Por Prof. Joaquín G. Puebla
José Ortega y Gasset (Madrid, 9 de mayo de 1883- 18 de octubre de 1955) fue un filósofo y ensayista español, exponente principal de la teoría del perspectivismo y de la razón vital – raciovitalismo e histórica, situado en el movimiento del novecentismo. Con la frase “Yo soy yo y mi circunstancia y si no la salvo a ella no me salvo yo”, aparecida en “Meditaciones del Quijote”, Ortega insiste en lo que está en torno al hombre, todo lo que lo rodea, no sólo lo inmediato, sino lo remoto; no sólo lo físico, sino lo histórico, lo espiritual.
El hombre, según Ortega, es el problema de la vida, y entiende por vida algo concreto, incomparable, único: “la vida es lo individual”; es decir, yo en el mundo; y ese mundo no es propiamente una cosa o una suma de ellas, sino un escenario, porque la vida es tragedia o drama, algo que el hombre hace y le pasa con las cosas. Vivir es tratar con el mundo, dirigirse a él, actuar en él, ocuparse de él. En otros términos, la realidad circundante “forma la otra mitad de mi persona”. Y la reimpresión de lo circundante es el destino radical y concreto de la persona humana.
Fernando Espinoza y su circunstancias están dando que hablar a la política bonaerense y matancera. Sus circunstancias son tan públicas que confunden, por un lado el 22 de octubre pasado cuando iba a votar en la escuela 142 de San Justo (¿habrá cambiado de domicilio?) subió una foto a Twitter donde se lo veía caminando con sus hijos y su mujer (¿o ex mujer?) con el texto : “Yendo a votar en familia”.
Hasta acá todo claro, pero la cosa se complicó la semana pasada donde se lo ve en una foto con la Intendenta matancera, Verónica Magario, “recorriendo inmobiliarias” en Villa “La Angostura”, provincia de Neuquén. Algunos medios se hicieron eco de esta foto e interpretaron la misma sin un criterio uniforme.
El portal de noticia Seprin, en una nota firmada por Jorge D. Boimvaser, tituló: “Verónica Magario y Fernando Espizona… ¿luna de miel en Aruba?” (si, escribieron mal el apellido de) y luego desarrolló la noticia en el siguiente tono: “Partían desde Montevideo al paraíso caribeño este martes en un vuelo de Avianca. Lo quisieron ocultar a la prensa pero las reservas de sus pasajes aéreos los delataron mal. Si son pareja política o pareja en el afecto es lo de menos. Lo cierto es que ya no pueden ocultar la fortuna que ambos hicieron gobernando el partido de La Matanza”. El resto de la nota es del mismo tenor con algunos párrafos desopilantes dignos de las mejores épocas de un medio local que empezó recontraopositor y hoy es recontraoficialista.
La revista “La Tecla” también comentó la foto con una breve nota titulada “Espinoza-Magario, la nueva pareja del poder” y sin poner tono de escándalo escribió que “El presidente del Partido Justicialista y la jefa comunal de La Matanza se hicieron una escapada a Villa La Angostura. Una cámara indiscreta los pescó en la puerta de una inmobiliaria y en el entorno confirmaron que están en pareja”.
El portal Urgente 24 se hizo eco de la foto y publicó una nota titulada “Recontrarreviral: La foto de Magario y Espinoza, muy enamorados” y agregó que “’No tiene nada de malo que estén juntos. No entendemos porqué tanto escándalo en las redes. El presidente Macri se la pasa yendo y viniendo a Villa La Angostura’, respondieron a Urgente24 desde el entorno de Fernando Espinoza, quien hoy lucha por el sillón de Antonio Cafiero, ex presidente del Consejo Justicialista de la Provincia de Buenos Aires, entre otros”.
Es decir, Espinoza y sus circunstancias fueron titulares de varios medios provinciales. En lo personal es cosa de ellos (Espinoza y Magario) si están juntos o separados, son cuestiones personales que le incuben solo a ellos pero “las circunstancias” nos afecta a todos los matanceros. Me refiero a que la foto “no fue circunstancial ni casual”, el viaje a Aruba que menciona Jorge D. Boimvaser en Seprin, es un dato importante pero queda desdibujado porque mezcla todo (suponemos que en el apuro por subir la nota) después. ¿A qué me refiero?, es simple: tanto a Espinoza como a Magario la justicia (¿y los servicios?) los tiene en la mira (más a Espinoza que ha Magario) y les siguen los pasos.
Fernando Espinoza, como informó oportunamente nuestro medio, ya fue citado a declarar, en forma testimonial, a los tribunales de Comodoro Py en el marco de una mega causa que involucra a Julio De Vido y otras estrellas del firmamento kirchnerista. La causa se relaciona (como informamos oportunamente) a obras de infraestructura que no se hicieron pero que el gobierno de Cristina Kirchner anunció y habría enviado el dinero. La cuestión es compleja porque en un lado figura que se mandaron (a modo de ejemplo) 10 mangos y en las arcas municipales se ingresaron 4 o directamente no figura registro de ningún ingreso.
Las circunstancias llaman poderosamente la atención porque se habla de un viaje al Caribe con escala en Panamá y nuestro medio contó alguna vez la historia de un industrial matancero que se los encontró en dicho país saliendo de una de esas oficinas mencionadas en los famosos “Panamá Papers”.
Causas judiciales, cuestiones del corazón, inversiones inmobiliarias (fuentes judiciales aseguran que realizaron una), viajes a escondidas son circunstancias que nos llevan a reflexionar profundamente sobre las cosas que pasan en La Gran Matanza. Hechos y situaciones que suceden a diario y, que por ahí, se nos pasa desapercibida pero que realmente son importantes, como la nota que publicó el Zonal Matanza del diario Clarín (https://www.clarin.com/zonales/compromiso-hierro-bomberos-quedaron-autobomba-apagar-incendio-baldes_0_HyIMgVz1z.html) el pasado jueves que decía. “Compromiso de hierro: los bomberos que se quedaron sin autobomba y fueron a apagar un incendio con baldes” y el copete de la nota señalaba que “Los Voluntarios de Tapiales usaban un camión del ’66 que se rompió cuando iban a una emergencia, por lo que siguieron a pie. Ahora juntan fondos para comprar otro vehículo y renovar equipamiento”.
Estamos hablando de los Bomberos Voluntarios que apagan incendios y salvan vidas y que el estado solo aporta una parte del combustible. Se les rompió la autobomba y tienen que pedirle a la comunidad que los ayude a comprar un nuevo camión de bomberos porque el que tienen es de mi edad y se les rompió.
Estás circunstancias son inconcebibles porque el problema ya debería haber sido subsanado por la Asociación “Bomberos Voluntarios de Matanza”, que fue fundada el 11 de Marzo 1937 y que, actualmente, la preside Alfredo Bova, funcionario municipal de la secretaria de Planificación Operativa y Control Comunal. La asociación junta unos cuantos mangos al mes y no debería tener problemas presupuestarios más allá de que la Municipalidad de La Matanza por descuido y/o olvido u omisión del Secretario Administrativo, Técnico y de Relaciones Internacionales de la Intendencia, Dr. Claudio Lentini deja de pagarles el subsidio en tiempo y forma.
Pero si dicha asociación no tuviera fondos y el municipio no pudiera o quisiera (recordemos que la Municipalidad de La Matanza tiene ahorrados en bonos Lebac más de 2 mil millones de pesos, según la última rendición de cuentas) darles el millón de mangos que andan necesitando los bomberos voluntarios de Tapiales, bien podría, Fernando Espinoza, en su calidad de Presidente del Partido Justicialista de La Matanza, disponer una donación en forma directa porque mes a mes el partido gobernante matancero recauda una jugosa suma de dinero por aportes partidarios de legisladores nacionales, provinciales y municipales, como así también de los funcionarios municipales. Fondos que nadie controla, que nadie sabe cuánto se junta ni qué se hace con esa plata.
No es solo los bomberos voluntarios de Tapiales lo que me indigna un poco es la ceguera oficialista ante la realidad de nuestro distrito, sinceramente sostengo que la gestión del Dr. Alberto Balestrini y las dos primeras gestiones de Fernando Espinoza fueron las mejores en la larga historia de nuestro distrito pero en el 2011 algo pasó y la gestión municipal quedó en piloto automático. Todos se miran unos a otros pero nadie reacciona, el funcionario que hace gestión para su comunidad queda en el foco de las críticas porque al trabajar pone en evidencia a aquellos que solo cobran su sueldo y sus prerrogativas y durante el mes se rascan el higo o que le dedican escasas horas a su trabajo como funcionarios municipales y el resto de tiempo lo invierten en sus emprendimientos personales que lo pudieron hacer porque invirtieron “sus prerrogativas de funcionarios”. Nadie controla, nadie mira, nadie se compromete; es lo mismo trabajar que no hacer nada porque la conducción política está en otra cosa.
El viaje de Espinoza y Magario duele por eso, porque detrás de ellos muchos funcionarios aprovecharon para tomarse unos días también. Todos tienen derechos pero por encima de los derechos de los funcionarios están los derechos del pueblo matancero, de los trabajadores municipales matanceros; nuestros derechos.
Ni Fernando ni Verónica están en la gestión solo se asoman a la misma en escasas ocasiones para sacarse fotos o porque el problema trascendió más allá de los límites del distrito.