Por Prof. Joaquín G. Puebla
En la antigua Roma ya se utilizaban juicios por jurados; el jurado estaba conformado por Caballeros de “Orde Ecuestre” que eran ciudadanos de la primera clase y que poseían un sello de distinción social que era un “Caballo Público” financiado por el estado (la conformación de los jurados fue variando según las constituciones aplicadas).
El juicio estaba presidido por el Magistrado de turno (que se sentaba en la silla curul, una silla tijera de marfil), que podría ser un Pretor Urbano ó Peregrinus, dependiendo del delito y del lugar dónde se habría cometido el mismo.
El jurado se sentaba a la diestra de la Rostra de Espolones (tribuna elevada adornada con espolones de los barcos enemigos capturados en batalla navales) y escuchaban los alegatos de la parte acusatoria (dos horas) y de la defensa (tres horas). Una vez finalizada las exposiciones el jurado escribía en una tablilla de cera las palabras “Absolvo” ó “Condemo” (Absuelto ó Condena respectivamente) y el magistrado aplicaba la sentencia según el veredicto.
El Concejal (m/c) Miguel Calvete anda un poco más contento estos últimos días y, no es para menos, dado que una molesta causa judicial embadurnó su nombre y de su hermano.
“El Tribunal Oral Criminal N° 8, conformado unipersonalmente por Javier Anzoategui, condenó ayer a cuatro años de prisión a tres acusados por el delito de explotación económica del ejercicio de la prostitución ajena. Se trata de Ramiro Martin Rius, empleado del Consejo de la Magistratura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y los hermanos Miguel Ángel y Alejandro Calvete. Además, el tribunal ordenó el decomiso de dos inmuebles utilizados como lugar de explotación y la prohibición de salida del país de los condenados. En el debate intervino la fiscal María Luz Castany y el auxiliar fiscal Leónidas Quintela” (https://www.fiscales.gob.ar/fiscalias/condenaron-a-tres-acusados-de-explotar-economicamente-el-ejercicio-de-la-prostitucion-ajena-y-ordenaron-el-decomiso-de-dos-inmuebles/).
La novedad que a Calvete lo tiene contento como “perro con dos colas” es que la causa fue requerida por la Cámara de Casación para proceder a la revisión de la causa “por irregularidades e inconsistencias procesales” con respecto a la totalidad de los procesados. Cabe destacar que el tribunal interviniente fue el mismo que trató el controvertido caso de la periodista (fallecida durante un procedimiento médico menor -una endoscopia-) Débora Pérez Volpin.
El Concejal (m/c) Miguel Calvete no dejó su banca por el tema judicial en cuestión sino porque se reintegró al Honorable Cuerpo el Concejal Rodrigo Lasalle quién se encontraba de licencia.
Si bien Calvete sostuvo su inocencia decidió guardar silencia hasta que la justicia se expida y, ante esta novedad, solo dijo que “No voy hablar, más allá que tengo mucho para decir, porque la Cámara de Casación no se ha expedido pero solo voy a reiterar: no tengo nada que ver. Acá hubo una persecución, no a mí, sino a otro involucrado en la causa y yo caí, inocentemente, en la volteada”.
Eso sí, adelantó que “va a seguir militando políticamente en La Matanza, libre de culpa y cargo, y con la energía necesaria para construir y trabajar por La Matanza”.