Por Prof. Joaquín G. Puebla
Lamento profundamente la irreparable pérdida de la Concejal (m/c) María Elena Algañaraz, mi Jefa como solía llamarla. La conocí siendo Concejal y me robo el corazón verla trabajar sin descanso para resolverle los problemas a los vecinos de La Matanza.
Desde su diminuto despacho del anexo del HCD en la Avda. Illia ella realizaba milagros. Ante la puerta de su oficina siempre había una enorme cola de gente esperando verla para ver si María Elena les resolvía el problema. Trabajo, alimento, tratamientos médicos, etc. no importaba el problema porque ella se hacía cargo. Una familia enorme porque cualquiera que se acercara con un problema ella los hacia parte de su familia. Desde la mañana hasta bien entrada la noche resolvía problema. Ella me enseñó la otra cara del peronismo, ella me enseñó la entrega total al peronismo y su gente; ella era el corazón de un peronismo cada vez más insensible a la demanda del pueblo.
Jefa te voy a extrañar mucho y me siento terriblemente mal y culpable porque te debía varias enormes notas y llevarte a la tele para que vieran lo que era ser una mujer valiente, fuerte, solidaria, comprometida, entregada a la causa y convencida de esa causa. Gracias Jefa y discúlpame por haberte fallado¡¡¡