Por Prof. Joaquín G. Puebla
Hace un par de meses me postearon, por la red social Facebook, un video en el que participaba Daniel Dauría (integrante de Casa Dauría una de las principales empresas de sepelios del distrito) y donde, intentaba, ponerle un toque de humor a la cruda realidad que estamos viviendo con respecto a la pandemia provocada por el virus Covid-19.
En otro contexto no me hubiera parecido mal pero sucede que en ese momento y viniendo de parte de un personaje que lucra con la muerte de la gente, realmente me pareció de muy mal gusto y así lo exprese en un comentario.
Horas después el video desapareció de las redes sociales y, debo admitir, me parecía una boludez y hacer una nota al respecto era darle de comer al ego de este personaje.
Muchas veces (más de las que quisiera) acudí a Casa Dauría de despedir los restos mortales de amigos o a presentar mis respetos a familiares de algún conocido pero nunca tuve un contacto personal con ningún miembro de la familia Dauría.
Desde hace un tiempo vengo realizando una investigación periodística sobre dos temas (que en algún momento publiqué notas al respecto). Uno es la Estafa de CEMEFIR, donde la entidad está a punto de ir a remate judicial porque el ex Presidente de la Cooperadora financió los gastos de la entidad vendiendo cheques (CEMEFIR: LA HISTORIA DE UN REMATE QUE INDIGNA –
https://semanarioquintopoder.com/?p=15420). Buscando quiénes habrían comprado esos cheques me cruce, por primera vez, con el apellido Dauría. La segunda vez que me topé con el apellido Dauría fue en una investigación sobre la venta de bóvedas en los cementerios municipales de San Justo y Villegas (sobre las investigaciones mencionadas publicaremos oportunamente las notas correspondientes).
Hace unos días me volví a topar con el video de Daniel Dauría y, ahora, si me pareció importante comentar el tema.
REPUDIO A FUNERARIA POR FESTEJAR LAS MUERTES POR CORONAVIRUS
El Multimedios En La Mira publicó, bajo el título que figura arriba, un video realizado (https://www.facebook.com/multimedioenlamira/videos/2801243583323522/) por Daniel Dauría que, como informamos anteriormente, es parte de la familia que maneja la empresa de sepelios “Casa Dauría”, una de las más importante del distrito.
La nota seguía de esta manera: “El macabro video habría sido filmado dentro de la Funeraria “CASA DAURÍA”, ubicada en Eizaguirre 2448, San Justo. Vecinos denunciaron que el ‘videoclip’ fue protagonizado por Daniel Dauría, psicólogo e hijo del dueño (trabaja en la empresa familiar y sería la primera persona que se ve en el video). También aparecen dos empleados identificados como Jorge Bello y Elbio del que se desconoce el apellido”.
El portal de noticias “SMNoticias” también realizó una publicación respecto al video cuestionado (https://www.smnoticias.com/noticias/108624). “Son tiempos de extrema sensibilidad social a causa de la pandemia del coronavirus que está dejando miles de muertos en todo el mundo” arranca la nota y agrega que “Sin embargo una cochería de San Justo parece no estar en línea con la congoja y publica videos de empleados bailando junto a los féretros”.
La nota sigue en el mismo tono pero resulta tan indignante la transcripción de la letra de la canción que cantan que prefiero dejarlo acá (el video fue subido a Youtube también (https://www.youtube.com/watch?v=CQw–IE_sVc).
Por el mes de abril y como una forma de despegarse del escándalo generado, Daniel Dauría intenta brindar una visión seria de la crisis provocada por el Covid-19 en el portal de noticias Agencia Nova (https://www.agencianova.com/nota.asp?n=2020_4_11&id=85322&id_tiponota=11).
Realmente lo de Dauría es inexplicable y repudiable pero muestra el rostro de un “niño rico que le chupa un huevo y la mitad del otro” los sentimientos de las personas que hicieron rico a su familia porque, no nos olvidemos, que “Casa Dauría” lucra con la muerte de la gente.
Daniel Dauría debe de estar “muy feliz con esta pandemia dado que, día a día, tiene más trabajo y, por ende, gana más dinero” y, el cuestionado video, es una forma, de demostrar su felicidad.