Por Gustavo Bustamante
La Agrupación emblema del oficialismo matancero “Ramón Carrillo” fue desratizada, fumigada y desinfectada.
Hace varios años que el local central de la agrupación política de la calle Yrigoyen en pleno centro sanjustense, sufre el ataque de ratas de gran porte, y muchos militantes se venían quejando en voz baja, (porque en La Matanza todo se dice en voz baja), “los únicos autorizados para decir o levantar la voz son los referentes o funcionarios con chapa de amigo cercano a Fernando”.
Se ve que esta dejadez o desidia se debe (según dice el refrán: “cuando el gato no esta los ratones bailan”), en este caso, a que “existe un vacío de dirigencia o de mando en cuanto a estas cuestiones, que parecen menores o de poca responsabilidad, y atribuyen este episodio a la falta de coordinación de los capangas de La Carrillo”.
Liliana Pintos, Daniel Barrera y Sergio Landín, no estarían pudiendo encontrar la forma de articular, (hace años) para que este emblemático local funcione en óptimas condiciones.
Recuerdo un amigo que trabajaba en ese lugar desde que don Alberto Balestrini ganó en el ‘99, el “Gallego” Fernández, ya en esa época había una incipiente invasión de ratas, a la cual el gallego combatió con sus gatos con mucho éxito, después de su partida se ocupó del lugar “Rosa” hermana de “Lili” Pintos, y desde ese entonces se hace, o mejor dicho no se hace casi nada al respecto.
¿Porque algo que parece una pavada menor ocupa mi tiempo, y el de escribir al respecto? Por algo muy simple, en ese local se prepara la logística y la comida para que coman los compañeros militantes que le ponen el pecho a las elecciones y, hoy. a la pandemia, de ahí salen muchos de los alfajores que se les dan a los jubilados en las puertas de los bancos, de ahí sale mucha mercadería que se reparte a vecinos que necesitan morfar.
Desde ese nido de ratas, así como leen, de ahí se hace caridad, y se dejó vencer muchísima mercadería que hace falta e hizo falta en la casa de algún vecino del distrito, por la desidia, y el desmanejo de las autoridades mayores de la agrupación. Algunos dicen que hay mercadería de mas de 10 años, y que es increíble como día a día se encuentran los restos de las heces de los roedores, un militante me decía: “eso es un asco, a veces estas sentado y ves las crías de las ratas correr, el olor donde esta la mercadería, es insoportable, es una falta de amor y respeto hacia los compañeros que le dan de comer lo que sacan de ahí que puede tener cualquier peste, y de ahí salen y reparten alfajores a los viejos” y agregó que “a veces pienso que no les importa nada, que los militantes somos nada para ellos: los grandes dirigentes y funcionarios, no digo que Fernando o Verónica se ocupen de estas cosas, pero evidentemente, no hay gente capacitada al frente de estas cuestiones”
¿Porque será que no me sorprende? Será que en mas de 20 años vi repetirse la misma foto: gente con hambre y mercadería vencida o. dada, a cuenta gotas; o el vos si – vos no. De esta acumulan poder, algunos acumulan dinero, otros mugre, otros comida, y se consagran en los campeones de la ineptitud.