Por Prof. Joaquín G. Puebla
En lo que fuera el matadero municipal, en Ignacio Arieta y Asamblea, ya hace muchos años fuera de uso, hay varias dependencias municipales como Bromatología (que se ingresa por Sarandí) y varias oficinas más que depende de esa área. También hay varias cooperativas del Plan Argentina Trabaja.
Hace un par de años, pero principalmente, desde mediados del 2015 el municipio comenzó diversas obras y reformas. Por tal motivo se desmontaron los corrales y tuberías que estaban relacionados con el quehacer del matadero municipal.
Mucha chatarra vieja y oxidada que estuvo mucho tiempo arrinconada en un sector del predio y no se daba disposición final de la misma porque había un vacío legal, no estaban inventariadas en el patrimonio municipal.
Con el tiempo se fue juntando un par de toneladas largas de chatarra pero las autoridades municipales no tomaban una decisión de qué hacer con eso, pero como el predio en cuestión es bastante grande, no molestaban a nadie.
El Secretario de Insalubridad matancera, Dr. Alejandro Collia ha realizado un par de movidas que han dejado perplejos a los principales funcionarios del área como por ejemplo, “la toma por asalto de la Dirección de Bromatología del distrito” donde ubicó al frente de la intervención a su esposa, Mónica López, quien intentó borrar de un plumazo a todos los trabajadores municipales del área.
Más allá de estás decisiones (que comentamos oportunamente), el Dr. Collia, que es un profesional ejecutivo si los hay y, aún más, si hay unos mangos de por medio, visitó el predio donde funcionara el matadero municipal y al recorrerlo se topó con una montaña de chatarra. Inmediatamente consultó y averiguó si la misma estaba inventariada en el patrimonio municipal, al no haber una respuesta positiva decidió llamar a un chatarrero amigo para que “se lleve toda esa chatarra que molestaba y era un posible foco de enfermedades para los trabajadores municipales”.
Vinieron varios camiones de la empresa de “su amigo” y personal de las cooperativas cargaron la chatarra en los mismo, resolviendo un grave problema que la Municipalidad de La Matanza no había podido hacerlo en muchos años.
El Secretario de Insalubridad matancera, Dr. Alejandro Collia demostró sagacidad, iniciativa, creatividad y eficiencia al encarar un problema y resolverlo sin dilación.
Pero, siempre existe un pero, los muchachos que cargaron las varias toneladas de chatarra en los camiones del amigo del funcionario pensaron que recibirían, aunque más no sea, una mísera propina por la changuita pero se fueron con las manos vacías.
Un municipal vio la situación y se puso a realizar averiguaciones, porque la ejecutividad del Dr. Collia le llamó poderosamente la situación. Realizó una amplia búsqueda por internet y consultó telefónicamente a varias empresas dedicadas al rubro de la chatarra y llegó a la conclusión de que, presumiblemente, el Secretario de Insalubridad matancera, Dr. Alejandro Collia o había sido muy generoso con los bienes del municipio o había hecho un “pingüe negocio” con la chatarra, dado que ese cargamento por calidad y cantidad estaba cotizado en el mercado entre 350 mil y 500 mil pesos.
Si pensamos bien, el Secretario de Insalubridad matancera, Dr. Alejandro Collia regaló a su amigo casi medio millón de pesos del patrimonio municipal de todos los matanceros o realizó una honrada venta de chatarra municipal que, a su debido tiempo, será ingresada a las arcas municipales como corresponde, de no ser así, me temó que alguien metió la mano en la lata y frente a todos y sin ruborizarse, se quedó con unos cuantos mangos que, supongo, le vendrán muy bien para su fondo de campaña de cara a las elecciones de 2019 donde piensa competir por la Intendencia del Municipio de Tres de Febrero.
Dr. Collia, a ver si entiende, es funcionario del municipio más importante del país y también, uno de los más viejos, no quiera vendernos gato por liebre porque acá, en La Matanza, tenemos verdaderos profesionales de fuste en ese metier.