Por Prof. Joaquín G. Puebla
Hay que reconocer que Claudia Alicia Bernazza tiene una impresionante preparación académica (Ingeniera Agrónoma – UNLP-, Maestra Normal Superior – DGCyE -, Magister en Ciencias Sociales con orientación en Educación – FLACSO-, Doctora en Ciencias Sociales – FLACSO, ARGENTINA-) y una muy interesante actividad docente (Docente de grado en la Universidad Nacional de Lanús y la Universidad Nacional Arturo Jauretche, y en carreras de posgrado – maestría y doctorado – de la Universidad de Buenos Aires , Universidad Nacional de La Matanza y Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales , entre otros centros de estudios) y, a pesar de haber sido funcionaria a nivel nacional e internacional, de haber ocupado una banca en el Congreso Nacional como Diputada y de haber estado al frente de equipos de trabajo su cintura política es muy endeble y se ve apabullada ante el primer inconveniente.
Muchos me dijeron que es “Una gran compañera, muy preparada y una militante, de primer nivel, de la causa nacional y popular”, pero su derrotero como Secretaria de Desarrollo Social de la municipalidad matancera está generando mucha controversia.
Bernazza no ha sabido o, no ha podido, formar un eficiente equipo de trabajo con la Subsecretaria de Desarrollo Social, la Concejal (m/c y en uso de licencia) María Laura Ramírez, una dirigente que salió de la Agrupación “Ramón Carrillo” (la agrupación oficialista) y del “riñón político” del ex Intendente y actual Jefe de Asesores, Asesor Estrella y, últimamente, telefonista de Verónica Magario, Fernando Espinoza.
Espinoza siempre le ha dispensado a Ramírez una confianza absoluta y, la misma, fue retribuida, por la funcionaria, con una fidelidad a prueba de balas. También siempre cumplió, al pie de la letra, los “mandados” que le encomendará Espinoza, en forma rápida, eficiente y sin contemplaciones; hecho que le provocó muchas enemistades y un sinnúmero de comentarios hirientes y mal intencionados.
María Laura Ramírez nunca se amilanó por eso porque siempre estuvo segura del apoyo de Fernando Espinoza y, esté, de la incondicionalidad de Ramírez.
Ser la Subsecretaria de Bernazza ha sido el desafío más grande que tuvo Ramírez, políticamente hablando, hasta ahora y para Bernazza, trabajar con Ramírez, ha sido una tarea titánica que la ha puesto al borde de un ataque de nervios e histeria.
FUNCIONARIAS PELEADAS, EQUIPOS DIVIDIDOS Y UNA GESTIÓN AL GARETE
El siniestro modo de ejercer el poder que tienen Magario y Espinoza ha impactado negativamente, desde el 2011, en la gestión municipal. El resultado del ordenamiento político del gabinete municipal nos ha dejado una gestión torpe, lenta, ineficiente y muy costosa.
Espinoza y Magario nunca han tenido como objetivo armar un equipo de trabajo que apunte a la eficiencia de la gestión municipal, siempre han intentado que todos los espacios políticos del peronismo matancero estén contenidos dentro del municipio, sacrificando la eficacia de la gestión municipal. Si nombran a un secretario de un sector le ponen un subsecretario de otro sector, generando una disputa interna que, ineludiblemente, posterga el trabajo del área, convirtiendo a la gestión de la misma en un campo de batalla.
Obviamente no lo hacen de inocentes que son, arman estos equipos contranatura con el firme propósito de que estén ocupados peleándose entre ellos y no tengan tiempo de armar una gestión eficiente y, aún más importante, de armar alguna interna que les discuta el poder político.
En el caso de Desarrollo Social parece que se les fue la mano porque las funcionarias mencionadas han entablado una guerra que excede lo político y día a día se torna más personal que nunca.
Parece ser que la más afectada es Claudia Bernazza dado que en los últimos días incurrió en algunas acciones que rompen todos los códigos de la política y generaría una a Verónica Magario una disyuntiva que, en estos momentos, no tiene ni el tiempo, ni las ganas ni la fortaleza de enfrentar.
Según varios políticos, oficialistas y de la oposición, que hablaron con Claudia Bernazza por diferentes motivos se encontraron con una funcionaria “al borde del llanto” o “directamente llorando a moco tendido”, descargando en ellos su frustración por no poder “controlar o manejar a María Laura Ramírez”.
Un edil oficialista habló con Claudia Bernazza por un tema de gestión y, a los minutos de iniciada la charla, se encontró consolando a la funcionaria presa de un repentino y prolongado “ataque de llanto casi histérico”.
“Llamé a Bernazza por una cuestión de la gestión, a los minutos está mujer, a la que no conozco, solamente hemos hablado en forma circunstancial, se desmorona en un inconsolable ataque de llanto, lloraba tanto que me chorreaba el celular” nos cuenta un edil del oficialismo y agrega que “No está bien esta mujer, si no puede controlar su temperamento no debería estar en la función pública. A los dos minutos de hablar estaba tratando de contenerla y fue tan brusco su histérico ataque de llanto que me hizo sentir incomodo, porque no tenemos una relación ni personal ni política que nos de la confianza necesaria como abordar esta situación”.
El edil explica que “Lloraba tanto que no sabía qué decirle ni cómo contenerla. Cada dos palabras nombraba a María Laura Ramírez como la autora de su estado de frustración y bronca” y apuntaba que “A Ramírez la conozco desde hace muchos años, a uno le puede caer bien o no, pero sabemos que labura y es muy exigente. En lo personal no me llevo nada bien con ella pero es una compañera que respeto; esta Bernazza la conocí ayer y ¿me quiere convencer con llanto y moqueando que la apoye contra una compañera?. No está bien esta señora, sabrá mucho pero no es de La Matanza”.
Las quejas lacrimógenas de Claudia Bernazza llegaron también a los oídos de un destacado político de la oposición con quién se cruzó en unos de los operativos del “Estado en su barrio”.
El político opositor nos comentó que “Me cruce con Bernazza en uno de los operativos que están haciendo, en forma conjunta, el municipio, la provincia y la nación. Me acerqué a saludarla, cosa que hago siempre con los funcionarios municipales y los trabajadores que están atendiendo al público. A los tres minutos de charla circunstancial medio que me llevó para un costado y comenzó a hablar pestes de María Laura Ramírez y a los 20 segundos empezó a llorar, casi desgarradoramente, comentando lo mal que estaba. No sabía qué hacer, me estaba tomando como paño de lágrimas” y agrega que “Imagínate, a mí que soy de la oposición, que tengo influencia 0 en la gestión municipal me estaba contando cosas de la interna de ellos. Me dio vergüenza ajena, no sabía qué hacer, miraba para todos lados por dos motivos: que no me vieran con ella porque más de uno interpretaría que algo le estaba haciendo y dos, buscaba una excusa para irme rápido de su lado. Realmente fue una situación muy incómoda, esta mujer no está en condiciones de ser funcionaria”.
No terminan acá las versiones sobre el estado de Claudia Bernazza, son varios los funcionarios y políticos que han asegurado haber vivido situaciones parecidas, pero más allá de la interna política, hay cuestiones que señalan un “estado previo de alguna alteración de índole personal” que la ha afectado bastante porque desde el inicio de su gestión, en diciembre de 2015, ya mostró algunas actitudes que daban pistas sobre su estado emocional.
“Apenas asumió nos reunió a todos en su despacho y nos dio una conferencia, que tomamos como algo normal y habitual. Se explayó sobre los lineamientos de trabajo y las cosas que pensaba hacer. Nosotros no somos nombramientos políticos, somos profesionales que implementamos las políticas que marcan los políticos. Después de la reunión nos regaló un libro de su autoría y nos fuimos todos contentos” nos contaba una profesional que trabaja en el área de Desarrollo Social del municipio y agregaba que “A la semana nos vuelve a convocar y nos tomó, literalmente hablando, examen sobre su libro. Yo pensé que era una atención de ella y el libro, aún descansaba cómodamente sobre mi mesita de luz, no había tenido ni tiempo ni ganas de leerlo. Me sentí una estúpida, fui a la universidad, tengo un título, rindo todos los días examen a través de mi trabajo y esta mujer me ninguneo por no haber leído su libro. Salí llorando de esa reunión”.
Algunos empleados eyectados del área nos comentaron que vivieron situaciones “muy extrañas” con Claudia Bernazza.
“Un día llamaba a los gritos a todos en el hall de entrada de la secretaría, como no le daban bola, porque estaban todos en los box de trabajo, se tiró al piso y empezó a gritar” comentaba uno de los “eyectados por Bernazza” y agregó que “Pensé que estaba teniendo un ataque de algo e intenté levantarla. A los gritos me sacó rajando. Un par de días después me trasladaron y fue mejor así, ya estoy grande para ver y vivir situaciones así”.
UN LLAMADO QUE AMENZA A LA POLÍTICA
A continuación vamos a transcribir, casi textual, un llamado realizado por una funcionaria del área de desarrollo social a un ente autárquico municipal que se ocupa de los reclamos vecinales. Obviamente, por razones que entenderán, no pondremos ni el nombre de la funcionaria que llamó ni de quién recibió y grabó dicha llamada, para preservar el trabajo (y habló literalmente) de quién filtró la situación.
- “Hola, habló con…”
- “Sí. ¿Por qué tema llama?”
- “Quiero hacer una denuncia por corrupción”
- “La entiendo pero nosotros no tomamos ese tipo de denuncias se tiene que comunicar con …”
- “No usted no entiende, la Intendenta Magario me dio instrucciones precisas de llamarlos a ustedes”
- “Disculpe Señora pero voy a consultar y después…”
- “Usted no consulta nada, soy la secretaria de … y me va a tomar la denuncia”
- “Señora le dije que nosotros no tomamos este tipo de denuncia tiene que dirigirse a la oficina anticorrupción del municipio o acudir a la justicia”
- “Magario me dijo que los llamé a ustedes y eso hago”
- “La entiendo señora pero nosotros no trabajamos para Magario”
La charla continuo en estos tópicos unos minutos más y el empleado que recibió la misma se quedó bastante acomplejado porque quién llamó no sólo habló en un tono perentorio y autoritario sino que, a los minutos comenzó a llorar y a gritar por el teléfono.
UNA SITUACIÓN INSOSTENIBLE
Según fuentes consultada Claudia Bernazza habría acudido, en más de una oportunidad, a Verónica Magario para que trate de mediar en la interna. La intendente municipal habría tratado de limar asperezas pero ante las reiteradas escenas de la funcionaria decidió darle todo el manejo a ella. Bernazza es quién firma todo, controla y firma la entrega de la mercadería por parte de los proveedores y dispone dónde se deposita la mercadería.
También dispone y firma la entrega de la mercadería a los comedores, ella controla todo y, aun así, sigue sosteniendo que hay cosas raras con la mercadería. A tal punto es así que la mercadería para los comedores no se guarda más en el depósito de la calle Colonia sino que todo se estiba en un galpón que le prestó el Padre Bachi, de Villa Palito. También, varios días a la semana, Claudia Bernazza pernocta en el Hogar para Madres en Situación de Calle que construyó María del Carmen Cardo de Balestrini en su gestión al frente del área de Desarrollo Social, también administrada por el Padre Bachi.
Claudia Bernazza se siente amenaza en forma constante y obra en consecuencia, pero seamos sinceros: la gestión en desarrollo social no es de las mejores y las ideas que implementa tampoco son muy prácticas.
Hablamos en otra oportunidad sobre este tema (https://semanarioquintopoder.com/?p=13242) y también comentamos la increíble situación que vivieron vecinos de Gregorio de Laferrere (sur) que después de un rastrillaje esperaron más de dos meses para que le acerquen la ayuda, si bien la tenían, no la habían solicitado, se acercaron a ellos a preguntar que necesitaban.
No solo tardaron una enormidad en dar respuesta sino que mandaron patrulleros para cargar a los vecinos, los llevaban a dependencias de Desarrollo Social, donde nuevamente le hacían una encuesta y le daban una bolsa de mercadería de diez productos cuando son 15 los productos alimenticios que tiene dicho bolsón de alimentos.
Los vecinos que vivieron esta ordalía gratuita, se sintieron estigmatizados y vigilanteados. A tal punto llegó el asunto que en una reunión de Presidentes de Agrupaciones, el ex Intendente y Asesor Estrella, Fernando Espinoza dispuso que se haga cargo del tema María Laura Ramírez porque el mecanismo para entregar la ayuda no era el correcto ni la misma llegaba cómo debía llegar.