Por Dr. Bernabé Fernández
Perón decía: “Yo soy el conductor estratégico, tengo cuatro misiones:
1º Mantener la unidad del movimiento, 2º Mantener la unidad doctrinaria, 3º Encargarme de las relaciones internacionales y 4º Manejar las grandes decisiones tácticas del conjunto.”
Yo creo que Cristina ha nombrado un conductor estratégico del movimiento, para unir al movimiento y al pueblo para ello. Ella si fue en la conducción táctica hacia la toma otra vez del poder.
Por eso estoy totalmente de acuerdo con la fórmula porque es peronismo puro. Es la tercera posición ideológica ni yanqui, ni marxista, pueblo unido, comunidad organizada, por eso menciona a Gelbard, porque los grandes industriales y los grandes comerciantes también están en el proyecto para dar trabajo y mantener los precios para que el pueblo trabajador organizados por los sindicatos, por las cooperativas obreras, por las pymes y por las ONG que trabajan sin fines de lucro en la ciudad, en las villas (obispado, iglesia católica y otras iglesias) para que el pueblo recupere su lugar para que no haya hambre, enfermedades, etc.
Para volver a tener un ministerio de Salud. El Dr. Ramón Carrillo uno de los mejores, científicos del siglo pasado en todo el globo terráqueo decía: “Compañeros lo que peor que podemos hacer en este momento es cerrarnos y hacer una política de apertura. Hay que pasar de un peronista no hay nada mejor que otro peronista a uno más concluyente para un argentino no hay nada mejor que otro argentino”. El General nos ha enseñado esto y que no nos confundamos, que el enemigo está en otra parte.
Por él y por nuestro pueblo tenemos que hacer más grande el Conicet donde los científicos filósofos, Doctores del Derecho, historiadores, hagan un trabajo para uno solo, el pueblo argentino.
Perón dijo en 1946 ante una muchedumbre en calma de un millón de argentinos, que se cortaría una mano antes que firmar un empréstito. Decía que el pueblo argentino tenía dignidad. La dignidad del trabajo. Pero hay algunos que nos obligan a someternos a las exigencias sociales y políticas que por intermedio del famoso FMI, llegan al conducto económico que en manera alguna puede justificar una entrega ignominiosa o una subordinación que haya en la infamia, pero lo que hoy es peor, aunque mucho más comprensible.
Por lo que ahora se trata de que lo que intentó hacer es ser una patria libre, justa y soberana, pero no existe más, porque el imperio global (la globalización).
Esto lo dije hace 20 años pero nadie me creyó. Menos mal que después vinieron Néstor y Cristina, pero algunos equivocados que habían trabajado en la patria peronista de Néstor y Cristina votaron otras ideas que desgraciadamente conocíamos pero algunos no lo recordaron.
Por eso cuando se consagró el Papa Francisco (San Francisco de Asís, el santo de los pobres), algunos también dijeron que era un líder para luchar contra la yegua. Por eso acá en La Matanza con Monseñor Bufano los padres que estaban en Villa Palito (Almafuerte) que eran compañeros del Padre Mujica, el Padre Bachi, el Padre Fernando, el Padre Tano, el Padre Rolleri y de todo el Obispado de San Justo que siempre estuvieron con los pobres como Monseñor Marcon, el Padre Eduardo, etc. Y ahora con el Obispo Monseñor García seguiremos con la obra de ayudar a los pobres.
Por eso filosóficamente hablando, nuestra tercera posición presentada en el primer Congreso de Filosofía Internacional en 1949, ni yanquis, ni marxistas, peronista tercera posición de la comunidad organizada.
Si se aspira (dice Esther Díaz) a introducirse en el mundo de estos filósofos conviene desembarazarse de las viejas categorías del pensamiento de izquierda, de derecha, o de centro. Nietzsche, Foulcault, Deleuze o Guattari no son de izquierda ni de derecha, ni de centro.
Estas viejas clasificaciones nacidas en la Revolución Francesa rechazan los totalitarismos de derecha pero también de izquierda.
Para terminar decía Perón: “Bueno, un aliado es el que trabaja por la misma causa que trabajamos nosotros” también lo dice Mao: “Lo primero que el hombre a discernir cuando conduce es establecer claramente cuáles son sus amigos y cuáles sus enemigos” y Perón decía: “Al amigo todo, al enemigo ni justicia”.