Por Prof. Joaquín G. Puebla
No me gusta meternos en cuestiones personales, cada uno/a disfruta como mejor le place o puede y comparte su tiempo y sentimientos con quién mejor le acomode; pero hay situaciones que engloban otras cuestiones que superan lo estrictamente personal. Podríamos decir que la historia que pasamos a informar es algo relacionado con la precariedad del trabajador municipal matancero en general y, a los que se desempeñan en el HCD, en particular.
El Concejal Marcelo Haljan lleva casi dos años de mandato y es hijo del secretario administrativo del Honorable cuerpo deliberativo. En todo este tiempo como edil no tuvo un protagonismo destacado pero si protagonizó algunas chambonadas olvidables.
Reitero, no suelo meterme en la vida privada de las personas y tampoco me gusta hacerlo pero en el caso del Concejal Haljan lo privado se convierte en público porque utilizó sus prerrogativas como representante elegido del pueblo matancero para armonizar su vida privada. Hace rato que teníamos el dato pero como era de la vida privada no avanzamos con el tema.
Es común que los Concejales nombren para que trabajen en su despacho a familiares directos o indirectos. Se puede estar de acuerdo o no pero sucede más que a menudo.
El Concejal Marcelo Haljan al asumir su banca nombró, para atender su despacho, a tres jóvenes mujeres. Transcurrió el tiempo y Haljan inició una relación sentimental con una joven (bastante joven); hasta acá todo bien pero a principios de este año la oficina del edil se convirtió en un lugar poco saludable para trabajar porque Haljan, usando las prerrogativas que le confiere su cargo, realizó un cambio en su equipo de trabajo.
Sin mucho aviso ni escandalo removió a L. G. (no ponemos su nombre completo para no exponerla) que recientemente se había reincorporado luego de dar a luz a su bebe y en su lugar designó a Sol Providenza, una escultural joven que protagonizó un par de marchas solicitando obras para el B° “22 de Enero”.
En una de las marchas cortó Ruta 21 en su intersección con Cristianía y, en otra marcha, protestó frente al Palacio Municipal. Como podrán ver en las fotos que ilustran la nota, la joven Sol Providenza se sacó varias fotos como si estuviera en una pasarela de un desfile de modas y no en una marcha reclamando obras para uno de los barrios más carenciados del distrito.
Cuando la Intendente municipal, Verónica Magario, se enteró que la novia de un Concejal protestó y cortó una ruta se enojó muchísimo y enfrió, ostensiblemente, su trato con el edil oficialista.
Todo podría quedar en una anécdota no digna de ser publicada pero, recientemente, las otras dos empleadas que aún trabajaban en la oficina del Concejal Haljan se fueron de la oficina del mismo dispuesta a renunciar. No trascendió los motivos de esta intempestiva decisión pero debe haber sido algo grave porque cual galgo detrás de un conejo, Haljan padre (Juan Carlos Haljan) correteo a las chicas, conversó con las empleadas de su hijo y las hizo cambiar de parecer.
Hoy ambas cumplen funciones en la oficina del Secretario Administrativo de HCD y Diputado Provincial electo.
Fin de la nota pero no sabemos si es el fin de la historia.