Por Prof. Joaquín G. Puebla
Avaricia: Afán de poseer muchas riquezas por el solo placer de atesorarlas sin compartirlas con nadie.
En estos días me he sorprendido mucho por la repercusión de la nota “$$OTELO, UN MORO AVARICIOSO” (https://semanarioquintopoder.com/?p=16988). Pensé que traería mucha tela para cortar y no me equivoqué. También creí que la reacción de los mercantiles matanceros me traería algún que otro cruce desagradable por haber desenmascarado el accionar del Secretario de Prensa y Difusión de uno de los gremios más poderosos del conurbano bonaerense pero, salvó algún que otro insulto por la red social Facebook no pasó de ahí. Es más, me impresionó cuando, casualmente, me topé con un miembro del Seoca (compañeros de años de Sotelo). Pensé que habría algún tipo de desaire o algo parecido pero no fue así. Mal encarado me dijo que “No sé si enojarme y cagarte a trompadas o felicitarte” y agregó que “Nadie lo quiere, es un tipo raro y sin amigos”.
La nota puso en evidencia algo que presentía: Juan Andrés Sotelo no tiene muchos amigos ni ha despertado muchas simpatías por los lares matanceros. Muchos datos me lo acercaron trabajadores y empleados mercantiles (tanto del gremio como de comercios), hasta un mozo, de uno de los más concurridos bares sanjusteños, me comentó que “Sotelo siempre andaba solo, hace rato que no lo veo por acá pero, antes cuando venía, se sentaba solo en una mesa. Por ahí algún cliente se acercaba a saludarlo pero generalmente siempre estaba solo tomando algo”.
Un empleado mercantil de una importante tienda de ropa de la calle Arieta, sin ser visto ni oído por el dueño, me contó que “Sotelo es socio del dueño del local pero se hizo socio porque le prestó dinero al dueño a una tasa usurera y al no poder devolverle la plata no le quedó otra que asociarlo. Todos los meses le mandamos su parte” y señaló que “Según tengo entendido que es socio, utilizando el mismo mecanismo, de varios locales sobre Arieta”.
A partir de esta y otras declaraciones parecidas puedo suponer que $$otelo es un prestamista usurero.
Juan Andrés Sotelo es un hombre de pasiones y ambiciones fuertes pero no siempre llega a cristalizar sus sueños y, hay veces, que no puede hacerlo porque la avaricia se interpone en la persecución de sus logros. Una de los grandes sueños de $$Otelo es haber sido o ser (a futuro) Presidente del Club Almirante Brown pero, hasta ahora, su afán de lucro le impidió concretar su sueño porque privilegió cambiarle los cheques a la institución mirasol (a porcentajes de usura) cuando está andaba escasa de divisas que ayudar al club. No fue el único que trabajó y se enriqueció a expensas del club pero esa es otra historia que algún día contaremos. Es de ley señalar que también ayudo a la institución aportando la publicidad del Seoca (tanto estática como en la camiseta) para que ingresen algunos pesos a las arcas de la institución. Hoy no me consta pero en épocas pasadas por ese gesto, que no tiene nada de desinteresado, se llevó el “Diego” correspondiente.
El alguna época pasada ganó algunos mangos siendo el dueño del pase del jugador Marcelo Berza (28 de julio de 1975, es un ex defensor argentino y su último club fue Gimnasia de Jujuy. Nacido en Buenos Aires, su comienzo como profesional tuvo lugar en 1993 con el club Almirante Brown). Según cuentan memoriosos $$otelo se habría quedado con el pase del defensor por una deuda que el club había contraído con él y al no poder pagarle le habrían cedido el pase del mismo, ganando bastantes pesos al transferirlo a otro club.
Juan Andrés Sotelo es un trabajador nato, al ser Secretario de Prensa y Difusión del Seoca uno diría que ha sido empleado o trabajador de un comercio o un supermercado, aunque más no sea de un súper chino, pero no, $$otelo es de otro palo porque trabaja en el Ceamse (http://www.ceamse.gov.ar/) y ocupa un cargo de gerente administrativo en el área de las relaciones con los municipios. Gana bien, tiene un muy buen salario y reparte su tiempo entre el Ceamse y el gremio pero, parece, que le habrían estado reclamando más compromiso con el Seoca porque parte del tiempo que debe dedicarle al gremio lo utiliza trabajando en el Ceamse, es más, posiblemente su jubilación sea a través de la empresa estatal. En función de esto hay un par de voces que estarían reclamando su alejamiento del secretariado del Seoca.
Juan Andrés Sotelo, según cuentan algunos, en otras épocas habría sido un hombre con ansías de atesorar, pero no cualquier cosa u objeto, él atesoraba dólares. Tenía un mango e iba a comprar dólares, todos los valores que manejaba terminaban en dólares. Su deseo de atesorar la moneda estadounidense lo llevó a guardarlas en su propia casa. Según cuenta la leyenda llegó a esconder, en su propia casa, la suma de un millón de dólares. Obviamente es algo difícil de creer pero si la historia te la cuentan dos o tres personas, con algunas sutiles variaciones, algo de cierto habrá. Suponemos que, de ser cierto, ya no tendrá el dinero acumulado sino que debe haberlo invertido.
Juan Andrés Sotelo no solo sería prestamista, cambiador de cheques, socio de comercios en San Justo, dueño de pases de jugadores, ahorrador compulsivo, Secretario de Prensa y Difusión del Seoca, gerente administrativo del Ceamse y algunas cositas más. Entre esas cositas estaría su participación en negocios de mayor envergadura relacionados con la Mutual AMECYS, y las empresas SERMEX, LIMART y PREFEX; pero esa es otras historia que la contaremos dentro de poco.