Por Prof. Joaquín G. Puebla
Crisis de ausencia, también conocida como petit mal o ausencias típicas, son un tipo de convulsión generalizada que se caracteriza por breves episodios de alteración del estado de conciencia o “ausencias” y actividad anormal en el electroencefalograma. El primero en utilizar el término petit mal (en español: pequeño mal) para nombrar estos episodios, fue el psiquiatra francés Jean Étienne Dominique Esquirol.
El síntoma principal y característico es el deterioro repentino de la conciencia, que suele ser breve y durar solamente unos segundos. Durante el episodio, la persona interrumpe sus actividades y permanece estática y con la mirada fija, ocasionalmente puede presentar pequeñas gesticulaciones o parpadeos. Normalmente, al finalizar la crisis continúan con lo que estaban haciendo sin recordar lo que sucedió. Suelen ser repetitivas y presentarse en varias ocasiones en el transcurso del día.
No pretendo afirmar que la Intendente matancera, Verónica Magario, sufra de algún mal o algo por el estilo sino que me pareció apropiado hacer un paralelismo entre una enfermedad y la política que sigue la vice jefa matancera (el jefe es Fernando).
Nuestra Intendente lleva más de la mitad de su mandato “ausente” en la gestión del municipio y esta afirmación es una realidad que cualquiera puede comprobarlo. La aplicación y gestión de políticas públicas han quedado delimitadas a actos y puestas en escena para los medios masivos de comunicación (la prensa local solo es citada para hacer bulto).
Enormes recursos se han ido por el agujero sin fondo de los bolsillos de los dueños de y/o productores de programas de televisión (la mayoría de muy escaso rating), programas de radio, notas en periódicos y diarios, etc.
Esos recursos son realmente necesarios en un distrito como La Matanza donde todo es poco y la frazada siempre es corta. Fernando Espinoza dice, como muletilla y para describir la situación financiera del distrito, que “La Matanza es una provincia y tiene el presupuesto de una biblioteca popular” y parafraseando al mismo Fernando podemos afirmar, sin error a equivocarnos que “La municipalidad de La Matanza tiene un presupuesto de una biblioteca popular pero para los grandes medios, hay un presupuesto del orden provincial”.
Son notorias las ausencias de Verónica en la gestión del día a día; no indicaciones, no hay planificación, no hay desarrollo de una políticas públicas coherentes y concretas. No hay previsibilidad alguna en la gestión municipal y, como ejemplo de esto, podemos mencionar el tema de los beneficiarios (cooperativistas) de los planes sociales que estaban cumpliendo funciones municipales porque desde hace más de un año el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación había advertido que los “cooperativistas” saldrían de la órbita municipal, con respecto al trabajo, y que sería el Ministerio que implementaría un programa de capacitación para los mismos; es decir, le avisaron al municipio que los beneficiarios de planes sociales no cumplirían más tareas municipales pero el departamento ejecutivo o la “Pareja Gobernante” no hizo nada para paliar el impacto de esta medida en la gestión municipal. ¿Por qué sucede esto?, es simple: en primer lugar Espinoza y, luego Magario, usaron los beneficiarios de planes sociales para cubrir el faltante que existía en la planta de trabajo del municipio y lo hicieron porque les salía más barato poner a trabajar a un cooperativista que nombrar personal municipal y, encima, los podrían controlar y utilizar para movilizaciones y llenar actos políticos (el que no iba se quedaba sin plan).
Hoy los beneficiarios de planes sociales dejaron de cumplir tareas municipales y las delegaciones municipales quedaron despobladas con cuatro o cinco municipales de planta. Los delegados Municipales no saben cómo hacer para armar una cuadrilla de bacheo o limpieza porque el personal que tiene a cargo es gente grande y, por antigüedad, tienen cargos como capataz, jefe de departamento, etc.
Reitero: no hay previsibilidad alguna en la gestión municipal, no hay planificación ni una política pública clara a seguir.
Hay veces que Magario reaparece de esas ausencias e intenta tomar la iniciativa pero la realidad del municipio, administrativamente hablando, le impide concretar sus planes porque se topa con negociados, mentiras, ausencias y faltantes escandalosos.
Desde de la crisis mediática relacionada con el asesinato de Alcaraz, Magario debió enfrentar otra crisis: las inundaciones que se produjeron esos días por las fuertes tormentas. Realizó una reunión de gabinete e intentó mostrarse activa y con iniciativa pero la realidad pudo más que sus buenas intenciones.
Intentó que el municipio salga a la calle y ayude a los vecinos afectados pero solo algunos funcionarios (de muy mal humor) y militantes políticos realizaron un operativo improvisado. Obviamente, más de la mitad de los recursos destinados para esta crisis terminaron en lugares donde no tenían que terminar (la casa de amigos de un funcionario o comercios que compraron muy barato los elementos destinados a los inundados).
Fue tan pobre el desempeño y fue tan fuerte el reclamo de los vecinos que Magario no tuvo más opción que juntar a funcionarios del área de obras públicas y servicios públicos y decirles, sin anestesia ni advertencia que “No quiero que las máquinas del municipio tengan tarifa”. Con esta frase admitió lo que nuestro medio viene asegurando hace bastante tiempo: las maquinarias viales, camiones y otros recursos se alquilan para beneficio personal de los funcionarios (https://semanarioquintopoder.com/?p=16623, https://semanarioquintopoder.com/?p=18516, https://semanarioquintopoder.com/?p=18040, https://semanarioquintopoder.com/?p=17846, etc.).
Es evidente que la Sra. Intendente Municipal, Verónica Magario, leyó nuestro medio y se hizo cargo.
Hay otras “ausencias de Verónica” que llaman poderosamente la atención y que terminan dejándola muy mal parada ante todo el mundo porque le informan mal o no está al tanto y suele quedar como “mentirosa” en los medios de prensa donde tanto dinero invierte.
Mucho de esto se vio cuando asesinaron impunemente al colectivero Leandro Miguel Alcaraz en Virrey del Pino. Magario quiso hacer política con el tema y quedó muy expuesta ante la opinión pública. Para zafar se victimizó y habló de campaña en su contra y nada de eso fue real porque solamente le preguntaron verdades y ella no pudo contestar porque era muy evidente que si respondía con la verdad quedaba aún peor porque sus argumentos estaban basados en datos falsos (por no decir mentirosos).
Es cotidiano esto, no es algo que sucedió casualmente. Magario en cada acto o nota periodística o reportaje en televisión habla con datos falsos, expone argumentos que, si se investiga un poco, son mentirosos o desproporcionadamente alejados de la realidad.
A modo de ejemplo de lo expuesto, publicó un párrafo de una nota de la Revista “La Tecla” (http://www.latecla.info/5/91398-cmo-es-el-reparto-de-las-fuerzas-de-seguridad-en-el-conurbano) donde ella muy expuesta. La nota dice: “Como en La Matanza, donde la mandataria Verónica Magario afirmó que ‘la inseguridad ha crecido en nuestros barrios, y con mucha violencia’, tras el asesinato de Leandro Miguel Alcaraz, el chofer de colectivos de la línea 620. De acuerdo a lo revelado entonces por Magario, en el municipio operan 4.200 policías de la Provincia y 150 gendarmes. No obstante, desde el Ministerio de Seguridad indicaron que el distrito cuenta actualmente con 4.386 efectivos bonaerenses (entre integrantes de las reparticiones de Seguridad, Rural, Investigaciones, Drogas Ilícitas, Género y Policía Local) y 450 gendarmes” y sigue la nota afirmando que “Es más, según la información a la que tuvo acceso La Tecla, La Matanza es el único partido al que se le sumaron efectivos de fuerzas federales tras su desembarco en el Conurbano (más La Plata y Mar del Plata), a mediados del año 2016. De 300 gendarmes pasó a tener 450 en dos años”.
TODO POR LLEGAR
Fernando Espinoza y Verónica Magario iniciaron a finales de 2015 un recorrido mediático (donde han invertido una verdadera fortuna) que los han posicionado muy bien fuera del distrito.
Espinoza fue el primero en ver el tema de los tarifazos pero cuando se puso candente el tema no pudo capitalizar la crisis y quedó algo raleado de la movida política.
A su vez Verónica Magario centró todas sus apariciones mediáticas en un enfrentamiento total con María Eugenia Vidal, gobernadora bonaerense. Ese enfrentamiento le posibilitó estar muy en el candelero político bonaerense y hasta se habló de su posible candidatura a gobernadora o vicegobernadora (como adelantó nuestro medio en la nota https://semanarioquintopoder.com/?p=20434).
Pero siguen cometiendo errores políticos que, posiblemente, los paguen caros en el momento de mayor necesidad. Han descuidado, políticamente hablando, el distrito y hay una verdadera mala onda entre la dirigencia y la militancia peronista (menciono al peronismo no al oficialismo, que hoy por hoy son dos cosas diferentes).
Magario y Espinoza negocian en el justicialismo bonaerense en base a su nivel de conocimientos e imagen pública pero también hacen valer sus 200 mil a 300 mil votos que tienen en el distrito. Eso los mantienen a flote en la interna pejotista de la provincia y de la nación pero, si por una de esas casualidades, cuando deban mostrar y hacer valer los votos (que ellos creen que los tienen cautivos) se encuentran con la novedad que dicho caudal de votos no están o son muy inferiores a los porcentajes que fanfarronearon, ¿qué va a pasar?.
No quiero hacer futurología pero todos hablan de La Matanza pero son muy pocos los que realmente conocen La Matanza y esa falta de conocimiento hace que se pueda vender un paquete de datos y mentiras enmarañadas.
Pero Fernando y Verónica están tan seguros de su escalada política que ya están pensando en sus posibles sucesores (tema que abordaremos en una próxima nota) en el sillón de Almafuerte.
Pero la movida política bonaerense viene muy complicada y nadie puede asegurarse ningún cargo de antemano. Esta carrera hacia los cargos ha hecho que, tanto Espinoza como Magario, no miren con atención lo que se está cocinando en el distrito.
Están muy pendientes detrás de una posible candidatura que no se paran a mirar las cosas que suceden a su alrededor y eso puede costarles muy caro a la hora de pagar la cuenta.