Por Prof. Joaquín G. Puebla
Lamentablemente, en La Matanza, la denominada “Corporación Médica” está estrangulando al sistema sanitario municipal del distrito. Obviamente, las autoridades municipales del área no hacen nada contra esto porque ellos son miembros reputados de dicha “Corporación Médica”.
La “Corporación Médica” no tiene muchos nombres y apellidos conocidos pero todos saben quiénes son y, estos, se cuidan mucho de figurar públicamente salvo aquellos que por cuestiones protocolares de los cargos que ocupan deban hacerlo.
Este grupo de profesionales de la salud, que se han enquistado en la administración municipal, manejan todos los resortes de la política sanitaria del distrito y, también, ocupan destacados puestos de decisión dentro del ordenamiento administrativo del área.
Estos “negociantes de la salud” desde el estado municipal han construido clínicas privadas (siete en total) con recursos del municipio y solamente atienden a importantes obras sociales (principalmente IOMA con la cuál hicieron importante y remunerativos negociados) y, también, armaron un circuito administrativo, dentro de la estructura del estado, para la compra de insumos hospitalarios y otros, que les permite bajar muchísimos los costos a expensas de la Municipalidad de La Matanza.
Estos “Doctores con alma de empresarios inescrupulosos” son “Amos y Señores” (literalmente hablando) del área de salud del municipio. Obviamente esto no se hizo de un día para el otro, sino que es un esquema de poder que viene creciendo dentro de la estructura administrativa municipal desde hace muchísimos años. Desde el retorno de la democracia hasta la actualidad han ido sumando, poco a poco, espacios de poder que hoy les permite manejar todo. Los secretarios de Salud que han pasado por los diferentes gobiernos municipales no han podido con ellos y sin querer queriendo les han ido dando espacio para su crecimiento.
El Secretario de Salud es un cargo político y los designa y remueve el Intendente según su visión y prerrogativa del cargo pero, de ahí para abajo, hoy ocupan todos los cargos de poder y decisión administrativa dentro del área.
En la actualidad, gracias a esta “Corporación Médica Matancera”, el sistema de salud municipal está en crisis y es muy grave la crisis.
LAS GUARDIAS, LOS MÉDICOS TRUCHOS Y LA FALTA DE MÉDICOS
En notas anteriores (https://semanarioquintopoder.com/?p=17057) hemos mencionado una práctica muy habitual en los hospitales municipales matanceros que es la sustitución del médico de guardia por otro que no tiene el título convalidado (porque es extranjero y no realizó o finalizó los trámites de convalidación de títulos su profesional: http://convalidaciones.siu.edu.ar/) y obviamente no se encuentra matriculado en el colegio de ley.
La Secretaría de Salud del municipio está totalmente ajena a esta práctica pero, con su silencio e inacción, permite que se lleve adelante constantemente esta ilegalidad porque aquellos profesionales médicos que deberían, por su cargo administrativo dentro de la estructura del área, controlar sencilla no lo hacen. Es más, no es que no controlan sino más bien que conocen la situación y la toleran porque ellos mismos la hicieron o la hacen.
La cuestión es muy sencilla: los importantes médicos, (cirujanos, especialista, etc.) que tiene una guardia en algunos de los hospitales municipales matanceros contrata a otro médico (generalmente extranjero) para que lo suplante durante la misma y le deja el sello para que atienda, en su nombre, a los pacientes que ingresan a urgencia o se encuentran internados. También suelen suplantarlo en la atención de los consultorios externos. Una vecina matancera llevó a su hijo a la guardia del Hospital de Niño de San Justo y la atendió un médico. Dicho profesional ordenó la internación del menor. La internación fue de alrededor de una semana y después le dijeron que debería realizar el control correspondiente por consultorios externos. La vecina fue varias veces a la madrugada a realizar la cola de rigor para conseguir el número que le permitiera obtener o solicitar el turno de atención correspondiente.
Una vez que su hijo fue atendido varias veces por consultorio externo por el mismo médico que lo internó y fue dado de alta definitivamente, se sentía tan agradecida que quiso tener una atención con el profesional. Grande fue su sorpresa cuando apareció por el hospital en un día que el médico no tenía guardia para darle el regalo que le había comprado y se encontró con otra persona. Obviamente el profesional en cuestión le comentó muy por arriba la cuestión y se comprometió en hacerle llegar el regalo a su suplente.
Esta historia no es nueva ni desentona con varias situaciones que han vivido muchos vecinos matanceros y, generalmente, cuando algo se descubre se oculta porque es una de las prerrogativas que tiene “La Corporación Médica” matancera.
Otra de las más importantes carencias del sistema de salud matancero es la falta de médicos en todas las especialidades de la profesión. Esto no es casual pero tampoco es una exclusividad matancera porque no hay médicos en todos los municipios y hospitales provinciales.
Para esto hay varias razones y, la principal, es el bajo salario inicial en cualquier hospital público. Un médico gana más subido a una ambulancia privada de los diferentes servicios de emergencias domiciliarias que trabajando en un hospital público.
Esta situación debería estudiarse a fondo y encontrar una salida alternativa. En primer lugar debería modificarse la ley que obliga que en las ambulancias de emergencia deba haber un médico matriculado en un Colegio de Ley. Esto se podría subsanar si se autoriza la figura del paramédico que tranquilamente puede cumplir las mismas funciones que un médico dado que en una ambulancia de emergencia solo se salva vidas si la misma acude con prontitud y celeridad y traslada al herido y/o enfermo a un centro de atención sanitario.
Los médicos en las ambulancias no tienen mucho para resolver cuestiones clínicas o de emergentología dado que el protocolo de tratamiento que aplican es despejar las vías respiratorias, estabilizar e inmovilizar al paciente y trasladarlo raudamente a un hospital o una clínica. Si se autoriza la figura del paramédico en las ambulancias se reducían drásticamente los costos y los médicos estarían donde deben estar: en los hospitales y clínicas privadas.
El gobierno de la provincia de Buenos Aires auspicia en los municipios del conurbano bonaerense el ingreso del SAME (Sistema de Atención Médica de Emergencias) que tan buen servicio presta en CABA. El gobierno municipal de La Matanza encabezado por Verónica Magario se ha negado, en reiteradas oportunidades, a sumarse a la iniciativa pero más allá de una cuestión política, el SAME no ingresa a nuestro distrito por dos razones de mucho peso. La primera es “cuidar y mantener” el contrato que existe entre la empresa Medic S.A. y el municipio dado que el mismo rinde sus buenos mangos a las voraces arcas de la “Municipalidad Paralela”.
La otra razón es más de imagen porque de ingresar el SAME al distrito se pondría en evidencia el desastroso estado del sistema de salud municipal, con Salas de Salud al borde del cierre definitivo (como la Sala de Salud “Puerto Argentino) o sin médicos para atender a los vecinos y, aún menos, emergencias. La mayorías de las Salas de Salud matanceras trabajan medio día y, en muy pocas, se cumplen las guardias estipuladas. Los fines de semana ninguna Sala de Salud abren sus puertas más allá de que los profesionales médicos se les paga la extensión horaria y el servicio deberían prestarlo.
Volviendo a la cuestión salarial, en nuestro distrito la “Corporación Médica” ha logrado trabar los ingresos de nuevos médicos a través de varias vías (todas auspiciadas y protegidas desde el STMLM por las diferentes gestiones de Juan Carlos Sluga que tenía un “convenio de convivencia” con la mencionada corporación). La principal razón para que no se incorporen nuevos médicos al sistema de salud matancero es el salarial. Ningún Intendente ha podido modificar esto dado que existe una Ordenanza que, si bien no impide que se mejore el salario inicial de un médico recién incorporado al sistema de salud matancero, ese aumento le implica al municipio un costo altísimo porque por cada peso de aumento que da a los nuevos profesionales de salud que ingresan los más antiguos reciben también ese aumento multiplicado por cinco.
A contramano de la realidad, la “Corporación Médica” acomodo a hijos, mujeres, amantes y entenados en cargos sin la experiencia necesaria para los cargos designados y lo hizo porque pueden sostener los bajos salarios iniciales a través de las prácticas que comentamos anteriormente.
REMEDIOS VENCIDOS Y LA CORPORACIÓN MÉDICA EN ACCIÓN… continuará…