Por Prof. Joaquín G. Puebla
La Matanza tiene uno de los sistemas de salud municipal más grande del país (http://www.lamatanzainforma.com.ar/hospitales/). Esta incluso más desarrollado que el de muchas provincias. Muchos de los servicios del sistema de salud fueron creados, estimulados y protegidos por el personal municipal y, en su momento, las cooperadoras de dichos centros de salud. Un claro ejemplo de esto (no es el único) es el Centro de Vías Respiratorias en San Justo y otros servicios más que alcanzaron un alto grado de profesionalismo a partir de la dedicación y entrega de los profesionales, los trabajadores municipales y la comunidad.
Pero en la actualidad la mayoría del sistema sanitario municipal cayó en manos de cuatro o cinco (son bastantes más) inescrupulosos que han hecho de la salud pública un gran negocio. Desde puesto jerárquicos administrativos de la Secretaría de Salud del municipio y desde la Dirección de algunos de los hospitales municipales han logrado poner en marcha emprendimientos personales (como Clínicas Privadas) que les reportan importantes ingresos a sus insaciables bolsillos.
Esto lo han hecho a lo largo de varios años y en esa construcción de emprendimientos personales han contado con la colaboración y el estímulo de la “Corporación Médica” matancera que maneja casi a su antojo la carrera médico hospitalaria municipal. Obviamente no todos los profesionales médicos municipales del distrito integran esta asociación casi ilícita; hasta hace unos años podría afirmar que una minoría selecta era la que se enriquecía a costa del sistema público de salud pero, en la actualidad, dichos guarismos se han dado vuelta.
El pasado 20 de agosto publicamos la nota “LA INSALUBRIDAD MATANCERA: REMEDIOS VENCIDOS, MÉDICOS SIN TÍTULOS Y LA CORPORACIÓN MÉDICA EN ACCIÓN” (https://semanarioquintopoder.com/?p=21612) que fue el inicio de una larga investigación que deja al descubierto (con nombre y apellido) a renombrados profesionales de la salud y funcionarios municipales matanceros. La investigación nos ha llenado de asombro y, a la vez, de mucha bronca porque vemos un plan bien orquestado y diseñado, hace muchos años, donde primero coaptaron la estructura administrativa del área de salud del municipio para, desde allí, ir construyendo clínicas privadas de gran renombre y pompa. A su vez, la “Corporación Médica” matancera mientras no le tocaran sus beneficios no se inmiscuía en los asuntos del “G7”.
Si bien el “G7” es una empresa, los municipales matanceros del área de salud se refieren a ellos como “Los 7 Grandes” pero esto es material investigativo que publicaremos más adelante cuando abordemos la historia y el presente de esta empresa tan ligada a la salud matancera.
SIN PROYECTOS NI POLÍTICAS SANITARIAS
Antes que nada quiero señalar que, en toda esta situación (en los referente al “G7” y “Corporación Médica”), el Doctor Alejandro Collia tiene poco y nada que ver porque cuando asumió el cargo todo estaba funcionando aceitadamente. Supongo que de algo debería haberse percatado porque es un hombre de amplia experiencia política y administrativa en el área de la salud pública (fue ministro de Salud de la provincia de Buenos Aires) pero en estas maniobras, lo pasaron como poste caído. Nuestro medio habló con el Dr. Collia y lo pusimos en antecedentes de la presente investigación que comenzamos a difundir.
Desde el 2011 el municipio matancero no tiene una política de salud. El ex Secretario de Salud, Dr. Francisco Grosso, intentó darle una orgánica criteriosa al área y se jugó y bancó la parada para intentar cambiar algunas cuestiones que estaban muy ligadas a corruptelas y negociados
pero el esquema político – administrativo montado por Fernando Espinoza y Verónica Magario (Intendente municipal y Presidente del HCD, respectivamente) generaron una interna que, virtualmente, dejó paralizada la acción de la Secretaría de Salud, costándole el puesto al Dr. Grosso. El mensaje fue muy claro: “Algunos negocios y personas no se tocan”.
Luego del aplastante triunfo del 2011, Fernando Espinoza comenzó con sus sueños de Gobernador o, Vicegobernador o, algún cargo en la futura administración presidencial de Daniel Scioli. Luego de las sucesivas derrotas electorales que se dieron posteriormente (y que lo dejó bastante maltrecho al “Conductor Político” del distrito) se encontraron con un panorama vacío de políticas públicas desde el municipio hacia la sociedad.
Entre el 2011 y 2015 se priorizó la campaña política de Espinoza por sobre la generación de políticas públicas, solo había enunciados, vacíos de contenidos, sobre determinados temas y, a líneas generales se esperaba el triunfo de Fernando Espinoza para empezar a atender la problemática matancera. Al no producirse el mismo todo quedó en stand by.
Durante estos años la gran apuesta, en lo referente a políticas públicas para el área de salud, era la de “Provincializar” los hospitales municipales matanceros y, con el ahorro correspondiente, fortalecer las Unidades Sanitarias. Al no ganar ni Espinoza ni Scioli, el plan maestro quedó en la nada y la administración de la salud en el distrito se quedó, también, sin nada.
Desde el 2015 a la fecha algunas cosas han cambiado en el área de salud, como el ordenamiento en bromatología (no solo se ordenó administrativamente sino que se “pulió” el reparto de las ganancias extorsivas) y algunas cuestiones más pero el resto, quedó en piloto automático.
LAS BACTERIA ASESINA DEJA AL DESCUBIERTO LAS FALENCIAS DEL SISTEMA SANITARIO MATANCERO
La alerta por la bacteria streptococcus pyogene y que habría provocado ya seis muerte (http://www.perfil.com/noticias/salud/bacteria-murio-un-adulto-y-ya-son-cinco-los-muertos-en-todo-el-pais.phtml) puso en evidencia las falencias del área de salud de municipio ante la enorme demanda de la población. Todos los consultorios municipales se vieron desbordados ante la demanda de la población solicitando atención médica.
Según fuentes fidedignas del área de salud del municipio matancero solo había “en la farmacia del Hospital de Niños de San Justo, solo había 5 kits de análisis para los hisopados realizados a los pacientes con síntomas de haber sido afectados por la bacteria. Estos 5 kits de análisis estaban en el Hospital de Niños de San Justo pero en el resto de los Unidades Sanitarias y Hospitales municipales no había ninguno ni, tampoco, se realizaron compras de emergencia de dichos kits”.
Si bien no hay casos confirmados en el distrito de afecciones provocado por dicha bacteria asesina si se han diagnosticado varios casos de Escarlatina (La escarlatina o fiebre escarlata es una enfermedad infecciosa, aguda y febril producida por el Streptococcus pyogenes del serogrupo A. Su período de incubación es de 2-4 días).
Ante la sicosis desencadenada por las muertes ocasionadas por la bacteria asesina, la demanda de atención médica de la población se incrementó drásticamente y las misma fue atendida como se pudo y esto dejó al descubierto graves falencias del sistema municipal sanitario.
A modo de ejemplo podemos señalar que, mientras en los consultorios del Hospital de Niños de San Justo y el Hospital Materno – Infantil “Teresa Germani” de Gregorio de Laferrere estaban desbordados, los médicos de las Unidades Sanitarias municipales cumplían sus rutinas en forma normal.
En la mayoría de los casos los profesionales médicos que atienden en las Unidades Sanitarias tienen una elástica interpretación de su horario de trabajo. Si bien el mismo es de 08.30 a 13 horas, durante ese horario solo se atienden a los pacientes que solicitan turno con anterioridad. Este listado va de 20 a 25 pacientes en promedio y el médico los atiende en una o dos horas. Luego de atender el listado la mayoría de los profesionales médicos (no todos, hablo de la mayoría) suelen retirarse, silbando bajito, mucho antes de finalizar su horario de trabajo aludiendo que “sus paciente ya fueron atendidos”, más allá de que tengan extensión horario o cualquier otro beneficio al respecto.
Casi todas las Salas de Salud y/o Unidades Sanitarias cierran sus puertas a las 13 o 14 horas y trabajan solo de lunes a viernes, dejando el sábado la puerta bien cerrada cuando debería estar abierta.
Ante este aumento geométrico de la demanda de la población por un hecho puntual se podría haber derivado a algunos pacientes hacia las Unidades Sanitarias para ser atendidos pero no se hizo porque los médicos de dichos centros sanitarios cuentan con una deficitaria formación y, hay muchos, que todavía no han hecho su residencia.
La situación es grave, más allá que el municipio invierta muchos recursos en las Salas de Salud y/o Unidades Sanitarias porque, principalmente, el personal profesional no se atiene a la normativa vigente aduciendo el “salario escaso que cobran” o las “malas condiciones de trabajo”, cosa que es cierto pero que no los exime de cumplir con sus obligaciones.
Esta situación es una pequeña muestra de hechos y situaciones que ocurren a diario en las diferentes dependencias del área de salud del municipio y todo está amparado por “EL G7” y la “Corporación Médica” matancera dado no quieren líos ni protestas porque temen que pueda afectar “sus corruptelas y negociados”.
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