Por Prof. Joaquín G. Puebla
Finalmente reapareció en público la (aún) Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable, Karina Rocca. Lo hizo en el acto del día de ayer en el Huracán de San Justo dónde Fernando Espinoza, Verónica Magario y Agustín “El Chivo” Rossi hablaron ante una multitud. Suponemos que su pareja, Hugo Galván andaba cerca, escondido detrás de algún cartel.
Ambos fueron los autores de una cobarde agresión hacia mi persona como relate oportunamente (https://semanarioquintopoder.com/?p=20972) en Semanario “Quinto Poder”.
Después de esa agresión me reuní con Fernando Espinoza (a pedido de él) dónde me aseguró que Galván sería sumariado y despedido del municipio y que Karina Rocca se alejaría de sus funciones porque las autoridades municipales y políticas del distrito no aprobaban el accionar patotero de Galván & Cía.
Sobre la cuestión de Galván le pedí que no lo echara del municipio por la agresión hacia mi persona porque eso lo arreglaríamos en cualquier momento en una esquina pero, si lo quería echar por corrupto, ese era otro cantar. Con respecto a Karina Rocca me parecía correcto porque sería un mensaje institucional del municipio en contra la violencia.
Pero parece que la palabra de Fernando Espinoza no tiene mucho valor porque tanto Karina Rocca y Hugo Galván siguen siendo parte de la administración municipal y cumplen regularmente sus funciones. Acuden a su despacho en horas de la tarde, medio a escondidas pero siguen manejando el área y los negocios que generan a través de la misma como hemos denunciado oportunamente en nuestro medio.
No pretendo estigmatizar a nadie pero coincidamos que la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable, Karina Rocca y su pareja, Hugo Galván se fueron de tema y, aunque más no sea, un tirón de orejas deberían haber tenido.
No es por mí ni nada parecido pero con estas actitudes tanto el Municipio de La Matanza y su Intendente, Verónica Magario, quedan como auspiciantes de la violencia institucional ante la prensa que les descubre sus “chanchullos”. Sin ir más lejos, uno podría pensar que Magario y, por qué no, Fernando Espinoza, reciben “dividendos” de los negocios de Galván & Cía.
Estaría bueno que alguna vez los políticos cumplan con la palabra empeñada.