Prof. Joaquín G. Puebla
Heráclito de Éfeso (Heráclito de Éfeso – en griego: Ἡράκλειτος ὁ Ἐφέσιος Herákleitos ho Ephésios – , conocido también como “El Oscuro de Éfeso”, fue un filósofo griego. Nació hacia el año 540 a. C. y falleció hacia el 480 a. C. Era natural de Éfeso, ciudad de la Jonia, en la costa occidental del Asia Menor (actual Turquía). Como de los demás filósofos griegos anteriores a Platón, no quedan más que fragmentos de sus obras, y en gran parte se conocen sus aportes gracias a testimonios posteriores) dijo en algún momento: “El carácter de un hombre es su destino”.
Hay veces (y esto suele pasar constantemente en la política) suceden cosas no muy correctas o que, directamente, están muy reñidas con la moral y las buenas costumbres y que no deberían suceder pero, si igual suceden, los protagonistas del suceso tratan de esconder o, mejor dicho, de borrar toda prueba de ese suceso vergonzoso.
Recapitulemos: su sucede algo y nadie quiere que eso trascienda se encuentra la manera de silenciar a los testigos casuales del hecho y todo sigue su curso. Pero también hay hechos tan graves que, de trascender, será una pesada carga y una condena para aquellos que tuvieron algo que ver con lo sucedido. Unos por ser los protagonistas y otros por ser cómplices silenciosos.
Esto nunca sucedió, ni va a volver a suceder ni las tres personas que confirmaron el suceso dijeron nada. Es impensable que ocurra esto y nadie admite que sucedió porque, más allá de los testimonios, que negaron y negaran todo, es impensable que suceda.
Hay personas que cambian mucho por el dinero, el poder o el consumo de sustancias que alteran el carácter (como el alcohol) que en momentos de tensión o de extrema intolerancia les desinhiben los mecanismos psicológicos que, normalmente, impiden que hagan cosas que “nunca antes hicieron”.
Insisto, nunca sucedió (ni volverá a suceder) lo que les voy a contar. No es una mentira ni un relato fantástico pero nunca sucedió (ni volverá a suceder).
Una mesa chica de planificación de estrategias políticas con dirigente de peso o de oidores complacientes y aplaudidores de reflejos rápidos. La conducción política en pleno (dos personas) está exponiendo sus pareceres. Habla solo el que tiene las jinetas más anchas y los otros escuchan con interés o apatía o masticando rencores viejos y no tan viejos. Una frase sobre el posible futuro próximo hace que la otra parte de la conducción política comente por lo bajo (pero no tan bajo) que ese futuro próximo podría no ser tan próximo porque hay riesgo de que no suceda porque existe la “insospechada posibilidad” de que no se concrete por la acción y/u omisión del accionar judicial.
El que estaba exponiendo su posible futuro próximo reacciona sin pensar y de un cachetazo o de una caricia fuerte o de un plumazo sin pluma o sin querer queriendo le cierra la boca a la otra parte de la conducción política que opino inesperadamente y originó esta reacción.
Según se mire algunos justificaran el suceso y, para otros, será injustificable pero “como nunca sucedió ni volverá a suceder” los juicios de valor sobre dicha acción están de más.
Desde ese momento la conducción política anda cada uno por su lado. Si uno camina por San Justo la otra parte anda por González Catán o Gregorio de Laferrere y viceversa. Si no existe otra posibilidad y deben compartir palco o protagonismo en un acto, lo hacen a disgusto y se les nota en la cara pero todo sea por los votos, que los mantienen en el poder y lejos del accionar judicial.
A partir de esto entiendo reacciones extrañas ante hechos de extrema violencia de género que sucedieron pero que nunca ocasionaron una reacción de condena pública ante esos sucesos.
No hace mucho publicamos el caso de “Ella” una menor de edad que fue violentamente ultrajada y quedo al bode de la muerte durante muchos meses. Tiempo después del suceso, con severas complicaciones de salud, “Ella” se animó a contar su historia para nuestro medio. A partir de esa nota (https://semanarioquintopoder.com/?p=17313) hubo una reacción por parte del ejecutivo municipal y, en la persona Delia Juárez, secretaria de Atención Ciudadana, a quién le agradezco enormemente lo que hizo (nunca pensé decir esto), le dieron una mano importante para que “Ella” tenga atención médica continua y un modo de ganarse la vida.
UNA GUERRA SILENCIOSA
La conducción política matancera anda a las patadas (literalmente hablando o no tanto) porque se andan cruzando acusaciones sobre la responsabilidad de haber mantenido en el gabinete municipal a un funcionario que ha acarreado problemas bastantes complejos.
La Intendente matancera, Verónica Magario, ha quedado pedaleando al poner las manos en el fuego por el renunciado Secretario de Protección Ciudadana, Dr. Carlos Orsingher, luego del escándalo del “Pastor Justiciero” y asegura que “ella no lo quería en el gabinete pero Fernando lo impuso” y Orsingher dice que él había presentado la renuncia antes de la asunción de “La Magario” pero que la misma no fue aceptada y le pidieran que siga. Fernando Espinoza mira hacia otro lado y no se hace cargo.
El expediente judicial no complica a Orsingher (hasta ahora) pero, a partir de la investigación judicial, el que estaría muy complicado sería el jefe de Asesores, Asesor Estrella de municipio, conductor político de la Intendente, padre putativo de la misma, Pte. del PJ matancero y bonaerense (en uso de licencia porque fue a jugar de candidato a otro espacio político pero dice que después vuelve al PJ) y candidato a tercer Diputado nacional, Fernando Espinoza dado que hay más de 5 mil horas de escucha telefónica sobre el mismo que han abierto muchas líneas de investigación paralelas.
El Concejal de “Cambiemos”, Miguel Calvete (reportaje que publicamos en esta edición también) adelantó a nuestro medio que se constituyó como querellante en la causa y aseguró que “Espinoza es sujeto de investigación judicial”.
Muy malas noticias para el mandamás matancero; todo esto se da en un marco político raro porque a pesar de haber ganado ampliamente las elecciones PASO y que en octubre las cosas se estarían dando para aumentar el caudal de votos donde especulan todos (oficialistas y opositores) que el oficialismo matancero estaría perforando la barrera del 50% de los votos, Magario y Espinoza no pasan por el mejor momento político interno y externo.
En lo interno queda bastante en claro que fue Cristina quién traccionó en las elecciones PASO y volvería a repetir la hazaña en las generales de la próxima semana.
Espinoza no logra afianzarse fuera del distrito y varios integrantes de las diferentes “ligas de Intendentes” están rosqueando para ver si pueden moverlo del sillón de la Presidencia del PJ. Es más, algunos estarían intentando impulsar a Verónica Magario para reemplazar a Espinoza y, en el distrito, más de uno viene amenazando de presentarle cara en la internas del PJ que, se espera, sean en diciembre de este año.
Rubén Ledesma, Heraldo Cayuqueo y algún gremialista más estarían tratando de armar un frente para disputarle a Espinoza y Magario la conducción partidaria en el distrito.
En un principio algunos de los “brillante candidatos” que Daniel Martínez, Rector de la UNLaM, habría impulsado en las listas de Florencio Randazzo se anotaron en esta patriada pero el cambio de agenda de Martínez dejó a “sus empleados pedaleando en el aire”.
Pero todo esto ocurriría hacia diciembre pero las elecciones legislativas son el próximo fin de semana y todos están pensando en los fiscales, las escuelas, la librería, la comida, etc.
Según pudimos confirmar habría nuevamente problemas en la fiscalización del oficialismo (problemas que sería subsanado por la ayuda de la oposición) porque hay un clima de “ya ganamos” y los militantes están un poco hartos de las acciones de los “dedodirigentes” (dirigentes designados como tal por el dedo de la conducción política) que para quedar bien aprietan a la militancia.
“Estos muchachos están confundidos” me comentaba un militante de Tablada y aseguraba que “Nos aprietan a nosotros que siempre estamos militando y ellos, los dirigentes designados a dedos solo vienen a las reuniones a gritarnos y maltratarnos. Nunca los vimos laburando y nunca los volveremos a ver militando”.
Una compañera de Villa Luzuriaga se quejaba que “Quedamos muy mal en la localidad, la Gorda María Laura no entiende que apretar a la gente, gritarles, ningunearlos y otras salvajadas más no es conducir” y agregaba muy enojada que “Y encima Fernando la sigue bancando. Esperemos que salga electa y se vaya unos días por semana del distrito no la aguantamos más”.
En Villa Celina las cosas no andan mejor porque a la derrota inesperada se le suma la poca cantidad de extranjeros que fueron a votar y esos votos son, en su mayoría, para el oficialismo. Medio que hubo una pequeña apretada al Delegado municipal Pedro García (en realidad “La Magario” lo cagó a pedos en una visita de campaña a la localidad delante de toda la gente) para que se pongan las pilas y le envío refuerzos para vigilar sus esfuerzos.
“Menos mal que Cristina decidió ser candidata porque si no, en Matanza, estábamos al horno con papas” me comentaba un fino analista político del distrito y los resultados de las elecciones PASO le dieron la razón. Hace unos días aseguró que “Posiblemente superemos el 50% de los votos pero hay que ser claros y contundentes: esos votos son de Cristina”.
La mayoría de los dirigentes del oficialismo coinciden y sostienen que “Estamos muy mal en lo local” porque ven un “doble comando” que no anda, ninguno de los dos conduce. “Teóricamente Fernando estaría más atento al frente externo y Verónica en lo local. Después Verónica se proyectaba hacia afuera y Fernando le hacia el aguante en la gestión, pero volvieron a cambiar los roles y ahora no sabemos cómo es el tema” trataba de explicar un destacado dirigente del oficialismo.
“Es imposible cerrar un frente interno porque no tenemos nada que nos aglutine. Ni Fernando ni Verónica nos dan bola y la dirigencia y la militancia matancera somos aplaudidores y solo servimos para hacer bulto en los actos” se expresaba un dirigente aliado al oficialismo.
¿Y LA OPOSICIÓN?
“¿La oposición?, bien gracias pregunta” se podría resumir el clima que se vive de la vereda de enfrente del oficialismo matancero.
“Cambiemos” vive con euforia estos últimos días de campaña porque, si bien saben que no tienen chances de ganar, saben que pueden llegar a un 30% de los votos; cosa impensable para ellos hace unos meses atrás.
El desempeño de “Cambiemos” en las elecciones PASO dejó muy mal parado al “Ministro Sin Educación”, Dr. Alejandro Finocchiaro porque había adelantado a la mesa nacional del PRO que en “La Matanza se perdía por paliza y que no se llegaba al 15%”. Nuestro medio, en varias notas, remarcamos que Miguel Saredi, primer candidato a Concejal, solito tenía el 20% de intención de votos; de ahí con la ayudita del partido llegar al 25% es un saltito.
Pero parece que el “Ministro Sin Educación”, Dr. Alejandro Finocchiaro quiere adjudicarse el mérito del crecimiento del espacio en el distrito y está muñequeando para hacer notar su presencia cuando, lógicamente, debería esforzarse y sumar para asegurar el resultado y, luego, jugar la interna. Si el próximo domingo “Cambiemos” crece y llega al 30% habrá sido un mérito del equipo y de los candidatos (en realidad “el candidato” porque Saredi es el único que está haciendo campaña las 24 horas del día), pero si no se llega al objetivo habrá que hablar con Finocchiaro y explicarle un poco de cómo se hace política en conjunto.
El Frente 1País andan de parabienes porque les da tercero en el distrito y están viendo si emprolijan la fiscalización para mantener el piso de las PASO y sumar algunos puntos más.
El Frente de Izquierda y los Trabajadores, según encuestas locales, estarían quedando bien posicionados delante de Heraldo Cayuqueo del Frente Justicialista “Cumplir”.
Según algunos números coincidentes el oficialismo matancero estaría rozando o superando el 50% de los votos seguidos por “Cambiemos” que estaría alcanzando el 30%. El Frente 1País quedaría tercero y el Frente de Izquierda y los Trabajadores estarían superando al Frente Justicialista “Cumplir”.
Veremos, aún falta unos días y pueden ocurrir algunos eventos que cambien el panorama.