Por Prof. Joaquín G. Puebla
La Secretaria de Tránsito y Transporte de La Matanza, la Lic. Leticia Piris, nos tiene, lamentablemente, acostumbrados a que sus desordenes nos complique la vida a los matanceros. Después del fin de semana largo de los carnavales, los vecinos del distrito se amanecieron con un caos y una peatonal en obras. El miércoles 18 de febrero, luego de cuatro días feriados, San Justo amaneció cortado al medio, dado que su arteria principal, Ignacio Arieta, estaba cerrada al tránsito por arreglos en su capa asfáltica. Ese no 
sería problema, es más, es una buena noticia pero a medida que pasaban las horas fuimos testigos de la descoordinación y falta de planeamiento de la Secretaría de Tránsito y Transporte de La Matanza, al constatar que, sobre la marcha iban implementando los desvíos de los colectivos; es decir, a medida que transcurría la mañana los agentes de tránsito iban tratando de ordenar el mismo según un ordenamiento contradictorio marcado por las autoridades municipales. En forma imprevista y sin ningún tipo de aviso, se colocaron carteles cambiando la circulación de Monseñor Marcón (ex Pichincha) en una tramo de 400 metros, desde Indart a Villegas. Realmente el tránsito fue enloquecedor ese día y nadie sabía nada de lo que estaba sucediendo.
A medida que transcurría los días, el desconcierto y descontrol siguió en aumento, vecinos que caminaban de acá para allá tratando de tomar un colectivo, nadie sabía por qué calles pasaban las líneas de transporte, unas iban por Monseñor Marcón, otras por Almafuerte, algunas por Florio y los más expeditivos tomaban directo por Santamaría.
Tampoco se sabía bien que pasaba con la calle Ignacio Arieta, hasta que los mismos comerciantes lograron hablar con algún funcionario que estaba al tanto del tema: se había comenzado la obra de Arieta Peatonal o, mejor dicho, semi peatonal, o peatonal por un rato.
Hacia el vienes, la oficina de prensa del municipio, emitió el siguiente comunicado explicativo: “La Secretaría de Tránsito y Transporte de La Matanza informa acerca de los desvíos en el transporte público en el centro de San Justo por las obras que se están realizando en la calle Ignacio Arieta.
Desde comienzo de semana, el centro de San justo sufrió varios desvíos en el transporte público que comúnmente circula por la calle Arieta entre Comisionado Indart y Villegas, tramo que está cerrado al tránsito por obras. Entre las principales modificaciones, la calle Monseñor Marcón ha 
cambiado su sentido entre Indart y Villegas, para que algunas de las líneas de colectivos circulen por dicha arteria. Este complejo reordenamiento de tránsito fue consensuado con las Cámaras de Comercio de la zona, y busca que los usuarios de estos transportes no deban caminar más de 200 metros que lo habitual desde y hacia las paradas. Este nuevo esquema incluye la total prohibición de estacionamiento las 24 hs. Las calles: Monseñor Marcón (entre Comisionado Indart y Villegas), Comisionado Indart (entre Monseñor Marcón y Arieta, sobre mano impar) y Villegas (entre Monseñor Marcón y Arieta). Los vehículos que estacionen en estos lugares serán remolcados. Es importante destacar esto para evitar incidentes por la gran afluencia de colectivos que circulan y que deben doblar en esas esquinas. En esta zona del centro de San justo se encuentran trabajando agentes de tránsito y guardia municipal guiando el tránsito y previniendo inconvenientes.
Leticia Piris, Secretaria de Tránsito y Transporte, destacó que “por Arieta normalmente circulan 164 servicios por hora, por eso es tan importante que los vecinos conozcan estos cambios temporales que han sido debidamente estudiados para que el usuario no camine más de dos cuadras de lo 
acostumbrado”. Además, agrego que “estamos abiertos a realizar alguna modificación si este reordenamiento no se adecua a las necesidades de vecinos y comerciantes”.
Nuevo recorrido línea por línea:
113: Avenida Santamaría, Illía, su ruta.
55: Comisionado Indart, Juan Florio, Ilía, su ruta.
622/628/378: Arieta, Comisionado Indart, Entre Ríos, Ilía, su ruta.
630/180: Arieta, Comisionado Indart, Entre Ríos, Ilía, su ruta
242/624/96/620: Arieta, Comisionado Indart, Monseñor Marcón, Villegas, su ruta”
Ahora bien, ¿el comunicado no podría haber sido emitido días antes para su difusión entre los vecinos del distrito?, después de cuatro días de feriado, ¿no se podría haber aprovechados esos días para colocar los avisos de cambio de mano para evitar problemas y confusiones?.
UN NEGOCIO MUY MENTADO
El Dr. Ignacio Arieta fue médico y legislador. Radical toda su vida, encabezó la lucha por lograr que San Justo continuara siendo cabecera del Partido pero, seguramente, nunca sospechó que su nombre fuera el telón de 
fondo de un negocio inmobiliario de características faraónicas que sería impulsado por los jefes de la “municipalidad paralela” y algunos comerciantes inescrupulosos.
Durante muchos meses se especuló con la obra de Arieta peatonal, el mismísimo Intendente Municipal se contradijo varias veces respecto al tema, pero estos ir y venir no era por falta de información ni por casualidad, sino que simplemente estaban esperando que las fichas fueran acomodadas correctamente para darle impulso a un meganegocio que cambiaría el rostro de San Justo.
El mismo es importante emprendimiento inmobiliario y comercial que necesita, para su éxito comercial, que Arieta fuese peatonal. Se trata de la construcción de una torre de 20 pisos y con un mini shopping en su interior.
El meganegocio estaría siendo motorizado por José Lino Dattoli, asesor estrella del municipio y, presumiblemente, “Jefe de la Municipalidad Paralela”, la encargada de recaudar y administrar los oscuros fondos que origina la corrupción.
Dattoli, nacido el 25 de marzo de 1959, con domicilio legal en Santa Rosa al 2400 de Castelar, es un monotributista de clase C, por tener ingresos de hasta 15 mil pesos anuales (nadie se lo cree, su sueldo como asesor estrella del municipio supera ampliamente esa cifra) y que se dedica a la construcción.
José Lino Dattoli en julio de 2014 solicitó un préstamo de más de 5 millones al banco COMAFI (sucursal de San Justo y del cual no habría abonado ninguna cuota) para un emprendimiento inmobiliario. Este dinero se habría usado para la ingeniería financiera para comenzar la construcción de la torre y el centro comercial.
La demora y las idas y vueltas de la Peatonal Arieta se debieron a que un empresario sanjustence y el dueño de una importante propiedad de dicho centro comercial se negaron a participar del negociado. Fueron muchos meses de presiones y aprietes para estos empresarios, desde inspecciones de todo tipo hasta acciones de amedrentamiento y hechos de inseguridad relacionada con sus familiares más directos, hasta que un hecho de gravísima trascendencia personal (el secuestro de uno de los hijos) los obligó a sentarse a negociar.
Con la propiedad a su disposición, “la entente incordiale” comenzó a gestionar los pasos que han de llevar a la concreción de tan ambicioso proyecto.