Por Nicolás Brandolini
El circo que protagonizó los penosos incidentes ocurridos en Ituzaingó, el viernes pasado, es la punta de un Iceberg que chocó contra el estribor de un barco llamado “RMS Ituzaingó” sin haber llegado a puerto luego de estar navegando durante 20 años en aguas poco profundas que hoy se han convertido en aguas pantanosas para Alberto Descalzo al mando del timón del distrito.
Lo que ocurre con las fuerzas de seguridad en Ituzaingó tiene que ver con una interna política entre el oficialismo local; Alberto Descalzo y el Ministerio de Seguridad bonaerense; Cristian Ritondo. Como ya venimos informando (https://semanarioquintopoder.com/?p=13114). La crisis estalló debido a que el mes pasado Ritondo corrió a Jorge Castillo, comisario a cargo de la policía local. De un día para otro Castillo fue removido sin que se lo consultara al intendente esté, en venganza, sacó el apoyo que el municipio daba a la policía local: diez patrulleros y sesenta handys de esa fuerza de prevención municipal.
La lluvia de críticas fue tan grande que desde el HCD se emitieron tres pedidos de informes para que se comunicara a los bloques y a la sociedad en su conjunto cuál habría sido la naturaleza de la decisión que generó zonas liberadas incluso dónde ya había habido secuestros express (https://semanarioquintopoder.com/?p=12835).
Un poco lerdo, dos días después, Descalzo volvió sobre sus pasos, quiso devolver el equipamiento a Ritondo pero la gobernadora Vidal habría ordenado que por ningún motivo se aceptaran los suministros y móviles nuevamente. En cambio se mandó otros móviles y equipos de comunicación, con lo cual la situación de la policía local se normalizó.
El problema que sobreviene para el intendente es que muchos de los policías locales afirman haber tenido cruces Castillo. Castillo recordemos es quien fuera otrora la mano derecha de Descalzo en la fuerza y en un principio municipio y vecinos lo defendían por haber “normalizado” la ola de secuestros del mes de Mayo.
Distintas versiones afirmarían que la remoción de Castillo se habría dado luego que empezara a brindar custodia a un vecino con un muy buen pasar económico de apellido Traverso, que tendría una empresa de alimentos para mascotas, y este sufriera un robo importante.
Distintas versiones confirmarían que la provincia estaría en condiciones de concluir que la Policía Local era utilizada para tareas “no habituales” y quien habría tomado cartas en el asunto sería, nada más ni nada menos, Asuntos Internos de la Bonaerense que durante estos días se encuentra realizando una amplia investigación sobre este tema.
La resultante fue el estallido de violencia que a su vez sería la puesta de un entramado mucho más amplio que relacionaría a barrabravas del Club Atlético Ituzaingó quienes, según manifestaron fuentes no del todo confiables, “estarían relacionados con el propio intendente”, es decir por estas horas corren versiones que los escandalosos hechos vividos el viernes habrían, según dicen algunos, “sido auto generados exprofeso por los barrabravas bajo la batuta de Descalzo”.
La chispa que habría encendido la mecha de los incidentes, más allá de la lógica interna política, sería una batalla campal por denuncias de rapto de menores en el terreno donde se aloja la carpa del circo Royale, quien según su dueño además de destrozos habría sufrido el robo de 20 mil pesos.
En un caso de estas características nada pasa por desapercibido, pero en vías de informar y detallar hechos, el circo está alojado en un terreno que maneja la municipalidad, donde hay dos monoblocks a medio terminar que habían estado a cargo de Osvaldo Marasco.
Durante la batalla campal, que se transmitió en vivo por canales de aire y cable de noticias, se vio a policías no solo devolviendo el fuego por medio de escopetas con perdigones de goma sino arrojando piedras también es por ello que la Auditoría General de Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad separó de sus cargos a cuatro jefes policiales acusados de haber lanzado piedrazos a los manifestantes durante los incidentes.
En este sentido la medida, recayó sobre el jefe distrital de Ituzaingó; comisario inspector Hugo Gramajo; el jefe de comando de patrulla; comisario Martín Verduri; y los titulares de las comisarias 1ra; comisario Rubén Batallán; y 2da, subcomisario Leandro Almeida.
En dialogo con TN Alberto Descalzo afirmó “Dicen que hay un coche que fue a secuestrar a un niño”, y agregó que “un grupo de muchachos, a las dos de la mañana, entró al circo y robó cosas”. “Alguien está fomentando esto, pero no hay una sola prueba de que hayan secuestrado un niño en Ituzaingó”, añadió.
El caso es que en el distrito hubo dos denuncias de secuestros en los últimos días: uno Ituzaingo sur y otro en San Alberto.
El subsecretario de Seguridad municipal Hugo Rojas quien se presentó en el lugar al momento de los hechos interpelado por los vecinos reconoció la cifra pero se mostró “sacado” y dijo “Se habla por las redes sociales de robo de bebés y no los hay. Después aparece una pueblada en donde vienen vándalos. Acá hay otra cosa: creo que el tema de fondo es que buscan un caldo de cultivo que no existe”.
“Caldo de cultivo o no” el problema ya estalló y la tarea tanto de Provincia de Buenos Aires como la de los funcionarios municipales será calmar las aguas y legislar en favor de los vecinos y no a favor de la política.
VECINOS EN BÚSQUEDA DE UNA SALIDA ANTE LA FALTA DE RESPUESTAS
En medio de la ola de enfrentamientos, secuestros e internas políticas un grupo de vecinos y víctimas de la inseguridad se convocaron en la esquina de Zufriategui y Las Heras el sábado para organizarse en búsqueda de respuestas propias ya que a pesar de haber tenido prensa no hubo presencia de funcionarios. En dialogo con ellos esto dijeron “estamos hartos de que nos visiten, nos endulcen los oídos y después nos dejen en banda hace años que sufrimos casos de inseguridad y nunca nadie nos da una solución concreta por eso resolvimos unirnos y dar formación a un foro de seguridad para que nos tomen en cuenta”.