“HAY UNA ORDEN Y UN PEDIDO EXPLÍCITO DE FERNANDO ESPINOZA, DE QUE ESTEMOS ESCUCHANDO PERMANENTEMENTE AL VECINO BAJO EL LEMA: QUE EN LA MATANZA A NADIE LE FALTE UN PLATO DE COMIDA”

 

Tuvimos la oportunidad de entrevistar a Daniel Dauria, Delegado Municipal de San Justo. La ciudad cabecera del distrito está enfrentando una complicada situación, tanto su centro comercial como en los barrios que componen la localidad.

Dauria remarca el compromiso de la gestión municipal con los vecinos y comerciantes para enfrentar está complicada situación económica y social que deriva de la aplicación de la política económica encabezada por el Presidente Javier Milei.

 

QP: ¿Cómo ve el ánimo de la gente?

DD: “Nosotros, en la delegación, venimos viendo una mutación en cuanto a los pedidos que los vecinos realizan. Al principio, el año pasado, los pedidos estaban más vinculados a los servicios (o sea, servicio de recolección, de limpieza, de reparación de luminaria, de reparación de veredas y cordones). Hoy, en estos últimos meses, hemos tenido una gran demanda más vinculada a cuestiones que tienen que ver con cuestiones sociales (alimentación, frazadas, colchones). Todos estos pedidos los derivamos al área correspondiente de Desarrollo Social. No obstante, nosotros les hacemos el seguimiento a esos vecinos que están cercanos a la delegación y muchos de ellos han pasado al nivel de pobreza. Son jubilados, jubilados de clase de media que les cuesta poder comer. Hay una orden y un pedido explícito de nuestro intendente, Fernando Espinoza, de que estemos escuchando permanentemente al vecino bajo el lema: que en La Matanza a nadie le falte un plato de comida, nosotros lo aplicamos y lo venimos transitando junto a Desarrollo Social.”

QP: ¿El tema de gente en situación de calle ha cambiado mucho? Porque antes no se veía en San Justo.

DD: “Muchísimo. Hoy se ve gente viviendo en los cajeros de los bancos (Banco provincia, Banco Nación), que por las mañanas vamos a asistirla para colaborar con ella; gente viviendo en el Hospital Italiano, en otros lugares como la ex fábrica Bossi. Entonces, en estos casos se pone una especial atención, y más en los casos que nos encontramos que hay menores. Pueden ser menores pidiendo con sus padres en los semáforos, menores vendiendo en la peatonal. En estos casos también damos intervención a un área específica de Desarrollo Social para que averigüen en qué situación están esos menores, lógicamente siempre buscando defender los derechos de los niños. Hay una gran proliferación de gente; y al momento de elegir un lugar para vivir lo hacen en el centro comercial por la cercanía de los comercios, por la cercanía a la solidaridad, por la ayuda de los espacios gastronómicos.”

 

QP: ¿Cómo está el comercio en San Justo?

DD: “El comercio lo viene pasando bastante mal. Del verano hasta hoy sólo se ve la caída de las ventas y el crecimiento de los servicios. Hay comercios que han denunciado hasta casi un 800 % de aumento en los servicios. Muchos comerciantes están comenzado a acompañar una medida del municipio, que es presentar un recurso de amparo porque realmente las cosas han aumentado no en función de sus ingresos. Hoy se les hace difícil sostener un alquiler, un empleado; y por eso, se va viendo una rotación de comercios. El comerciante familiar, que es el que nosotros, desde el Centro de Comerciantes e instituciones intermedias tratamos, de que prolifere porque es donde todavía se tiene un dueño, un gerente, un administrador con quien se puede entablar un cierto vínculo se está trasmutando a grandes empresas. Muchas empresas vienen al centro comercial por el sólo hecho de participar en una cuestión macro en todo el territorio. Y estos grandes jugadores cierran las puertas a muchas cosas, son los que manejan básicamente la parte de compras. Entonces, se hace muy difícil competir. Uno va viendo como la gastronomía fue mutando hacia grandes cadenas, al igual que los locales textiles. Esto un poco despersonaliza lo que nosotros como ciudad queremos, que es vincularnos con una persona. El trato con el trabajador es totalmente distinto: en un comercio chico cuando el empleado tiene que rendir una materia hay una consideración. Es decir, en el comercio chico siempre se trabaja más desde lo familiar porque a veces ocurre que uno pasa más tiempo con el empleado que con la familia. Entonces, se genera este vínculo que potencia la relación trabajador-empleador y potencia lo que tiene que ver con la performance del comercio.”

QP: El año pasado se veía en las calles de San Justo un montón de ofrecimientos de trabajo en los locales. Hoy, de repente, no se ve más y se ven muchos locales con poco personal. ¿Usted ha notado esa falta de empleo?

DD: “Sí. Seguramente lo que pasaba el año pasado es que una persona tenía la posibilidad de escalar en su trabajo y se iba a un trabajo mejor (mejor pago, mejor categoría horaria). Hoy ese que se va ya no vuelve. Hoy se va a ver muchos locales con reducción de personal, con personal de licencia. Nosotros hacíamos una especie de sondeo mensualmente con el comerciante para ver cuáles eran la expectativa a futuro y la expectativa de empleo; y ambas son menos cero. Hay un clima social que se está enrareciendo, y el clima social en lo comercial va mostrando un panorama oscuro. Muchos que han votado, con esperanza y por un cambio creo que hoy se sienten estafados.”

 

QP: ¿Han podido hablar de este tema con el intendente Espinoza? ¿Planteó algunos caminos como opción?

DD: “El intendente está bajando a los comercios. Hay una gran preocupación en lo que tiene que ver con el equilibrio de la economía, donde se está viendo de qué manera se pueden frenar estos aumentos de tasas porque esto impacta muchísimo en un comercio. Por otro lado, siempre está latente el vínculo con la Secretaría de Producción y con la Secretaría de Hacienda. Hay una mirada del intendente puesta no sólo en acompañar al comerciante sino también en ver cuáles son las demandas particulares. Tal vez en otro momento la demanda eran créditos para el crecimiento (como fue el año pasado con el Banco Provincia), pero hoy ha bajado la financiación. Antes con la cuenta DNI y con otros tipos de productos se beneficiaba el consumo, pero hoy estos productos no están en el mercado. El gobierno municipal, a través del intendente y su ejecutivo, está preocupado y hace un sondeo permanente con los comerciantes de cuáles son las cosas con las que el municipio puede acompañarlos para hoy sostener sus negocios.”

QP: ¿Qué perspectiva tiene usted para lo que resta del año?

DD: “Se está viendo una gran preocupación. Hay gente que está usando sus ahorros para poder seguir, pero es una minoría. La mayoría de los comerciantes vive al día. Hoy uno se encuentra en una situación donde empiezan a enrarecerse los ánimos, que mucha gente que le compraba al comerciante está desempleada, muchos que compraban con tarjeta la tienen totalmente saturada, que lo poco que hay en la billetera de una familia se usa para las necesidades básicas y primarias. Uno va viendo que es una crisis que se va profundizando. Depende del medio que se mire parece que la cosa fuera mejor porque bajó la inflación. Pero realmente esto no impacta en los comercios. Es decir, el día a día se hace difícil. Cuando se levanta la persiana el derrotero económico empieza a trabajar, incluso cuando el negocio está cerrado por las tasas de alquileres y los servicios. A través de las instituciones tratamos de hablar, de contener y de acompañar en este momento de crisis. Y también les hacemos ver que la situación está difícil; y los comerciantes lo ven en la proliferación de vendedores ambulantes, la proliferación de la gente que vive en la calle, la baja impresionante de los tickets. Realmente estamos en una situación difícil y hoy nos toca acompañar. Pero también tenemos que empezar a ver qué tipo de gobierno beneficia al comercio. Posiblemente de los años anteriores hay muchas cosas para arreglar, pero se trabajaba. El comerciante le dice que se trabajaba, se facturaba, que se podían pagar los sueldos en tiempo y forma, que se podía pagar el aguinaldo, que había vacaciones. Hoy uno se da cuenta que ese tipo de cosas se ven cada vez más lejanas y el futuro se ve como un horizonte oscuro, se ve una falta de rumbo. Sin ser economista cualquier comercio tiene un plan de acción (un plan para salir adelante), y uno ve al gobierno con un plan de acción muy difuso y con muchas peleas internas. Es una cosa muy desprolija, que realmente asusta. El que nos dirige a nivel nacional asusta al comerciante y hace que el futuro sea cada vez más negro.”

QP: Usted conduce la delegación más joven de La Matanza, y no venía del sector político sino del sector empresarial. Cuando usted empezó las demandas eran más relacionadas con la gestión, ahora tiene otro tipo de demandas más relacionada con la cuestión social, sumadas a las que tenía anteriormente. ¿Cómo lo ha cambiado? Porque es manejar distintos campos de acción.

DD: “En lo personal, vengo del trabajo en la pastoral social de la Iglesia Católica y vengo de un trabajo en un Rotary Club. Es decir, que lo social y esta inquietud por mejorar la calidad de vida de las personas que más necesitan siempre me han acompañado en mi vida. Creo que en estos momentos de crisis hace falta gente que pueda trabajar esto, y creo que me encuentro sólido para poder acompañar a muchas familias en esta situación social difícil. Obviamente que tengo detrás un estado municipal que también se preocupa. Cuando hablamos con la gente de Desarrollo Social en muchos casos ya tienen fichas de personas que están en la calle, y ya están trabajando con ellas. En el ámbito de salud también se está trabajando: se asiste a la gente, se la acompaña, se la lleva a los centros vacunatorios y a los centros de atención. Se trata de alguna manera de revertir esta situación. Cada caso requiere una asistencia particular. Hay casos de problemas de adicciones, de problemas de salud mental, de niños que sus padres están trabajando y se quedan solos (ellos tienen un seguimiento escolar y alimenticio). Es un trabajo que no se ve. Tal vez una persona de afuera ve a una persona en situación de calle caminando sola, pero no está sola. Con esa persona se trabaja de día, de noche, los fines de semana. Pero hay personas que tienen eso de estar en la calle. En el municipio matancero tenemos un aparato de asistencia para la gente en situación de calle que obviamente hoy está desbordado, pero hay un gran equipo humano. El servicio público sin una calidad humana no sirve. Uno puede hacer una buena gestión, pero si no tiene calidad humana la gestión se va. Por eso creo que lo más importante que puede tener un servicio público es esa calidad humana y empatía con el otro. Acá es cuando se acaban los horarios y los sueldos, y aparece esa conexión con el otro. Esto es lo que destaca al municipal y al matancero en particular.”