Por Lic. Jorge Amaya
Probablemente, no erraríamos si afirmáramos que las instituciones políticas más trascendentes e intrigantes, a la vez, son la Iglesia Católica y la Masonería.
Ambas son centenarias y, ambas, están plagadas de secretos y se han enfrentado mil veces entre ellas por el Poder en distintos lugares del mundo.
A la Iglesia y su participación política la dejaremos para otra oportunidad; hoy nos dedicaremos a los Masones en la historia argentina y americana.
Creo que, algún día, habrá un historiador que estudie con profundidad el verdadero papel de la Masonería inglesa en la historia argentina y sudamericana; y la detallada planificación de la creación de los distintos países como hoy los conocemos. Poco se dice en los textos y, normalmente, no se consideran cruciales los objetivos propuestos por la Masonería y llevados a cabo por los Masones (¿quién sino?) pero, sin dudas, esos objetivos se han cumplido.
Esta institución secreta, se basa en ritos y principios que sus miembros juran respetar; y, se sabe, por ejemplo, del ancestral enfrentamiento con la iglesia católica y que tiene como consecuencia que, en el Templo de Dios, se observen ciertas incomodidades de los señores masones cuando no tienen más opción que estar presentes. Es que un señor Masón tiene prohibido, por ejemplo, hacerse la señal de la Cruz.
Con respecto a nuestro país, dice Mariano Hamilton en su libro ‘Masones Argentinos, El Poder en las Sombras’, “… la primera logia registrada data de fines del siglo XVIII y su nombre era muy explícito sobre las razones de su creación en 1795: Logia Independencia.” Resulta sorprendente, entonces, que los ingleses ya para esos días pensaran en la independencia de las colonias españolas en América (¡qué amables!).
La Masonería tuvo su origen en Inglaterra con el fin de cumplir, en la oscuridad, objetivos políticos estratégicos que no podían ser públicos por diversas razones. Luego, aparecen en escena la masonería francesa y la norteamericana con el fin de combatir con las mismas armas al poderío inglés. La historia de la lucha entre estos poderes internacionales, aunque en su mayor parte desconocida, debe ser apasionante ¡la política en su mayor dimensión!
Recordaremos, que en un período importante de la historia Argentina se exalta el protagonismo de un general del ejército de Rosas; estamos hablando de Justo José de Urquiza, quien enfrentó a su jefe político y militar (eso no es lo grave) y, una vez victorioso, entregó el curso de los ríos interiores a brasileros e ingleses (este era el objetivo estratégico) a lo que Rosas se había opuesto, con firmeza, durante los hechos de la Vuelta de Obligado.
El caso es que años después de Caseros, por octubre de 1859, se enfrentaron en el campo de batalla los ejércitos de Justo José de Urquiza, por un lado, y el que comandaba don Bartolomé Mitre (Gran Maestre Masón) quien representaba al gobernador de Buenos Aires Valentín Alsina. En esta batalla vence militarmente Urquiza pero es de destacar que “…después de la batalla de Cepeda, el Supremo Consejo de la República Argentina le otorgó a Urquiza el grado 33 de la masonería. Allí fue cuando se afilió a la Logia Confraternidad Argentina Nº2, la misma en la que militaba Mitre.” (Hamilton, p.60).
La histórica relación entre Urquiza y Mitre no termina aquí porque, como se sabe, en septiembre de 1861 se suscita la batalla de Pavón, otra vez, entre las fuerzas de Mitre y Urquiza. También se sabe que las fuerzas de la Confederación vencieron en el campo de batalla pero, inexplicablemente, Urquiza ordenó la retirada de sus fuerzas y luego firmó la rendición.
Meses después Bartolomé Mitre fue elegido presidente de la Nación y la Constitución Federal de 1853 fue modificada. Cabe destacar que en el gobierno de Bartolomé Mitre se desempeñaron, por lo menos, tres ministros masones, a saber: Eduardo Costa (Ministro de Justicia); Andrés Gelly y Obes (Ministro de Guerra); y, Guillermo Rawson (Ministro de Interior). Parece que nada se ha inventado en el presente.
Por otra parte, Mitre produjo el recambio forzoso de todos los gobernadores federales, a excepción de Urquiza; y, mientras al derrotado Rosas se le confiscaron todos sus bienes, al derrotado Urquiza jamás se le tocó ni una vaca.
No podemos afirmar ni negar que todas las logias masónicas hayan cumplido objetivos favorables a algún país extranjero o en desmedro de la Nación Argentina. El secreto característico de las instituciones a las que hacemos referencia, hace imposible juzgar sus actividades en nuestro pasado político; pero lo que sí podemos afirmar es que en nuestra llamada ‘historia oficial’ no está suficientemente considerada dicha participación y que, sin dudas, fue mucho más relevante de lo que se cree.
Con respecto a la actualidad de la masonería y la actuación de sus miembros en Argentina, es poco lo que se puede ofrecer pero, es necesario observar la geopolítica y el juego de las naciones poderosas porque, claramente, continúan utilizando de tan importante herramienta para la lucha por el Poder, es decir, para la Política.
Existen, sin dudas, en los países sudamericanos figuras que juegan, a veces, inexplicables papeles y eso ya no es cuestión de en qué partido político militan, porque aparecen insertos en todos lados.
Hay mucho, muchísimo más para hablar del papel político de la masonería en nuestro país; pero, sólo vamos a enumerar algunas personalidades de nuestra historia que se sabe, a ciencia cierta, fueron militantes masones. El lector, seguramente, sacará sus propias conclusiones las que derivarán en dudas o sospechas sobre el proceder público de nuestros dirigentes masones. Dejemos libres, entonces, nuestras cabezas.
Presidentes Argentinos Masones
Bernardino Rivadavia: Logias Aurora y Estrella Sureña. Fundó la Logia Valeper
Santiago Derqui: Gran Logia de Libres y Aceptados Masones Grado 33.
Justo José de Urquiza: Gran Logia de Libres y Aceptados Masones Grado 33.
Bartolomé Mitre: Gran Maestre de la Masonería Argentina entre 1893 y 1894.
Domingo Faustino Sarmiento: Gran Maestre de la Masonería Argentina entre 1882 y 1883.
Carlos Pellegrini: Fue Gran Maestre electo pero murió antes de asumir.
Miguel Juárez Celman: Logia Piedad y Unión Nº 34 de la ciudad de Córdoba.
Manuel Quintana: Logia Docente.
José Figueroa Alcorta: Logia Piedad y Unión Nº 34.
Roque Sáenz Peña: Logia Docente.
Victorino de la Plaza: Logia Regeneración Nº 5.
Otros Dirigentes Políticos Masones
Cornelio Saavedra, Mariano Moreno, Juan José Castelli, Manuel Belgrano, Vicente López y Planes, Nicolás Rodríguez Peña, Carlos de Alvear, Bernardo de Monteagudo, Narciso Laprida, Juan Martín de Pueyrredón, Tomás Guido, Guillermo Brown, Lucio V. Mansilla, José Mármol, Juan Bautista Alberdi, Federico Pinedo, Leandro Alem, Bernardo de Irigoyen, Emilio Mitre, Lisandro de la Torre, Aristóbulo del Valle, Roberto Repetto, Adolfo Bullrich, José Martínez de Hoz, José Roque Pérez, y muchos más.