Por Prof. Joaquín G. Puebla
En la nota CEMEFIR: REMATE INMINENTE (https://semanarioquintopoder.com/?p=24010)
Semanario “Quinto Poder” reseño las múltiples notas donde se habló de la situación del edificio de CEMEFIR que, a partir de maniobras (que lindan con lo ilegal) poco claras, dejaron al borde del remate judicial del mismo.
CEMEFIR seguirá existiendo y funcionando pero en otra ubicación pero el edificio de dicha institución, propiedad de la Cooperadora de CEMEFIR irá a remate judicial.
En todas las notas fuimos señalando que el gobierno municipal, a pesar de que los servicio de la institución fueron municipalizados hace muchos años, fue haciéndose el distraído con respecto al edificio de la institución. Dejó vencer todos los plazos judiciales para llegar a la instancia del remate. Es claro que la Municipalidad matancera no quiso resolver la situación, no quiso hacerse cargo del tema y salvar un edificio construido por la comunidad matancera.
CEMEFIR es una institución crea a la sombra de la gran epidemia de Poliomielitis que asoló a nuestro país y al mundo entero. La denominada “Vacuna Sabin” (La vacuna oral desarrollada por Albert Sabin usando poliovirus atenuados. Los ensayos clínicos de la vacuna Sabin iniciaron en 1957 y fue autorizada en 1962) fue el principio del fin de esta enfermedad. La “polio” ataca la médula espinal y provoca atrofia muscular y parálisis, dejando lesiones físicas permanentes. La institución matancera se fundó para ayudar a recuperarse a quienes habían padecido la “Polio” y, después, fueron sumando tratamientos para otras lesiones y enfermedades.
CEMEFIR es una institución creada y sostenida por los vecinos de La Matanza, sus bienes fueron aportados por la comunidad del distrito y su edificio fue construido con el esfuerzo y apoyo de todos los matanceros; es por eso que es tan grave la postura asumida por el gobierno municipal.
Los socios de la Cooperadora de CEMEFIR intentaron muchas acciones para resolver este grave problema pero el municipio siempre se hizo el desentendido. Entre esas acciones, hace un par de años, varios destacados socios de la institución formaron una comisión con el único objetivo de donar el edificio al municipio para que las autoridades locales resuelvan los graves problemas que enfrentaba pero, ni Fernando Espinoza ni Verónica Magario, se hicieron eco de esta iniciativa y cuatro meses después consultaron, inocentemente, en que “andaba la donación”. Está consulta la hizo un funcionario de menor rango sin poder de decisión. La hicieron para disimular su desinterés porque la corrupción de la “Municipalidad Paralela”, en la figura de José Lino Dattoli, Coordinador Gral. de Arquitectura (leg. 22473), quería quedarse con el edificio para cristalizar un negocio millonario.
Desde 2011 CEMEFIR espera una ayuda y los únicos que puedan ayudarla son las autoridades municipales. Fernando Espinoza y Verónica Magario son los “Responsables Institucionales” del remate judicial del edificio de la institución.
Pero el “Poder Político” no quiere salvar el edificio porque la corrupción quiere apropiarse del mismo para “sus espurios negocios”. No les importa que la comunidad matancera fuera quiénes aportaron los fondos para construirla, no les importan las miles de rifas que se vendieron casa por casa, no les importa los innumerables bailes que se organizaron para juntar peso a peso para sumar ladrillos a la construcción de ese edificio, no les importa las miles de horas que le dedicaron los vecinos de La Matanza para construir el edificio y consolidar una institución que es el orgullos de La Matanza.
La corrupción tiene más poder que la gente del distrito, “Joselino” tiene más poder que toda una comunidad.
SI EL PODER QUIERE…
Es indignante pero es la realidad…
El edificio de CEMEFIR es un “muy rentable negocio” que hace babear al poder corrupto de la “Municipalidad Paralela” y demuestra que, a pesar el esfuerzo de miles de personas, la “Corrupción del Poder” puede “hacer sus negocios” sin importarle mucho los vecinos matanceros.
Pero si el “Poder Político” quiere las cosas se pueden hacer en tiempo record.
A modo de ejemplo podemos citar el edificio que se encuentra al lado del Palacio Municipal que, durante más de cien años, funcionó una escribanía, atendida por los Escribanos Caivano. Hablamos en plural porque tanto el padre, como el hijo llevaron adelante dicho despacho.
La escribanía Caivano es una marca registrada de San Justo, durante más de cien años los matanceros realizaron miles y miles de trámites en sus oficinas; hasta la Municipalidad de La Matanza encomendó a dicha escribanía miles de documentos notariales. En sus oficinas se han rubricado, también, miles de listas políticas durante todos los años que estuvieron funcionando en Almafuerte 3030.
La escribanía Caivano sigue funcionando pero ya no lo hace al lado del Palacio Municipal sino en Monseñor Marcón 3091 esquina Mendoza.
La mudanza de la escribanía Caivano no casual ni voluntaria, no vendieron el predio por su propia voluntad ni realizaron un negocio inmobiliario…
La propiedad donde funcionaba la escribanía Caivano fue “EXPROPIADO” por las autoridades municipales de La Matanza con la intención de ampliar el Palacio Municipal; es decir, construir un nuevo edificio anexo al Palacio donde se mudarían varias oficinas municipales, hoy desperdigadas por todo San Justo.
“La Ordenanza Municipal Nro. 14.651/2006, sancionada por el Concejo Deliberante de La Matanza, ratificada por Leyes 13.465/2006 y 14.292/2011, sancionadas por la Legislatura de la Provincia de Buenos Aires, se declaró de utilidad pública y sujeto a expropiación el inmueble colindante al Palacio Municipal, propiedad del señor Caivano” esta fue los instrumentos legales que utilizó el poder político (http://www.gob.gba.gov.ar/legislacion/legislacion/l-13465.html) para llevar adelante la mencionada expropiación.
El Decreto Nº 2.230/17 especifica, en su Art. °1 “APRUÉBESE y DECLARASE DE INTERÉS MUNICIPAL el CONVENIO DE AVENIMIENTO EXPROPIATORIO CELEBRADO ENTRE LA MUNICIPALIDAD DE LA MATANZA Y EL SR. RUBÉN OMAR CAIVANO” (https://www.lamatanza.gov.ar/upload/pdf/gobierno/boletin/Boletin%20Oficial%20-%20Agosto%20de%202017.pdf).
En Julio de 2017 la Intendente Verónica Magario firmó el convenio de avenimiento con Omar Caivano, a principio de 2018 la propiedad ya estaba en manos del municipio matancero. La municipalidad matancera abonó por dicha propiedad entre 750 mil a 800 mil dólares (14 millones de pesos) según el valor de la moneda norteamericana.
Aunque no lo crean el Escribano Omar Caivano no se enteró que le habían iniciado un Juicio de Expropiación (Juzgado en lo Contencioso Administrativo Nº 1 Departamental La Matanza, autos caratulados “MUNICIPALIDAD DE LA MATANZA C/CAIVANO Rubén Omar S/EXPROPIACION DIRECTA” – Expte. LM 9565-2011-art. 3986 del CC), un par de meses antes de firmar el convenio de avenimiento con Verónica Magario se enteró del mismo y no tuvo la posibilidad de negociar el precio del inmueble de su propiedad.
Fernando Espinoza, cuando era Intendente y Verónica Magario, al frente de la Intendencia, sabían de estás tratativas y las impulsaron porque el “Poder Político” tenía interés en incorporar esa propiedad al patrimonio municipal y no le solicitaron al gobierno provincial ni un centavo para hacerlo.
Todo fue hecho en el mayor de los secretos y silencios. Todo fue hecho con la mayor prolijidad administrativa. Nadie dijo nada, nadie aviso nada, ni siquiera, al que podríamos denominar, el damnificado (el valor de la propiedad expropiada es mucho menor que el valor de mercado de la misma) se enteró de nada para intentar frenar o negociar mejor esta expropiación. La Municipalidad de La Matanza realizó un muy buen negocio.
Me pregunto, la Municipalidad de La Matanza, ¿No podría haber hecho lo mismo con el edificio de CEMEFIR?
Podría haberlo hecho pero no le interesó salvar una propiedad tan valiosa para los matanceros sino que priorizó un construir un edificio administrativo que, posiblemente, le reportará a la “Municipalidad Paralela” pingües beneficios cuando se hagan las licitaciones para la demolición, el diseño y la construcción del mismo.
La “Corrupción Matancera” ganó por partida doble, se queda con una propiedad (el edificio de CEMEFIR) y hace negocios con la construcción de otro edificio.
Indigna…¿No?