“La Respuesta a los Ataques, son los 2300 trabajadores de prensa, que plebiscitaron a la Actual Conducción”

 

Lidia Fagale es la secretaria General de la Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires (Utpba), el gremio más numeroso de periodistas de la Argentina. En medio del debate sobre el rol de la prensa en la sociedad contemporánea, Fagale mueve el avispero. Asegura que los colaboradores o trabajadores freelance, son parte de la historia más rica del periodismo argentino. “Si no, miremos en los grandes suplementos literarios del diario Crítica, del diario La Nación, hablo de décadas atrás, hablo de los años 30’ o del 40`. Qué diríamos de las Aguafuertes Porteñas de Roberto Arlt, de González Tuñón con sus crónicas de guerra, o de José Martí con su pluma brillante. Qué era José Martí, si no era periodista”, explica Fagale. El debate es complejo, el periodismo alternativo, resulta no tan alternativo. Surgió al mismo tiempo en que se fue construyendo el falso ideal del comunicador, basado en un imposible, la objetividad. Imposible porque el periodista, por más que lo intente, nunca deja de ser un sujeto pensante, con ideas y modos de ver la realidad, y consiguientemente subjetivo. O sea, hubo una historia contada por los multimedios y sus trabajadores, y entre ellos, modos de pensar distinto. Pero al mismo tiempo, creció la presencia de los colaboradores de prensa, creció por necesidad ante el mercado laboral acotado que ofrecían los multimedios, y creció por virtudes y presencia propia. En ese contexto es inevitable hablar del gremio, cuya conformación se modificaría notablemente a raíz de esta realidad.

Por otra parte, resulta imposible obviar las frustradas elecciones que se iban a celebrar el 26 y 27 de septiembre de 2013, suspendidas por la justicia. Elecciones que se llevaron a cabo igual, pero que debieron transformarse en un plebiscito donde más de 2300 trabajadores le dieron el aval a la actual conducción. Tampoco es posible abstraerse de la polémica decisión de la Jueza María Alejandra D`Agnillo de suspender las elecciones, y de las intenciones de grupos violentos y facciosos que intentan tomar por medio de la fuerza o de una intervención, la conducción de la Utpba.

¿Qué opina sobre las críticas que hacen sobre los colaboradores de prensa, aquellos comunicadores que trabajan en algunos multimedios bajo relación de dependencia?

“Nunca en los anales del mundo del trabajo, se ha interpretado que la condición de trabajador te la de una empresa, eso constituye un absurdo importante. No hay en la historia laboral de los trabajadores semejante afirmación, es algo que, por lo menos, calificaría como un error ideológico conceptual; que no se ajusta ni siquiera a la construcción del sentido de clase. Pero aún sin llegar a definiciones claras de entender qué es la clase trabajadora, realmente que la prerrogativa de ser o no trabajador te la de una empresa, es para reírse a carcajadas. Y aparte, es para asustarse un poco. Porque supuestamente son trabajadores los que sustentan ese tipo de definiciones. A los compañeros los reconocen los propios trabajadores, no los empresarios”.

¿Cree que hay una agresión sin sentido, por parte de quienes conforman el grupo opositor, la Gremial de Prensa, el Colectivo, la Naranja de Prensa, agrupaciones minoritarias, que estarían intentando quedarse con la conducción de Utpba; o cree que quieren mostrarle al alguien, que han conquistado un espacio más?

“Es muy probable esto último. Pero la respuesta a ese tipo de política, a la agresión irracional, es mostrar resultados. Nosotros siempre hemos mostrado resultados democráticos y contundentes. Algo que es irrefutable, más de 2300 trabajadores de prensa vinieron a votar en septiembre. Son los mismos compañeros que van a defender su voto otra vez a cuenta del retroceso judicial que se dio por intervención de la Jueza, María Alejandra D`Agnillo, a quien ahora le llevamos una propuesta para votar el 6 y el 7 de marzo, tal como dicen las normas, treinta días después de presentados los padrones”.

¿En pleno verano, en plenas vacaciones?

“Sí, con 38 º de temperatura, tomando un helado, no dejando de tomar nuestras vacaciones, que por cierto, nos merecemos”.

¿Hubo cuestionamientos por los padrones, qué van a hacer con respecto a ese tema?

“Los padrones van a quedar en manos del ministro Carlos Tomada, y fueron expuestos ante entidades como la Auditoría General de La Nación a cargo de Leandro Despouy, ante el Servicio de Paz y Justicia (Serpaj) del premio nobel de la paz, Pérez Esquivel, y las embajadas de varios países. Simbólicamente, más de medio mundo va a tener el padrón de prensa. Además, vamos a colgarlo en la web, para que no haya problemas en ese aspecto. La propia Ley habla de exhibir los padrones, no de entregarlos. Aquellos que quieran verlos por la vía correspondiente, tiene que dirigirse a la Junta Electoral, que fue elegida por más de seiscientos compañeros hace siete meses atrás, en una Asamblea Extraordinaria, donde estuvo el representante del Ministerio de Trabajo”.

¿A propósito del rol de la prensa y el armado de los padrones, Haroldo Conti, Rodolfo Walsh y tantos otros periodistas colaboradores o que iniciaban sus propios proyectos periodísticos, eran periodistas, deberían estar o haber estado en los padrones?

“Casualmente, días atrás, un compañero de una agencia, a quien no quiero nombrar, la verdad es que me hizo sentir bastante disgustada. Porque hay ciertos códigos entre los compañeros, entre los trabajadores de prensa, que no se deberían romper. Y acá se rompió todo, me hace una entrevista, absolutamente manipulada y editada. Se los dije a ellos y lo repito, qué pena que no le rindan honor, a una persona extraordinaria como Paco Urondo, qué pena. Porque con la idea que sustentan, ni siquiera rinden homenaje al nombre que justamente intentan sostener a partir de una actividad comunicacional. Me llama mucho la atención hasta dónde puede llegar la ceguera y la miserabilidad política. No sé qué piensan ellos de Rodolfo Walsh o de Haroldo Conti, pero por supuesto que deberían estar en los padrones, ellos y todos los desaparecidos”.

¿Qué piensa de la figura del colaborador de prensa?

“Yo iría atrás en el tiempo, soy de las personas que, al mismo tiempo que admito, que el freelance, el colaborador, ha sufrido muchos abusos dentro de las empresas, por otra parte, creo que esa figura tiene que ver con la historia más rica del periodismo y del gremio de prensa. Si no, fíjese en los grandes suplementos literarios de Crítica y La Nación, hablo de décadas atrás, hablo de los años 30’ o del 40`. Qué diríamos de las Aguafuertes Porteñas de Roberto Arlt, de González Tuñón, con sus crónicas de guerra, o de José Martí con una pluma brillante. Qué era José Martí, si no era periodistas o colaboradores de prensa. ¿Acaso no existían? Creo que hay que tener mucho cuidado, hace falta referencia histórica. Y hay un problema en este mundo, de acuerdo a cierta lógica de pensamiento que indica que la historia empieza cuando uno llega. Acá no sé si es por deporte o por qué, pero todo el mundo te empieza a hablar de la historia a partir de su propia existencia. Por supuesto, lo debe hacer desde su comprensión, pero no hay coherencia, lo de atrás, para esos compañeros, no existió nunca. Y si reconocen su existencia, lo nombran como se les canta. Esos son comentarios  sin historia. Yo creo que es el legado funcional al poder económico, que dejó el poder real a través de la lógica neoliberal”.

¿Qué opina de las agresiones, de los insultos y la discriminación que surge de lo que señalan los grupos opositores en las redes sociales, y de lo que expusieron en la Asamblea de Prensa?

“Hay una forma fea del hacer política donde aparece permanentemente la denostación, la degradación del otro para posicionarse. Son como las vecinas envidiosas que necesitan que al otro le vaya mal para sentirse bien. Hemos conocido a gente así a lo largo de la vida, en nuestras familias hay gente así, esto es propio del género humano. Ahora, en el terreno de la política y siempre repito algo, parezco cansadora, pero la política no es un abstracto. En definitiva es una de las formas de comunicarme con el otro. La política tiene que ver profundamente con lo humano, en cómo yo me reconozco en vos y vos en mí, y esto no se trata de un mensaje de amor y paz. No se puede hablar de política sin cierto juego, cierta práctica, que implica que hay otro y no hay una verdad uniforme. Las verdades también son dinámicas, con esto no renuncio a la construcción universal de una verdad, pero existe una forma de manifestar esa verdad, que exige reglas de juego. En principio, cierta ética política y la ética política le cabe a todos, porque hay conceptos básicos que debemos compartir todos, más allá del posicionamiento que se tenga. Yo creo que se han roto algunos códigos, que para alguna gente todo da igual, y que se puede decir cualquier cosa de cualquiera. Yo llamo a eso como una suerte de alquimia política de la impunidad”.

¿Hay argumentos académicos sustentables, cree que la oposición no los conoce?

“Desde ese punto de vista, nos quedamos tranquilos, porque desde los alumnos de comunicación a través de las carreras del área, hasta el principal académico, pasando por las realidades que hemos visto y en las que hemos participado en nuestro país, con la Ley de Medios y lo que sucede en otros países del mundo, coincidimos plenamente. Me parece muy primitivo, ignorante, precario y no sé cuántas cosas más agregaría, creer que la prensa alternativa, no reúne a trabajadores de prensa, podríamos hacer un tratado con esto. En cuanto a la oposición, la verdad es que no sé si conocen o no los argumentos, sí sé que están al alcance de todos”.