Por Prof. Joaquín G. Puebla
La discapacidad es aquella condición bajo la cual ciertas personas presentan alguna deficiencia física, mental, intelectual o sensorial que a largo plazo afectan la forma de interactuar y participar plenamente en la sociedad.
La Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, aprobada por la ONU en 2006, define de manera genérica a quien posee una o más discapacidades como persona con discapacidad. En ciertos ámbitos, términos como “discapacitados”, “ciegos”, “sordos”, etcétera, aun siendo correctamente empleados, pueden ser considerados despectivos o peyorativos, ya que para algunas personas dichos términos “etiquetan” a quien padece la discapacidad, lo cual interpretan como una forma de discriminación. En esos casos, para evitar conflictos de tipo semántico, es preferible usar las formas “personas con discapacidad”, “personas sordas”, “personas con movilidad reducida” y otros por el estilo, pero siempre anteponiendo “personas” como un prefijo, a fin de hacer énfasis en sus derechos humanos y su derecho a ser tratados con igualdad. La persona con discapacidad es un sujeto de derecho. El ejercicio de los mismos se ve dificultado y vulnerado por su condición de inferioridad.
El gobierno nacional de Mauricio Macri, hace unos días, anunció que daría de baja los subsidios por discapacidad. Como en otras ocasiones, el rechazo mayoritario de la población hizo que se revea la medida.
Pero en nuestro distrito la conducción política del gobierno municipal parece discapacitada porque han demostrado ser “personas sordas” y “personas con movilidad reducida” y, más allá de la opinión y el deseo de la mayoría de los matanceros, no ha movido un dedo para evitar el remate de la sede de una de las instituciones más representativas del distrito.
La decisión judicial de rematar el edificio del CEMEFIR y que Fernando Espino y Verónica Magario no hayan hecho nada para evitar la subasta, es una clara muestra de lo que digo.
Por ahí parezca chocante la caricatura que ilustra la nota pero tenía toda la intención de que sea así para llamar la atención sobre “el no accionar” del municipio para evitar el remate judicial de la sede del Cemefir y, la posibilidad, a través de esa falta de acción, de la concreción de un gran negocio inmobiliario de “los amigos del poder” o de la “Mafia de los Alquileres”.
El edificio de Perú 2433, de San Justo, sede de CEMEFIR será subastado públicamente en pocos días (solo algunas cuestiones de índole administrativa frenan la publicación de la fecha de REMATE JUDICIAL) sin que el estado municipal haga algo para evitarlo.
En noviembre de 2016 se dictó la Ordenanza 24684 donde se declaró de interés público y social y sujeto a expropiación el inmueble de la calle Perú 2433, de San Justo, sede de CEMEFIR. Pero dicha norma no se giró al gobierno provincial para que esté, iniciase las acciones correspondientes para avanzar en la expropiación de dicho inmueble.
LOS NEGOCIOS PRIVADOS POR SOBRE EL INTERÉS PÚBLICO
La situación actual de CEMEFIR es públicamente conocida; nuestro medio realizó una amplia investigación sobre el tema que, (https://semanarioquintopoder.com/?p=15360, https://semanarioquintopoder.com/?p=15420 y https://semanarioquintopoder.com/?p=15564) en su momento, provocó airadas protestas del ejecutivo municipal y aseguraron que “No iban a permitir el remate de Cemefir”. Más allá de estas palabras no hicieron nada para evitar el remate del edificio de la institución.
Cemefir va a seguir funcionando pero en otro lugar, el traslado de la institución será en uno, dos o tres años pero se va a dar porque desde el inicio de los problemas de Cemefir siempre estuvo la intención de adquirir dicho edificio por parte de la “Mafia de los Alquileres” (https://semanarioquintopoder.com/?p=17167) para darle un destino comercial que hoy no lo tiene.
Se babean al ver semejante edificio sin poder explotarlo comercialmente y han implementado, pacientemente, todos los medios para quedarse definitivamente con él.
No hay casualidades en los negocios solo hay causalidades, está la ley de acción y consecuencia, pero discusiones filosóficas aparte; “la conducción política del municipio matancero no actuó para impedir el remate de edificio de Cemefir porque nunca tuvo la intención de evitarlo”.
“Ni Fernando ni Verónica movieron, ni moverán, un dedo para evitar el remate del edificio del Cemefir porque no les interesa” aseguró un alto funcionario municipal a este medio y agregó que “Tuvieron miles de ocasiones de parar esto y se hicieron constantemente los distraídos. Más allá de algunas declaraciones de ocasión nunca intentaron resolver el tema”.
El mismo funcionario explicó que “Cemefir va a seguir existiendo, lo van a trasladar a otro ámbito pero el edificio quedará en manos de quienes compren el mismo” y remarcó que “Esa siempre fue la idea y el proyecto, nunca tuvieron intenciones de parar el remate”.
Como mencionamos en notas anteriores la causa penal iniciada contra el Dr. Diego Héctor Viola, quien fuera Presidente de la cooperadora del Cemefir, fue cerrada hace unos cuantos meses porque se consideró que “hubo estafa ni nada parecido, solo fue un mal manejo administrativo”, ¡!!ni siquiera consideraron el delito de administración fraudulenta¡¡¡
Alberto Crócamo y una ex empleada de Cemefir (por un juicio laboral) son los únicos que utilizaron la vía legal para cobrar dinero que le adeudaba la institución; después de varios años de tramitación judicial, en pocas semanas más, la sentencia de remate estará firme y se procederá al remate judicial de la sede de la institución.
Crócamo, en una nota exclusiva a nuestro medio, afirmó que “el edificio a la municipalidad no le interesaba porque no es de ellos y que si les hubiera interesado ya me habrían pagado” y, después de varios meses de “inacción municipal” parece que tenía razón.
El remate del edificio del Cemefir obligó a la “Mafia de los Alquileres” a realizar una triangulación bastante compleja para quedarse con la propiedad y la misma se daría de la siguiente forma: “El remate lo va a comprar la liga de rematadores que pagaran, en total, una cifra superior a los 900 mil dólares, suficiente para cubrir el reclamo de Crócamo y de la ex empleada del Cemefir. Luego de unos meses venderán el edificio a una empresa que representa la ‘Mafia de los Alquileres’ por una cifra cercana al millón de dólares”. Según algunos martilleros públicos, la operación es un negocio redondo porque la propiedad estaría valuada entre los 3 a 5 millones de dólares. Es más, si demuelen la actual estructura y construyen un nuevo edificio la ganancia rondaría (menos los gastos) los 10 millones de dólares.
Estamos hablando de cifras muy abultadas, estamos hablando de maniobras que rozan la ilegalidad, estamos hablando de “inacción política, administrativa y judicial de municipio matancero”; estamos hablando de muchas cosas y lo hacemos porque nadie movió un dedo para evitarlo. Como decía antes: no hay casualidades solo causalidades y, obviamente, a la conducción política matancera le importa poco los 7500 discapacitados matanceros que se atienden en el Cemefir, porque da “la casualidad” que ellos no son discapacitados y usan a los mismos para elegantes fotos para empapelar los medios (https://www.clarin.com/politica/cruces-macristas-quite-pensiones-discapacidad_0_B1Rn3bgXZ.html y https://www.clarin.com/politica/marcha-gobierno-baja-pensiones-discapacidad-volveran-pagarlas_0_ByIyGFlm-.html).
Magario declaró, respecto a la decisión del gobierno nacional de quitar los subsidios para los discapacitados, que “Cuanta insensibilidad: mientras beneficia a los grandes empresarios el gobierno de Macri le quita las pensiones a personas con discapacidad. Son fuertes con los más débiles y débiles con los más fuertes” y, acá en el distrito que gobierna ella “utilizaron a los discapacitados para que vendan las tarjetas del estacionamiento medido mientras se hacen los distraídos y no hacen nada para evitar el remate de la sede del Cemefir”.
Pero si hay causalidades porque el negocio que van hacer con la sede de Cemefir, lo van hacer los “amigos del poder” y el poder político en La Matanza tiene nombre y apellido: Fernando Espinoza y Verónica Magario.