Por Prof. Joaquín G. Puebla
“Isidro Casanova: abrieron una sucursal del Mercado Central en ruta 3 y Marconi
desde el viernes quedó inaugurado una filial en ruta nº3 y Marconi, en un lugar donde antiguamente funcionó el hogar 
obrero. El objetivo es colaborar con la población ante la lucha contra la inflación, mediante la presentación de mercadería de primera calidad pero con precios razonables y dentro de las políticas implementadas por la secretaría de comercio de la nación” rezaba la crónica periodística de Repórter 24, pero hay cuestiones que exceden al buen precio que se le puede ofrecer al público.
Para tener un puesto en dicha sede hay que poner 250 mil pesos y el alquiler del mismo es del 10% de la venta diaria, como hay una caja única para todos los puestos, es muy fácil controlar el monto de la venta. Quiénes pusieron puestos en la sede de Isidro Casanova no les pidieron que estén inscriptos ni que sean monotributistas, tampoco le solicitaron habilitación municipal ni la inscripción de producto en bromatología para los que venden pan.
El CIP, que preside Emilio Majori acompañado de su fiel 
“amiguito” el Colorado Adamo, convocó a una marcha contra esta sede del Mercado Central dado que vende el pan a $11 el kilo, el precio lo puso el mismísimo Alberto Samid.
Hasta acá lo lógico y normal de una entidad patronal en defensa de los intereses de sus asociados pero hay algunas movidas bastantes extrañas; por un lado la sede del Mercado Central no tiene habilitación municipal ni hay un marco regulatorio para la misma y si le agregamos que no pagan impuestos y nadie controla la calidad de la mercadería que se vende y los altos valores que se pagan por los puestos, resulta más que sospechoso quién o quiénes son los beneficiarios de esta movida, seguramente no serán los vecinos matanceros.
Pero hay una vuelta de tuerca más, sucede que el fiel amiguito 
de Don Emilio Majori, Julio “Colorado” Adamo, estuvo reunido con el “Turco” Samid, teóricamente para reclamarle por el precio del pan pero Samid es tan hábil que termino vendiéndole a Adamo el puesto de pan en dicha sede; si ustedes leyeron bien, los que convocan a una marcha de protesta son los que usufructúan lo que critican. No nos olvidemos que Don Majori (lo de Don no es por respeto sino por otras acepciones que tiene el término) fue el impulsor del pan a 
$10 y ante la avalancha de pregunta de los medios, dijo que se vendía hasta las 120 de la mañana, después que era un tipo especial de pan, para finalizar impulsando el pan a $32 como se vende en San Justo y Ramos Mejía.
Esta historia da mucha tela para cortar, los mismos panaderos; supongo, comenzaran hacer preguntas incomodas a su 
conducción y algunos funcionarios municipales deberán a comenzar a elaborar argumentos sobre una sede que está muy floja de papeles. Hasta ahora es un gran negocio de Alberto “Turco” Samid, esperemos que las cosas se aclaren para que sea también un negocio para los matanceros. A 
todo esto, Alberto Samid ha puesto a remate todas las instalaciones de su cadena de Carnicerías “La Lonja”, algo llamativo para quién se autodenominaba “El Rey de la Carne”.
Los comerciantes de Isidro Casanova están muy preocupados por el impacto que tendrán esta sede sobre el volumen de ventas en sus comercios.