Gacetilla de Prensa
En época de crisis, fraudes, corrupción y, sobre todo, preocupantes noticias que llegaban desde la vieja Europa.
A pocos meses que la Alianza Civil integrada por los Partidos Socialista y Demócrata Progresista, con su fórmula Lisandro De La Torre – Nicolás Repetto, para presidente y vice, y Mario Bravo y Alfredo Palacios, entre otros, para el Parlamento, habían logrado el segundo lugar en las elecciones presidenciales y ganado la Gobernación de la Provincia de Santa Fe con un grande: el doctor Luciano Molinas.
En esos años también, cuando se multiplicaban las llamadas Casas del Pueblo en el país, se creó el Centro Socialista de Tapiales.
A principios del siglo XX la construcción de ferrocarriles continuaba su avance sobre la extensa llanura, creando en torno de sus estaciones, nuevos pueblos con nuevas realidades.
Con relación al tema que nos ocupa, nos detendremos en los orígenes de la que sería la dinámica y pujante localidad nacida en el antiguo pago de La Matanza.
En 1905 Agustín de Elía (padre) vende sus tierras a la empresa Inmobiliaria La Franco Argentina (propietaria también del ferrocarril) y, en 1906, esta empresa lotea las tierras compradas y comienza a vender los lotes.
Según algunas fotos de Tapiales, tomadas en 1906/07, el pueblo no existía. Y el motivo era simple, si bien la estación férrea ya estaba terminada, faltaba concluir las obras finales del tendido de vías, por lo que el tren no trasladaba pasajeros. Cuando en 1908, se inauguró el servicio de pasajeros del ferrocarril, se realiza una nueva venta de lotes y los interesados comenzaron a comprar e instalarse en Tapiales.
Primero, fueron las familias de ferroviarios quienes se beneficiaban por el bajo costo de los terrenos, las facilidades de pago que la empresa ferroviaria les daba a sus empleados, y la fuente laboral creada (en Tapiales se instala uno de los talleres de máquinas, vías y obras más importante de la red). Se podría sintetizar diciendo que el pueblo se loteó a finales de 1905, se vendió en 1906, y comenzó a poblarse en 1908.
Ya en 1910 poseía algunos pobladores, comercios, una comisión de fomento y una escuela.
La siembra que venían realizando grupos de obreros ferroviarios socialistas, germinó hacia 1920 en forma de Cooperativa de consumo Sol de Mayo. La misma se instaló en la calle Altolaguirre frente al añorado boulevard que nacía en la Estación y se extendía hasta Boulogne Sur Mer. La propiedad de la Sol de Mayo fue adquirida en 1926 y continuó sus actividades hasta su fusión con la Cooperativa El Hogar Obrero, al construirse el Barrio Autopista a la vera de la Autopista Richieri, y el Supermercado en la esquina de las calles Boulogne Sur Mer y De la Cooperación.
Tras la Sol de Mayo, los socialistas, crearon el Centro Socialista de Tapiales, en una casa ubicada en las calles Humahuaca y Boulogne Sur Mer, y el Club Juvencia, destinado a ofrecer actividades deportivas a los niños y jóvenes con su nombre (derivado de la mítica Fuente de Juvencia) propuesto por el Secretario General del Centro y uno de los principales referentes del Gremio ferroviario argentino: Don Jesús Fernández.
La primera comisión del Centro estuvo integrada por: Pedro Vidal, Secretario General. Lo acompañaban en la tarea, Severino Spagnoli, Antonio Laceiras, Celestino Perez, Juan Franza, Antonio Ponce, Bernardo Ramos, Oscar Girardi, Antonio Prieto, De Nobili, Boca, Alberto Lagiard y Moreti.
Como según la Carta Orgánica del Partido, en cada nuevo Centro se debía crear una Biblioteca., así se hizo y se la llamó Esteban Giménez.
En 1930 se fundó la agrupación femenina con Maria Taberner, como Secretaria General y las compañeras, Juana Giner, Margarita Franza, Edith Prieto, Teresa Girar y Ana Spagnoli. Su tarea era organizar fiestas y reuniones para hablar con los vecinos sobre la problemática barrial y decidir acciones para modificarlas. También había que responder a los interesas de los mayores, y para ello Angélica Dogour, vecina de Villa Madero brindó voluntariamente sus conocimientos de tejidos, teniendo mucho éxito. Más adelante, se presentó la necesidad de una profesora de Corte y Confección y Margarita Franza se hizo cargo.
Jóvenes y no tan jóvenes se presentaron para hacer su experiencia y confeccionar su ropa. A su retiro la reemplazó Maria Imperiale, vecina de Villa Madero.
También se respondió a la necesidad de los chicos y chicas de contar con un lugar de esparcimiento y, para ello, se solicitó la colaboración de vecinos que cedieron terrenos baldíos para la colocación de juegos y una canchita en Tuyutí y Humahuaca. Para su inauguración, se invitó a la Dra. Alicia Moreau de Justo que además de ser un honor para los organizadores, le permitió al pueblo de Tapiales expresar público reconocimiento a una de las primeras mujeres en luchar por los Derechos Humanos y el Voto femenino en el país. En la secretaría del Centro se exhibe la foto de Alicia, hablando en la inauguración del Parque de Juegos infantiles, en aquella lejana tarde de los años ’30.
Aquí cabe agregar que uno de sus dirigentes, Raúl Fernández fue presidente del Club Juvencia y del Centro Socialista de Tapiales, durante varias períodos y Concejal en el HCD de La Matanza, en los años ’60, cuando los cuatro concejales socialistas del distrito impulsaron la creación del Hospital del Niño de San Justo, ideado y diseñado por el doctor Florencio Escardó (Según testimonio del Dr. Rodolfo Mossenson, ex concejal socialista y ex director del Hospital del Niño de San Justo).
En 1960 se comenzó la construcción de la actual Sede, en Humaitá 1336 frente a la Plaza “De la Bandera”, que se finalizaría en 1973. Durante los golpes de estado de 1966 y de 1976, el Centro permaneció cerrado, aunque se continuó trabajando en la clandestinidad. A lo largo de varias décadas de incesante actividad, sus paredes fueron guardando el eco de las voces más destacadas e incorruptibles que ha dado el socialismo de nuestro país y que pasaron por sus instalaciones.
Hoy, el Centro Socialista de Tapiales continúa con sus actividades como clases de Thae Kwon Do, yoga, danzas folklóricas, inglés, computación, entre otras, que le permitieron recibir el permanente reconocimiento y afecto de la comunidad.