Por Prof. Joaquín G. Puebla
Del latín es donde procede, etimológicamente hablando, el término que ahora nos ocupa. Más exactamente nos encontramos con el hecho de que aquel emana del verbo subornare que era fruto de la suma del sufijo sub-, que puede traducirse como “debajo”, y el verbo ornare, que es equivalente a “equipar”. De esta manera, se llega a la conclusión de que subornare era 
sinónimo de “proveer a escondidas”.
Soborno es la dádiva con que se soborna y la acción y efecto de sobornar. Este verbo, con origen en el latín subornāre, se refiere a corromper a alguien con dinero, regalos o algún favor para obtener algo de esta persona.
El soborno también es conocido como cohecho o, en el lenguaje coloquial, coima. Se trata de un delito cuando un funcionario público acepta o exige una dádiva para concretar una acción u omitirla.
Es posible distinguir entre un cohecho simple (cuando el funcionario acepta dinero para cumplir con un acto) y un cohecho calificado (cuando la dádiva se entrega para obstaculizar o impedir la realización de una acción). La persona que ofrece o acepta la dádiva incurre en el delito de cohecho pasivo.
El cohecho es un delito que consiste en que 
una autoridad o funcionario público acepta o solicita una dádiva a cambio de realizar u omitir un acto inherente a su cargo. (Coloquialmente conocido como “soborno”; en América: “coima” o “mordida”).
En el derecho romano la palabra cohecho propiamente dicha no existe, es locución española (cofecho) basada en elementos latinos. Engloba como asociados algunos términos como prevaricación, corrupción, venalidad, colusión, concusión y otros conceptos
El cohecho es simple si el funcionario público acepta una remuneración para cumplir con un acto debido por su función o calificado si recibe una dádiva para obstaculizar el cumplimiento
de un acto o no llevarlo a cabo, ya sea dicho acto constitutivo o no de delito.
La persona que ofrece la dádiva o que acepta el pedido de ella comete el delito de cohecho pasivo.
En este delito se considera que el bien tutelado es la administración pública.
El Código Penal prohíbe a los funcionarios recibir regalos a cambios de decisiones administrativas, en el delito definido como de dádivas.
El delito de cohecho, precisa Jorge Vizueta, del departamento de Derecho Penal de la Universidad de Zaragoza, trata de penalizar tanto al que solicita o recibe un regalo o una dádiva por hacer algo como al que lo ofrece. El regalo es, precisamente, lo más característico del cohecho. Puede ser dinero en metálico, pago de servicios, viajes y, por supuesto, prendas de vestir o zapatos.
A un señor mayor se lo ve entrar a la secretaría de Tránsito y Transporte del municipio con una gran caja, dentro de la misma hay 10 pares de zapatos, son para Leticia Piris, Mariel Osam, Damiela Alaurito, Gina Lucio y una de las psicólogas que 
atiende en la secretaría.
Cinco funcionarias municipales y dos pares de zapatos para cada una, un regalo costoso dado que los zapatos son de la marca Fragola, de la fábrica de zapatos Ferli ubicada en Junín 1114 de Ciudad Madero.
Desde hace unos años en dueño de la empresa, José De Vito, concurre a la Secretaría comandada por la Lic. Leticia Piris a renovar su registro de conducir, por la edad, el mismo tiene validez por un año y es por eso que se ve obligado a concurrir 
cada noviembre a renovarlo.
Es sólo un trámite, pierde solamente un par de horas en realizarlo, para que esto sea así es que lleva varios de pares de zapatos para demostrar su gratitud a varias empleadas municipales que le allanan todos los obstáculos; es un hombre importante y muy ocupado, es por eso que no puede perder tiempo haciendo colas y concurriendo varios días para obtener su registro de conducir como cualquier mortal matancero mayor de 65 años. Los mayores de 65 años deben renovar su registro todos los años y en La matanza, deben concurrir hasta cuatro días consecutivos para hacer todos los exámenes. José De Vito no, él, a cambio de un par de zapatos, va y en un par de horas 
hace todo.
La situación no sería extraña ni desentonaría de la práctica habitual de la secretaría controlada por Osam y Piris, pero hace solo un par de semana siete empleados municipales de esa área fueron detenidos durante siete días bajo el cargo de…nadie se enteró el porqué de la detención de estos trabajadores municipales, se habló de muchas cosas pero nunca quedó en claro el motivo de su detención durante cinco días en diferentes comisarías matanceras.
Entonces está clara situación de recibir una dadiva para facilitarle a un empresario, ligado al clan Magario dado que pertenece a Mov.E.N. (Movimiento Empresario Nacional, comandado por Raúl Magario, padre todopoderoso de la Diputada nacional Verónica Magario), a cambio de allanarle el camino para obtener un registro de conducir, genera una indignación difícil de calificar.
Las pruebas están a la vista, si algún funcionario municipal desea intervenir o algún juez con ánimos y arrestos para hacerlo. En mi poder obran declaraciones del señor De Vito explicando la situación y su pertenencia y, también, está registrado su ingreso a la Secretaría de Tránsito y Transporte en las cintas de las 
cámaras de seguridad de dicha dependencia. También esta registrado el momento en el que abre la caja y comienza a realizar la repartija de zapatos a los funcionarios municipales antes mencionados.
¿Cómo puede ser que la Lic. Leticia Piris y su leal “maltratadora de personal” Mariel Osam hayan denunciado judicialmente a personal municipal por hacer “oscuros negocios” cuándo ellas mismas cometen un delito a vista de todo el mundo y el mismo queda registrado en las cámaras de seguridad?. De ética no es algo que hayan leído mucho, últimamente, estás funcionarias municipales.
No quiero extenderme más sobre el tópico pero sería bueno que alguien se pegue una vuelta por la Secretaría de tránsito y Transporte y vea las cintas, porque yo si lo hice y hasta hace 
unos días, las grabaciones estaban. Si interviene la justicia y no hay grabaciones se habrá cometido otro delito pero como no soy juez ni parte, otros serán los que deban emitir opinión sobre este particular caso.