Por Prof. Joaquín G. Puebla
Comunicado de Prensa: DESPIDEN A DOCENTES DEL PARROQUIAL SAN JUSTO POR WHATSAPP – “El Instituto Educativo Privado perteneciente al Obispado de San Justo, cuya máxima autoridad es el Obispo Eduardo García y que está subsidiado por todos los bonaerenses, dejó sin trabajo a dos Docentes afiliadas al SADOP y que trabajaban en el Colegio hace cuatro y diez años respectivamente.
Luego de participar de la reunión y brindis de fin de año, las trabajadoras fueron notificadas mediante un mensaje enviado por el Director pedagógico del establecimiento (actuando como gerente de la empresa) en un grupo de WhatsApp que integran junto al resto del personal Docente, grupo del que fueron inmediatamente eliminadas. Un perverso regalo de Navidad.
Otra vez el Obispado de San Justo, otra vez Eduardo García, quién jamás se reunió desde que está al frente de la Diócesis con el SADOP y quién despidió Docentes que estaban a punto de jubilarse. Hoy, muchos dirigentes buscan un camino con la iglesia como nexo. Sepan todos los dirigentes políticos, sindicales y sociales, que se están sentando en la mesa con alguien que en la práctica, puertas adentro, es contrario a la doctrina cristiana y humana, contrario a la doctrina de Jesús.
Además del Parroquial San Justo, también se dejó sin trabajo a Docentes en el Instituto María Reina y en el Instituto Jesús Resucitado, todos Colegios Católicos subvencionados por el estado provincial, esta situación pone claramente de manifiesto que no es lo mismo subsidiar a la educación que subsidiar el capricho de los empleadores dueños de las escuelas privadas que además cobran una cuota a los padres, porque si tienen dinero para pagar las indemnizaciones, visiblemente no necesitan del subsidio del estado y mucho menos para dejar a Docentes sin trabajo”.
UN OBISPO QUE HABLA POR IZQUIERDA Y PEGA POR DERECHA
El Obispo Eduardo García de San Justo tiene varias facetas contrapuestas, por un lado declara que “Estamos sufriendo un neoliberalismo arrasador” (https://elcactus.com.ar/2018/11/monsenor-eduardo-garcia-estamos-sufriendo-un-neoliberalismo-arrasador/) y, sin inmutarse, no dialoga con los sindicatos docentes y echa a maestros y profesores por afiliarse al su gremio.
Es realmente raro Monseñor García, los establecimientos educativos que dependen del Obispado de San Justo tienen a los docentes amenazados con despidos si se afilian al sindicato para defender sus derechos mientras él, sale en los medios hablando de trabajo mientras celebra misa en las villas matanceras (https://www.cronica.com.ar/info-general/Ser-pobre-no-es-una-mala-palabra-20181222-0066.html).
Celebra la “La Navidad de los Humildes” junto a los movimientos sociales y la Intendente del distrito, Verónica Magario y, después, ordena el despido de dos docentes, horas previas a la Navidad, porque se afiliaron al sindicato (https://www.lanoticia1.com/noticia/la-intendenta-de-la-matanza-celebra-la-navidad-de-los-humildes-en-la-catedral-de-san-justo-111768.html).
La actitud de Monseñor García es muy contradictoria, se la mire por donde se la mire, no hay una lógica comprensible en su actitud.
¿Será que una cosa es el “negocio” de las escuelas parroquiales subsidiadas, casi en su totalidad, por el estado y otra muy diferente verse públicamente como un “cura comprometido con la realidad”?.
Es incongruente su actitud y, también, repudiable. Se dice amigo de nuestro Papa, “Pancho I”, y ¿hace estás cosas?
Por ahí no tiene mucho margen de maniobra porque, una cosa es cuidar el negocio eclesiástico de las escuelas parroquiales y, otra muy diferente, su lectura de la realidad.
Debería definirse claramente el Monseñor García porque o está mintiendo cuando se llena la boca hablando de los humildes, del trabajo y de los trabajadores o actúa, acorde a su pensamiento, cuando persigue a los trabajadores docentes que se sindicalizan.
UNA FUERZA ARROLLADORA
El Obispo Eduardo García de San Justo ya ha sido protagonista de un par de aventuras en las villas matanceras; algunos de sus esfuerzos pastorales lo comentamos en la nota “El Poliobispo” (https://semanarioquintopoder.com/?p=21464) donde intentó copar un espacio en la Villa Puerta de Hierro para construir una sala de primeros auxilios, un playón deportivo y la ampliación de una capilla pero, la intervención la realizó junto a personal policial.
Ahora, pero con la ayuda de la Policía bonaerense y Gendarmería nacional, “okupó”, en nombre del Obispado de San Justo, el anexo del Centro Comunitario 17, ubicado en “B° 17 de Marzo”, en la manzana circunscripta por las calles Colonia, Asamblea, La Porteña e Ibarrola.
Dicho Centro Comunitario estaba siendo construido por la empresa Marle Construcciones S.A. con un presupuesto de casi 74 millones de pesos, la cual solicitó una revisión de costos y al demorarse el trámite dejó la obra inconclusa con todos los obreros en la calle, telegrama de despido y, aún menos indemnización.
Parece que Monseñor García se apoya mucho en las fuerzas del orden para sus acciones pastorales y sus intervenciones, hasta ahora, se basa en la ocupación de espacios comunitarios abandonados; ahora bien, esos espacios comunitarios ¿se convertirán en parte de los bienes eclesiástico o volverán a la comunidad?