Por Gustavo Bustamante
Cualquier parecido con la ficción es pura realidad, o viceversa, un cuento feudal que no es tan cuento, ni tan feudal, o si, no recuerdo si lo soñé, o me lo contaron sin querer, o queriendo, espero les guste:
Había una vez, como en todo cuento feudal una familia de “Nobles” que eran los elegidos y mimados del Rey de turno o la Reyna de turno, según el caso.
Este clan o esta familia de ‘nobles’, podríamos decir que eran amos y señores de una basta y prometedora localidad del reinado de “La Grandiosa que avanza”.
Ellos ‘manejaban’ algunos ‘negocios del Rey o la Reyna” de turno y controlaban todo poder territorial y político de la sureña localidad de “González C”.
Todo parecía estar bajo control en manos de aquel obediente y servil jefe de familia, como todo ‘Noble’ obediente a la corona de turno.
Un día, transcurrido el tiempo, los hijos de este servil ‘noble’ aprovecharon la ancianidad de su padre para ocupar algunas tareas menores, al margen de que crecieron y empezaron a tener vuelo propio, y a rozarse con los hijos del poder supremo, a partir de ese tiempo, en la localidad de “González C”, todo manejo pasa por los hijos del poder y sus secuaces bufones, que ellos mismos apañan y bancan.
Hace algún tiempo los lugareños señalan a esos ‘chicos’ como un peligro para la sociedad, y dicen: ‘que no pueden hacer nada, que ellos manejan todo, desde las fuerzas de seguridad, hasta los antros nocturnos de la comarca’, cuentan innumerables sucesos de abusos de ‘Poder’ protagonizados por estos hermanos y sus lanceros, que trabajan y responden a la ‘corona’ en el reinado de “La Grandiosa que Avanza”.
Muchos adjudican estas cuestiones a que estos muchachos son amigos o compinches del hijo del Rey, pero en realidad dicen que estos muchachos están cebados por el poder territorial, y apañados por el poder supremo.
Hace algún tiempo en la comarca estos traviesillos jóvenes, hijos y portadores de ‘nobles’ apellidos, organizaban fiestas clandestinas, donde valía todo, y había de todo para ‘tomar’(tomar: lo dejo a criterio del lector), hasta que un día estas fiestas se salieron de control, y tuvieron que terminar, porque un día la suerte se termina, y el pulgar deja de tapar el sol, (sobre estas fiestas los lugareños las recuerdan muy bien), como también recuerdan un hecho que no es aislado algo que ocurrió hace unos días, o semanas, y que es habitual que ocurran, según cuentan habitantes de esta zona, de la famosa Avda. Calderón, a una legua casi de la ruta 3, según cuenta una campesina del lugar.
El hecho puntual ocurrió entrada la madrugada, se oyeron ruidos y gritos de una joven mujer, algunos dicen que muy joven, que corría sin sus prendas de vestir por dicha avenida, algunos dicen que la querían matar, otros que la querían violar, y otros dicen que esto seria producto del exceso de drogas y alcohol.
Estos lugareños llamaron alertados al 911, y a la comisaría, (¿había 911 y comisarías en la época feudal?… bueno no importa es un cuento nada más) a lo que las autoridades armadas acuden a la protección de esta joven cuando entre el tumulto que se armó, alguien reconoce a uno de estos jóvenes que maneja la batuta, y acá no pasó nada.
La joven fue trasladada en un carruaje real, no se sabe con que destino, y las fuerzas del orden hicieron la vista gorda como lo están acostumbrados en esta comarca, así relataba el suceso una campesina del lugar, avizorando que esto no va a terminar bien, acá tan todo, nuestra comarca corre peligro, estamos a la buena de Dios, más si la seguridad de esta, está en manos de estos inescrupulosos chicos, ‘hijos del poder’, y apañados por la mano del rey…una historia más y van, este cuento no tiene fin, hace años que no tiene fin.