemos un Estado Municipal con mensajes muy contradictorios. Esto tiene que ver con su función de Concejal, que habiendo llegado a algunos acuerdos programáticos con el Intendente de ese momento Fernando Espinoza después no se cumplieron. ¿Toda esta experiencia le dejó un sabor amargo de estos años de Concejal que tuvo? ¿No haber podido concretar lo que charló, lo que propuso, lo que acordaron?
RM.: “Sí, desde ya que deja una sensación enorme de desencanto porque cuando uno se tiene que apartar de la familia, de la empresa, resignar un montón de cosas lo hace con una vocación y esperando ver en ese trabajo el resultado de algo mejor. Yo hice un esfuerzo porque evidentemente tuve que dejar cosas para cumplir con ese mandato. Y me produjo mucha angustia porque estuve en ese período buscando cuál es la forma de resolver los problemas a la gente, cómo llegar a ser útil; y ahí nos chocamos con algunas mezquindades que se notan en la política, que tienen que ver con intereses ajenos a la gente. Cuando en la política se toman las herramientas para cosas distintas los resultados nunca son los esperados. Yo recuerdo muchos proyectos que he elevado y ninguno tuvo resultados porque a veces las razones no tienen que ver con la esencia que inspira el proyecto sino con cuestiones políticas donde según quién lo impulse podrá o no tener el acompañamiento necesario para el éxito. Por ejemplo, cuando elevamos a la Intendencia un proyecto enorme y ambicioso, que incluso se promocionó con una conferencia de prensa. La razón por la que un empresario se va a incorporar a trabajar con un Intendente teniendo espacios políticos distintos es que se incorpora a un lugar común. Nosotros íbamos a tratar de igualar La Matanza, que Ramos Mejía sea lo mismo que Virrey del Pino y Virrey del Pino que Ramos Mejía: que en el distrito se elimine la pobreza, que haya igualdad de oportunidades, que la gente tenga sus industrias en el distrito y no tenga que viajar, que pueda estudiar, que cuente con Universidades y Centros Deportivos, Hotelería, Turismo. En ese momento que se promocionó se trabajó bastante, incluso con algunas bromas que decían que era imposible. Entonces nosotros hablamos de París, cuando alguien soñó con el París de hoy en ese momento le decían el impenetrable y después pasó a ser una de las ciudades turísticas de más concentración económica y de desarrollo del mundo en ese aspecto. Con esto queríamos significar que todo es posible si existe voluntad política, si existe decisión. Por lo tanto, el desencanto de estar cerca de esa herramienta y no poder ejecutarla tuvo un impacto fuerte en mí como resultado.”
Q P: Usted trató a Verónica Magario siendo Presidenta del Concejo Deliberante y usted Concejal. ¿Hoy cómo la ve como Intendenta?
RM.: “Está dando los primeros pasos. Esto es como calificar los primeros pasos de Presidencia de la Nación o la Gobernación.”
Q P: Ya estamos en el segundo semestre.
RM.: “Cuando me dicen mire en seis meses cómo estamos como país yo respondo que del país tenemos que hablar de doce años y seis meses. Entonces en ese contexto van las responsabilidades y los resultados. Yo diría que en este caso estamos en una situación parecida. Es una Intendenta que arranca, y creo que para juzgar la gestión tendremos que esperar un tiempo o el fin de su mandato y entonces podremos llegarla a calificar.”
Q P: Es decir, que política por lo pronto nada sólo la actividad empresarial
RM.: “Uno nunca deja de hacer política máxime cuando ya estuvo en la política; pero no con cargos o con la aspiración a un cargo determinado. Si tuviera cargo tendría que ser uno donde yo pudiera tomar decisiones porque tener cargo y no poder tomar decisiones es ser rehén de un sistema donde sólo funcionan las decisiones de los demás, y uno tiene la opción de acompañar o de callarse. Uno nunca deja de hacer política, estoy comprometido con mis ideas, con mi vocación. Trataré de acompañar a todo aquel que piense parecido a lo que yo pienso o que quiera algo parecido a lo que yo quiero como Nación. En ese aspecto estaré siempre apoyando, acompañando, colaborando desde donde pueda o sea necesario a cualquier proyecto político. Pero un proyecto político sano, que no tenga que ver con personas que vengan a enriquecerse (la riqueza está en la actividad) sino con personas que piensen que cualquier acción política solamente tienen que estar dirigida a resolver los problemas de la gente. Cuando uno piensa en enriquecerse no tiene que pensar en la política, tiene que pensar en poner un negocio, en producir. Son cosas distintas, la política se hizo para una cosa y los negocios se hicieron para otra. Como está aquella confusión naturalizada en el tiempo de que la política es un refugio de intereses donde comúnmente vamos a ver cómo nos salvamos o cómo acomodamos lo nuestro el desafío futuro sería cambiar esto. Yo quiero acompañar a los que realmente por un lado tienen sus empresas, sus negocios, sus trabajos; y además quieren hacer política porque quieren aprovechar esa herramienta para cambiar las situaciones sociales y mejorar la calidad de vida de la gente. Entonces sí van a encontrar en Ricardo Maidana la persona que los va a acompañar siempre, sin que sea una condición de cargo. El cargo si hay que asumirlo habrá que ponerse el traje o el overol pero no es condición para tener un protagonismo social o tener una responsabilidad de actuar en una sociedad que realmente demanda la participación de todos.”
Q P: ¿Desea agregar algo más?
RM.: “Deseo que tomen en cuenta mis opiniones, y ojalá Argentina empiece a transitar por un rumbo un poquito más normal. Para ello nos falta mucho sentido de pertenencia, mucho compromiso social, ser más solidarios, reconocernos en el otro, trabajar mucho, amar al país, amar al prójimo. Y creo que en esa conjunción de cosas tenemos que pensar mucho en la familia, en salvar la familia, en trabajar con los jóvenes, en que la droga y el alcohol han hecho estragos en la sociedad como también ha hecho estragos en la sociedad la falta de futuro (los jóvenes empiezan a creer que no hay mucho que pensar del futuro porque está todo perdido con los modelos que se ven), y en llenar de esperanza a los jóvenes siendo ejemplos. A partir de nuestro ejemplo individual el país va a cambiar. No siempre hay que estar reclamando en el otro la acción; la acción debe partir de cada uno de nosotros, todos y cada uno de los días, en cada acto. Tenemos que olvidarnos de las picardías, las transgresiones y todo eso que forma parte de una cultura que nos llevó a la difícil situación que hoy atravesamos porque el hombre quiere vivir una vida normal y quiere ser feliz. Hoy la gran demanda pasa por los valores y las cuestiones de índole moral. Si logramos recuperar eso habremos recuperado el rumbo.”