Por Prof. Joaquín G. Puebla
Alguna vez Fernando fue nuestro.
Era nuestro cuando andaba cerca del vecino, los militantes y los dirigentes peronistas matanceros. Al poco tiempo (principios del 2012) Nuestro Fernando desapareció y, meses después, hizo su aparición el Fernando de Ellas y Ellos.
Este Fernando estaba “Tuneado, con la Carmela al día y el casquete engominado” me comentaba un ex amigo y agregaba que “Yo fui amigo de otro Fernando, con el cuál tomábamos mate y hablábamos de cosas importantes: la familia, los amigos; esas cosas”.
El Fernando de Ellas y Ellos se rodeó de estrellas políticas, se convirtió (“a fuerza de gruesos billetes”, según algunas malas lenguas) en el objetivo de fotógrafos y camarógrafos. Ese Fernando jugó millones por una candidatura que no fue.
En el 2015 volvió a Matanza con las manos vacías de cargos, pasó de “Intendente Poderosos a Asesor Estrella, también poderoso”.
Ensayó con Verónica como “Espolón de Proa” (Como espolón se conoce en la náutica a la prolongación de la proa de un buque de guerra por debajo de la línea de flotación usada para embestir y finalmente hundir a otras embarcaciones, obrando como un ariete contra estas. Se fijaba exteriormente al canto de la roda, al que se fijaba mediante unos tablones horizontales llamados curvas bandas; en su parte alta se colocaba el mascarón) para el choque con Vidal mientras él “negociaba con un Cambiemos en medio del cambio”.
En su afán de ser fue por todo en el 2017 pero tuvo que ceder, nuevamente, y conformarse con “Fernando Diputado nacional”.
Cuando vio que Verónica crecía y su nombre eclipsaba el suyo en los círculos peronistas, intentó (vanamente) convertirse en opción pero pagó caro errores pasados y el dedo de Cristina fue más fuerte que los afiches, las pintadas, las notas pagas, los avisos de tv, los fastuosos escenarios de carnavales costosísimos (sin alegría ni objetivos), o festejos intrascendentes, gestos mezquinos y libritos de colores.
Verónica es candidata a vicegobernadora y, él sigue siendo el dueño del poder matancero.
Ahora bien, Verónica Magario al haber sido ungida como candidata por el dedo de Cristina Fernández de Kirchner, ese “dedazo” ¿le dará poder político en el distrito? o podrá decirle, finalmente, a Fernando Espinoza: yo también opino y resuelvo en la política matancera. Si bien son socios, ¿serán socios en igualdad de condiciones?.
FERNANDO: CANDIDATO POR SIEMPRE
A modo anecdótico podemos señalar que la última lista de concejales del oficialismo matancero, el 70% de los candidatos (a pesar de que muchos de ellos eran referentes de otras localidades) vivían en San Justo, Villa Luzuriaga o Ramos Mejía. Esta lista perdió en las localidades mencionadas pero, principalmente, la derrota dolió más porque la más resonante fue en Villa Luzuriaga, el pago chico de Don Fernando y donde tiene fijado el domicilio (en un paredón, como informamos, oportunamente, en la nota publicada en Semanario “Quinto Poder” : “VERÓNICA: ¿UNA MATANCERA TRUCHA? – https://semanarioquintopoder.com/?p=18715) la Intendente Verónica Magario.
Finalmente Fernando Espinoza develo un misterio y anunció su candidatura a Intendente (no podía perderse la oportunidad de ser candidato en una elección que, seguramente, gane).
Era cantado que sería candidato pero creí que había empezado a jugar al ajedrez, en lugar de seguir con las damas. Me pareció que había entendido la oportunidad que tenía de demostrar la fortaleza de su conducción política al ganar una elección en La Matanza sin ser candidato.
Pero Don Fernando no quiere perder la oportunidad de ver su cara repetida mil veces en afiches, su nombre pintado en cada paredón, su rostro maquillado en los estudios y spot de TV. No creo que vaya a gobernar pero va a ser intendente, diputado, vice de la vice gobernadora, asesor estrella y posible ¡!!ministro en las sombras¡¡¡
Debo admitir que el amigo José “El Tano” Tucci hace un año “profetizó” que Verónica Magario sería la candidata a Vicegobernadora y que Espinoza volvería a candidatearse a Intendente. !!!Buen análisis Don Tucci¡¡¡ (o ¿era buena info?)
LOS MISTERIOS SIGUEN…
El anuncio de la candidatura de Espinoza a Intendente sirvió para aquietar las aguas políticas matanceras que se estaban comenzando a encrespar en previsión de la posible lucha interna en pos de la sucesión de Verónica Magario.
Los principales candidatos a la sucesión eran María Laura Ramírez y Daniel Barrera. No había una interna declarada ni nada por el estilo pero, sutiles movimientos y veladas declaraciones, hacían previsibles el inicio de la compulsa.
Si Fernando es electo Intendente (cosa que nadie, hasta ahora, pone en duda) estaría en condiciones de pedir licencia en el cargo ejecutivo municipal para asumir otras responsabilidades. Esto es importantísimo porque si, al que deje en el cargo de Intendente, le dan aires de independencia operativa, ejecutiva y/o política, puede volver al cargo y poner el rancho en orden.
Si el “Cabezón” es nuevamente Intendente, Daniel Barrera tendría grandes chances de ser candidato a primer Concejal porque Don Fernando tiene la esperanza de ocupar algún cargo ministerial en el caso de un categórico triunfo de Alberto Fernández (con Cristina Fernández de Kirchner como vice) a nivel nacional y Axel y Verónica en la provincia.
La posible elección de Daniel Barrera como primer Concejal no sería aleatoria ni casual, dado que él tiene dos características muy valoradas por la conducción política: es, medianamente, ejecutivo y tolera bien ser “conducido” de cerca. También tiene una “buena cintura” para esquivar los problemas o, colgarle el “poncho” a otro.
Barrera cuenta con el apoyo de Verónica Magario no por valorar su lealtad o cualidades políticas o personales o afecto personal; lo apoya porque sabe que Espinoza, en su natural desconfianza, no confía plenamente en él.
María Laura Ramírez, cuenta con pocas chances de ser la primera candidata a Concejal. Más allá de ser riñón pero riñón de Fernando, María Laura es muy ejecutiva y no le gusta andar con la rienda corta. Su estilo es muy dinámico, directo y, para algunos, algo “desprolijo y sin modales”. Ramírez, pese a todo lo antedicho, tiene la confianza de Fernando (más allá de algunos choques recientes) pero no así la de Verónica Magario dado que están enfrentadas desde hace mucho tiempo, pese a que hubo, no hace mucho, una alianza conveniente.
La Diputada provincial María Laura Ramírez el número puesto si Espinoza no era el candidato a Intendente; algo que parece contradictorio con lo mencionado pero no es tan así porque ella tiene una envidiable capacidad de trabajo y le estaría dando a la campaña electoral una dinámica que muy pocos podrían hacerlo. Por su forma de ser, Ramírez se cargaría la campaña al hombre y pelearía cada voto, en cada localidad, en cada barrio; es decir: una máquina de trabajo.
La Diputada provincial María Laura Ramírez, más allá de los votos de base del oficialismo matancero (aclaremos, esa base ya le garantiza el triunfo) tiene la capacidad de sumar más votos por el fervor militante que puede ponerle a la campaña, un fervor militante que le hace mucha falta hoy al oficialismo matancero.
En caso de quedar a cargo de la intendencia, Ramírez tiene poca experiencia en la gestión municipal pero tiene ganas de estar en el día a día de la gestión y eso es algo muy necesario para el trabajo municipal porque todos sabemos y, muchos, admiten públicamente, que la gestión municipal esta parada. Su gran ventaja es su capacidad de trabajo y sus ganas de hacerlo. Si su nombre encabeza le dará una impronta a la campaña que muy pocos dirigentes hoy pueden hacerlo pero, principalmente, Fernando sabe que ella se dedicara, en los próximos cuatro años, a poner el municipio en orden sin buscar proyecciones fuera del distrito.
Si Fernando no hubiese decidido ser candidato a Intendente las chances del Senador provincial, Daniel Barrera, de encabezar la lista local se hubieran reducido mucho.
Barrera ha sostenido, en privado y públicamente, que “No está en su ánimo competir con ningún compañero/a del espacio por la candidatura a Intendente” y señaló que “El peronismo ha sido muy generoso conmigo”.
Como señalamos anteriormente Barrera es más dócil que Ramírez, tiene más experiencia en la administración municipal, tiene cintura política suficiente como para no quedar atrapado en la interna chiquita. Espinoza lo tiene bien considerado y lo ve como un buen operador político y ya habría manifestado (muy en privado) la posibilidad de impulsarlo como Diputado nacional porque le sería muy útil para trabajar en el bloque en caso de un triunfo del kirchnerismo.
A modo de final, les comento que anduve revisando cuidadosamente las fotos subidas del acto donde Fernando Espinoza anunció su candidatura a Intendente de La Matanza … no quiero ser mala onda… pero pensé que estarían en primera fila … creí que serían los primeros en festejar y comprometerse a militar… pero no… Aquellos que serían los más beneficiados de una nueva gestión de Espinoza pegaron el faltazo... Ni “Joselino” Dattoli ni Claudio Lentini se hicieron presentes en el acto y eso que son los que más beneficio le van a sacar al trabajo de la militancia peronista matancera… me parece que deberían haber estado, aunque más no sea para dar ¡!!las gracias¡¡¡¡