Por Prof. Joaquín G. Puebla
Hace más de una década (entre 14 a 16 años) CEMEFIR (Centro de Medicina Física y Rehabilitación) sufre una grave crisis institucional y, por malas gestiones, está a punto de ser rematado el edificio donde se desarrollan las tareas de la institución.
CEMEFIR es una institución crea a la sombra de la gran epidemia de Poliomielitis que asoló a nuestro país y al mundo entero. La denominada “Vacuna Sabin” (La vacuna oral desarrollada por Albert Sabin usando poliovirus atenuados. Los ensayos clínicos de la vacuna Sabin iniciaron en 1957 y fue autorizada en 1962) fue el principio del fin de esta enfermedad. La “polio” ataca la médula espinal y provoca atrofia muscular y parálisis, dejando lesiones físicas permanentes. La institución matancera se fundó para ayudar a recuperarse a quienes habían padecido la “Polio” y, después, fueron sumando tratamientos para otras lesiones y enfermedades.
CEMEFIR es una institución pionera en el conurbano bonaerense y, a su vez, es una institución sin fines de lucro constituida y construida por los vecinos del distrito, y esta ubicado en Perú 2433, San Justo. El edificio de la institución no pertenece al municipio matancero; sino que pertenece a la cooperadora de la misma.
No hace muchos años CEMEFIR enfrentó una de sus primeras crisis económicas y la Municipalidad de La Matanza acudió en su auxilio y municipalizó el servicio; es decir, paga los salarios de los profesionales que trabajan en la institución.
Pese a no tener que pagar los sueldos de los profesionales, la institución tiene gastos de mantenimiento y administrativos de personal que trabaja para la institución.
Hace un poco más de 15 años, el Dr. Diego Héctor Viola (Presidente de la cooperadora del Cemefir en ese momento) ante los enormes gastos y deudas de la institución, no tuvo mejor idea que comenzar a “vender cheques de la misma para obtener dinero en efectivo para enfrentar las demandas institucionales”.
Obviamente esto no es una solución a largo plazo y, como era previsible, los que ayudaron en su momento al cambiarle “los cheques voladores de la cooperadora de CEMEFIR, firmados por el Dr. Diego Héctor Viola” comenzaron a rebotar en los bancos. Eso generó una deuda enorme (de miles de dólares) y el único bien de la cooperadora para hacer frente a esa demanda es el edificio en cuestión (todo lo explicamos en una serie de notas de nuestro medio – https://semanarioquintopoder.com/cemefir-la-verdad-sin-vueltas/).
Si bien el Dr. Diego Héctor Viola, es el responsable primario de esta situación, nunca fue acusado de administración fraudulenta ni denunciado judicialmente, es más, su nombre aparece en el expediente judicial por la firma de los cheques voladores y nada más.
Como explicamos en la nota: SE VENCIERON LOS PLAZOS PARA LA EXPROPIACIÓN: CEMEFIR VA A REMATE JUDICIAL, publicada el
12/12/2024, (https://semanarioquintopoder.com/se-vencieron-los-plazos-para-la-expropiacion-cemefir-va-a-remate-judicial/) se acabaron todos los tiempos políticos y judiciales, quedando como último recurso que la Juez, Dra. Laura Elizabeth Mato, a cargo del Juzgado de Primera Instancia en lo Civil y Comercial N° 1 y que lleva adelante el Expediente LM – 26327 – 2011, caratulado: Crocamo Alberto José C/ Asociación Cooperadora CEMEFIR S/ Ejecución Hipotecaria, disponga el desalojo del edificio de CEMEFIR para proceder, luego, a su remate judicial; de no hacerlo “la Dra. Mato podría ser denunciada ante el Consejo de la Magistratura por incumplir los plazos procesales dado que la cauda lleva 14 años abierta”.
Alberto Crocamo, el único demandante, aseguró a nuestro medio que “No es mi intención el remate de la sede de CEMEFIR, no quiero que cierre CEMEFIR, pero tengo una sentencia firme y quiero que se me pague los adeudado” y agregó que “Son 14 años que estoy a la espera y es de justicia que se cumpla la sentencia dictaminada por la Juez, Dra. Laura Elizabeth Mato, quien lleva adelante el juicio que inicie oportunamente”
La Municipalidad de La Matanza se ha hecho siempre la distraída con respecto a la situación de CEMEFIR; si bien impulso varias medidas institucionales, nunca operó a fondo para resolver la situación del edificio de la institución.
Esto llama la atención porque las autoridades políticas matanceras cuando quieren pueden hacer magia. A modo de ejemplo podemos citar el edificio que se encuentra al lado del Palacio Municipal que, durante más de cien años, funcionó una escribanía, atendida por los Escribanos Caivano. Hablamos en plural porque tanto el padre, como el hijo llevaron adelante dicho despacho. La propiedad donde funcionaba la escribanía Caivano fue “EXPROPIADO” por las autoridades municipales de La Matanza con la intención de ampliar el Palacio Municipal; es decir, construir un nuevo edificio anexo al Palacio donde se mudarían varias oficinas municipales, hoy desperdigadas por todo San Justo.
“La Ordenanza Municipal Nro. 14.651/2006, sancionada por el Concejo Deliberante de La Matanza, ratificada por Leyes 13.465/2006 y 14.292/2011, sancionadas por la Legislatura de la Provincia de Buenos Aires, se declaró de utilidad pública y sujeto a expropiación el inmueble colindante al Palacio Municipal, propiedad del señor Caivano” esta fue los instrumentos legales que utilizó el poder político para llevar adelante la mencionada (http://www.gob.gba.gov.ar/legislacion/legislacion/l-13465.html) expropiación.
El Decreto Nº 2.230/17 especifica, en su Art. °1 “APRUÉBESE y DECLARASE DE INTERÉS MUNICIPAL el CONVENIO DE AVENIMIENTO EXPROPIATORIO CELEBRADO ENTRE LA MUNICIPALIDAD DE LA MATANZA Y EL SR. RUBÉN OMAR CAIVANO” (https://www.lamatanza.gov.ar/upload/pdf/gobierno/boletin/Boletin%20Oficial%20-%20Agosto%20de%202017.pdf).
En Julio de 2017 la Intendente Verónica Magario firmó el convenio de avenimiento con Omar Caivano, a principio de 2018 la propiedad ya estaba en manos del municipio matancero. La municipalidad matancera abonó por dicha propiedad entre 750 mil a 800 mil dólares.
Aunque no lo crean el Escribano Omar Caivano no se enteró que le habían iniciado un Juicio de Expropiación (Juzgado en lo Contencioso Administrativo Nº 1 Departamental La Matanza, autos caratulados “MUNICIPALIDAD DE LA MATANZA C/CAIVANO Rubén Omar S/EXPROPIACION DIRECTA” – Expte. LM 9565-2011-art. 3986 del CC), un par de meses antes de firmar el convenio de avenimiento con Verónica Magario se enteró del mismo y no tuvo la posibilidad de negociar el precio del inmueble de su propiedad (https://semanarioquintopoder.com/corruptelas-y-estado/).
Me pregunto, la Municipalidad de La Matanza, ¿No podría haber hecho lo mismo con el edificio de CEMEFIR?