Por Prof. Joaquín G. Puebla
Bulín: Habitación o pequeño apartamento que un hombre destina a sus citas amorosas – Lugar donde se ofrecen espectáculos lujuriosos o se va en busca de prostitutas.
No hace muchos días, sin razones aparentes, pase (siendo ya entrada la noche) por la puerta del CALM (Colegio de Abogados de La Matanza) y me llamó poderosamente la atención la iluminación de colorares que luce en el horario nocturno.
Unas luces Led (rojo, azul y verde) va cambiando de tonalidad cada tantos minutos confiriéndoles al respetable edificio una suerte de ambiento arrabalero más cercanos a los viejos y, hoy inexistentes, bulines del bajo porteño. Aquellos que tuvieron su época de oro cuando matones y rufianes, es decir, gente de avería, tenía en sus mostradores de estaño un lugar para regar el gaznate con caña brava y ginebra tóxica.
Un efecto lumínico bastante bonito si se quiere ver así.
No me pareció muy acertada la cuestión dado que uno se imagina que un edificio donde transitan a diario doctos personajes debería tener una iluminación más seria y no una fachada que, de noche, nos lleve a recordar los bodegones del bajo a los que, durante mi adolescencia y juventud, supieron frecuentar mis amigos (yo nunca fui, me lo contaron).
Tan sorprendido me quede que saque un par de fotos.
Días después, como quien no quiere la cosa, comencé a indagar la opinión de los colegiados matanceros sobre la nueva decoración nocturna de su honorable colegio. Más allá de la intención de alguna broma me encontré con un espinoso debate entre los matriculados locales porque acciones y hechos de los integrantes de dicha institución han dado contenido a algo que parecía casual.
Como parece que las casualidades no existen…
El CALM de noche, se parece a un bulín del bajo donde se comerciaba alcohol, tabaco y otros servicios más licenciosos y placenteros.
Como sobre gustos no hay nada escrito, saque unas fotos y seguí mi camino. Días después desayunando en uno de los bares de la vereda de enfrente al CALM, un matriculado de dicho Honorable Colegio me comentó una cuestión muy peculiar que anda rondando entre la comunidad de abogados matanceros. Ese rumor me lo volvió a contar otro docto amigo y hasta un tercero y cuarto abogado confirmo el mismo.
Los nombres vendrán en otra nota porque en esta no vienen al caso: pero parecería que dos lamentables sucesos han teñido de vergüenza al CALM y ambos estarían relacionados con el mal habito del acoso sexual. Dos denuncias penales se habrían presentado contra autoridades del CALM, las cuales estaría tramitando la justicia. Por lo delicado del caso, esperamos hablar con los protagonistas para ventilar la verdad de la milanesa.
Parece que la Presidencia del Dr. Justino “Pampi” Rivas no anda por buen camino.