Por Prof. Joaquín G. Puebla
Un busto de Eva Duarte de Perón, que se creía destruido, fue encontrado hace poco más de un año, enterrados en un campo de La Matanza.
La obra es de Leone Tommasi (Pietrasanta; 1903 – 1965); pintor y escultor italiano. A él se debe haber transformado su ciudad natal en un centro del trabajo artístico del mármol.
Leone Tommasi nació en Pietrasanta, Italia, lugar donde pasó la mayor parte de su vida. Estudio primero en la Academia de Bellas Artes de Roma y la de Brera en Milán, donde se diplomó con Achille Alberti en 1926.
Durante 20 años fue profesor en la Escuela de Arte Estático de Pietrasanta. A pesar de haberse dedicado extensamente a la escultura, fue un eximio pintor, considerado el más grande acuarelista de su época.
Entre 1950 y 1954 viajó a la Argentina para realizar las grandes estatuas de contenido social que se colocaron en el frontispicio superior de la Fundación Eva Perón y las proyectadas estatuas a Juan Domingo Perón y Evita. La estatua de Perón había sido diseñada para medir 62 metros, pero nunca llegó a ser construida. Cuando se produjo el golpe de estado militar que derrocó al presidente Juan Perón, las estatuas fueron destruidas por los golpistas y arrojadas al Riachuelo. En 1996 el presidente Carlos Menem encargó la búsqueda de las estatuas en el fondo del río, encontrándose tres que actualmente adornan la quinta de San Vicente donde fueron depositados los restos de Juan Domingo Perón.
Fue gracias a Tommasi que Pietrasanta inició su florecimiento como centro de los grandes artistas del mármol. Ha sido llamada por eso la pequeña Atenas.
La historia de estos cinco bustos de Eva Duarte de Perón es realmente interesante. Durante la llamada “Revolución Libertadora” tres de estos bustos (hechos en mármol) fueron arrojados al Riachuelo y los otros dos (hechos de una aleación de bronce), uno fue destruido públicamente y del otro no se supo más nada.
Durante 60 años no se supo nada del “quinto busto” de la “Abanderada de los Humildes”, es más, se lo creía destruido pero mientras desmalezaban un campo para la siembra, encontraron el busto perdido de Evita y el mismo es un hallazgo histórico, de gran significación para el peronismo y aún más para el peronismo matancero, dado que se encontró en un campo del distrito y La Matanza, como sostienen los militantes locales, es la capital nacional del peronismo.
Semanario “Quinto Poder” tuvo acceso, en exclusiva, a la historia de este hallazgo histórico y pudimos dialogar con los actuales poseedores de esta obra de arte, quienes solicitaron hacer reserva de su nombre por cuestiones de seguridad. Nos referiremos a ellos como Carlos y Camila.
QP: ¿Cómo encontraron el busto de Evita?
Carlos: “Sinceramente fue un hallazgo que nos dejó muy sorprendidos por el lugar donde lo encontramos. Hace un par de años un tornado azotó la zona y en medio de nuestro campo había tres árboles que fueron plantados, en forma de triángulo, por mi abuelo. El tornado volteo dos de los tres árboles, nosotros solíamos tomar unos mates a la tarde bajo los mismos, era una tradición familiar que viene de la época de mi abuelo, que fue quién los plantó. Ver el triángulo destruido era algo que nos tenía mal y hace un año decidimos remover la raíz de los dos árboles caídos y replantar. Cuando empezamos a excavar, trajimos una excavadora mecánica para hacerlo, la pala levanta una gran porción de tierra, justo del centro del triángulo que formaban los árboles y al descargar sentimos que algo metálico golpeaba el piso y encontramos un bulto envuelto en una bolsa de cuero bastante deteriorada. Dentro de la bolsa de cuero estaba envuelto en varias capas de arpillera un busto de bronce. Al principio no reconocimos de quién era y lo llevamos al galpón y lo dejamos ahí durante meses”.
Camila: “Un día, hablando con nuestro padre se nos ocurrió preguntarle si sabía algo de una escultura enterrada en el campo. El pobre viejo se emocionó mucho – está internado en un geriátrico por su frágil condición de salud – y nos contó que su padre, es decir nuestro abuelo, había enterrado una estatua pero nadie sabía dónde ni porque. El abuelo antes de morir le dijo que había enterrado una estatua de Evita pero no le dijo dónde lo había hecho y aún menos el porqué, dado que el abuelo era un reconocido antiperonista. Papá había buscado la estatua en varias partes del campo pero nunca la encontró. Nosotros nos intrigo mucho la historia y comenzamos a investigar y pudimos hablar con un viejo amigo del abuelo, que falleció recientemente y él contó la historia o más bien lo que sabía, dado que no fue participe de la misma sino que fue un confidente de nuestro abuelo”.
QP: ¿Pero cómo termina esa obra enterrado en su campo?
Camila: “Buenos parece ser que nuestro abuelo, a pesar de ser antiperonista, no estaba de acuerdo con la revolución libertadora ni la persecución a los peronistas. Un día se le aparece por el campo un viejo amigo – creo que fueron compañeros de la escuela – y le pide por favor si se puede quedar unos días en el campo. Por esa época el abuelo vivía en el campo pero también tenía una casa en González Catán para que sus hijos (nuestro papá y tíos) pudiesen ir a la escuela e iba los fines de semana para estar con la familia. Al fin de cuentas, el amigo se quedó un par de meses y cuando se calmó las cosas, lo perseguían por ser peronista, le pidió al abuelo enterrar el busto de Evita pero que lo hiciera en secreto y no se lo contará a nadie. Nuestro abuelo era un hombre muy reservado y nunca dijo dónde había enterrado el busto ni quién se lo había dado, ni cómo llegó a las manos de su amigo el mismo”.
Carlos: “A partir de la firma que tiene el busto en la parte trasera pudimos determinar que lo había hecho Leone Tommasi y cuando comenzamos a investigar un poco más, nos enteramos de que el mismo era único y de toda la historia relativa al mismo”.
Carlos y Camila, luego de investigar y asesorarse a fondo, han decidido desprenderse del mismo porque consideran que es una pieza histórica, pero cuando comenzaron a ventilar la historia fueron abordados por estafadores, ladrones y demás yerbas que quisieron hacerse con el mismo. Por consejo de su abogado comenzaron a realizar gestiones reservadas y han aparecidos varios interesados para adquirir la reliquia histórica.