Por Prof. Joaquín G. Puebla
En Entredicho, según el diccionario de la Real Academia Española es: Duda que recae sobre algo o alguien, especialmente sobre su honradez o veracidad: su honradez está en entredicho.
Poner en entredicho: Juzgar una cosa como indigna o dudar de ella: no consiento que mi profesionalidad sea puesta en entredicho.
El entredicho o interdicto es, en el derecho canónico, una censura eclesiástica por la cual las autoridades religiosas prohíben a los fieles la asistencia a los oficios divinos, la recepción de algunos sacramentos y la sepultura cristiana. Se diferencia de la excomunión en que el afectado no es expulsado de la sociedad cristiana, aunque en ambos casos los actos religiosos prohibidos son los mismos.
Al analizar las últimas novedades del caso, adelantado en exclusiva por “Quinto Poder” (https://semanarioquintopoder.com/?p=2804), se me vino esta expresión a la mente porque a partir de ahora la evolución del caso de la “Banda del Polirubro” ha cobrado un giró que está afectando el desarrollo normal de la vida política del distrito.
En pasado viernes se trascendió, en forma reservada, que el Comisario Mayor Sergio Giménez, jefe desplazado y puesto a disponibilidad de la Jefatura Departamental de La Matanza, había sido detenido. La detención se habría realizado en horas del mediodía pero lo curioso del caso es que no había una causa en su contra que justifique la detención.
Recordemos que al Comisario Mayor Sergio Giménez lo había impulsado, para su designación, el Secretario de Protección 
Ciudadana Carlos Orsingher, quién intercedió ante el Intendente Fernando Espinoza para que respaldase dicha elección.
Todos han leído y escuchado las detalles de esta banda que se dedicaba a varias facetas del delito y estaba integrada por personal policial en actividad, algunos exonerados de la fuerza y varios civiles; obviamente, lo que más llamó la atención fue que en la misma estuvieran jefes policiales en actividad.
Todos los jefes denunciados y detenidos habrían sido nombrados en sus destinos por el Comisario Mayor Sergio Giménez, quien mantenía, desde hace tiempo, un estrecho “vinculo” de trabajo con el funcionario municipal Carlos Orsingher.
El desbaratamiento de la banda y la posterior detención de sus integrantes, dejó en descubierto, políticamente hablando, al Intendente Fernando Espinoza.
“Fernando quedó en off – side, te imaginas porque hago la aclaración” me comentaba un alto dirigente del peronismo matancero y aseguraba que “Acá las cosas deberían aclararse en beneficio de Fernando”.
Un experimentado funcionario municipal, habitual presencia en todos los actos del Intendente Espinoza me comentó que “En el acto del 17 de agosto, Fernando lo puso por el piso a Carlitos Orsingher; días después este presentó la renuncia pero Fernando no se la aceptó y le mandó a decir que se va a tener que hacer cargo de todo”.
Una alta fuente del entorno de Espinoza analizaba que “Carlitos lo dejó mal parado a Fernando y se va a tener que hacer cargo. Si ahora lo metieron en cana a Chocotito va a ser para peor 
porque lo hicieron para presionar políticamente a Fernando” y remató el comentario con “Fernando confío en gente que no merecía esa confianza; lo defraudaron y lo dejaron expuesto. Esto puede impactar seriamente en todo el trabajo que viene haciendo de cara a la provincia y lo van a obligar a definirse, cosa que Fernando no quiere hacer. Van a intentar hacer hablar a Chocotito y si habla se pudre todo” y agregó que “Van haber cambios en Protección Ciudadana, gente de muchos años de confianza de Alberto y Fernando van a tomar la posta y algunos rostros que pensaban que se habían ido, van a volver”.