Por Prof. Joaquín G. Puebla
Barón, o baronesa (en su forma femenina) es uno de los títulos nobiliarios europeos con que los monarcas muestran su gratitud a ciertas personas. Durante la Alta Edad Media, barón significaba al varón libre en distintos dialectos e idiomas antiguos germánicos, como el franco, y por esto con la posible calidad de noble, pero esta procedencia no es bien conocida. En tiempo de los merovingios el título se emplea para significar vagamente varón poderoso y alguna vez marido. En la época feudal, el título designa a un Señor ilustre gozando de todos los derechos feudales en perfecta plenitud. El territorio sobre el que los barones ejercían su jurisdicción era llamado baronía.
Barones del Conurbano es una categoría de la politología argentina que intenta definir las prácticas políticas de un conjunto de políticos e intendentes del Gran Buenos Aires. El término fue creado a mediados de la década de 1990, época en la que el gobernador Eduardo Duhalde construía su poder político en la Provincia de Buenos Aires Duhalde, junto con su esposa, la senadora Chiche Duhalde, lograron armar en la década de los noventas una red clientelar de unas 35.000 manzaneras que se financiaba con el Fondo de Reparación Histórica y los préstamos del Banco Mundial.
Cuando comenzaba a trabajar “de periodista” (tengo una formación docente) un sabio, querido y reconocido ex Intendente matancero, me comentó algo, que siempre lo tuve presente y que, lo comprobé, en más de una ocasión. En la puerta de la Catedral de San Justo, hablando de elecciones. Me dijo: “Pibe (así solía llamarme) en La Matanza y en el conurbano no gana el que tiene más votos sino el que los cuenta” y con esa mirada llena de picardía que lo solía caracterizar, agregó que “Si empatas en la primera sección electoral y ganas en la tercera, ganaste la provincia”.
Hoy tengo más presente que nunca esa lección política y la mesa está servida para eso. Las elecciones del próximo domingo son definitorias para más de un Intendente del conurbano bonaerense porque, de repetirse los números de las elecciones PASO, varios “Jefes Comunales o, Barones del Conurbano” podrían quedarse sin laburo al perder la mayoría en sus respectivos Concejo Deliberante.
Varios “Barones del Conurbano” dialogaron con nuestro medio y, a modo de resumen, puedo citar a uno que comentó: “En las elecciones PASO jugamos a media máquina con el claro objetivo de enviarle un claro y contundente mensaje al Gobernador Kicillof” y señaló que “Kicillof nunca entendió que el poder del peronismo está en el conurbano. Los votos que lo hicieron Gobernador no eran de él, eran nuestros. Cristina y Alberto traccionaron votos pero él no, era peso muerto”.
Otro Intendente afirmó que “Kicillof nunca nos escuchó, no tuvimos oportunidad de participar en la gestión provincial, no nos ofreció lugares de gestión. Se rodeó de amigos y compañeros de la facultad o del secundario; hasta tal punto fue obtuso en su visión política que dejó en funciones a hombres y mujeres nombrados por Vidal. No los dejó por ser buenos funcionarios sino para no darnos a nosotros participación” y casi amotinado sostuvo que “Nosotros no perdimos las PASO, las perdió él por encerrarse en su grupito de amigos porque prefirió dejar en sus puestos a los del PRO antes que a un peronista”.
Después de varias e infructuosas llamadas pudimos dialogar con un histórico Intendente peronista del oeste del conurbano que admitió: “Si no juego a fondo el domingo me quedo sin laburo” y aclaró que “Si se repiten los resultados de las PASO en mi distrito pierdo la mayoría en el HCD (Honorable Concejo Deliberante). Los nuevos concejales asumen el viernes 10/12 y el lunes 13/12 me destituyen. No tengo margen de error”.
Aunque no lo crean hay más de un antecedente al respecto, Martín Sabbatella (hoy a cargo de ACUMAR) “lo pasó a valores” a Juan Carlos Rousselot (caudillo peronista e Intendente de Morón) apenas ganó la mayoría en HCD moronense (https://semanarioquintopoder.com/anibal-y-el-multicompanero-martin/).
IMPACTO PROFUNDO: PREOCUPACIÓN EN LE INTENDENCIA MATANCERA
Fernando Espinoza estaba confiado de repetir los números de las elecciones PASO y con la seguridad de aumentar, sustancialmente, la cantidad de votantes pero, ahora, anda más que preocupado. Teme que “el fuego amigo” esparza tantas esquirlas y que, alguna de ellas, lo llegue a tocar.
El repudiable asesinato de Roberto Sabo lo dejó consternado porque nunca esperó (y menos a días de las elecciones) que “un ministro de su mismo palo (por Sergio Berni) armé tal despelote y lo deje herido antes de unas elecciones tan importante”.
Un destacado dirigente peronista matancero comentó que “No entiendo lo de Berni ¿o es un boludo o lo hizo a propósito?” y agregó que “El gobierno nacional y provincial apostaron mucho en La Matanza porque tenían la seguridad de que aquí iba a salir la fuerza para revertir los resultados de las elecciones PASO”
“A Fernando lo señalan con el dedo los vecinos por la crisis de seguridad que estamos viviendo pero el responsable de todo es Berni (https://semanarioquintopoder.com/berni-las-mentiras-de-un-asesino-por-omision/) porque la policía le responde, íntegramente, a él” me comenta un indignado dirigente peronista y añadió que “Estos no es culpa de los vigis sino de los comisarios y de García (por el Jefe de la Bonaerense), tratan de destruir al peronismo; ellos son amarillos (por el PRO) y Berni les da carta blanca”
Recordemos a Axel Kicillof le dieron la plata que le sacaron a CABA para reforzar el tema de seguridad en el conurbano y en provincia a su cargo pero eso no se vio reflejado en la realidad.
Alberto Fernández a través del decreto Decreto 735/2020, cuyo primer artículo oficializó la quita a la Capital Federal de alrededor de $30 mil millones anuales en concepto de coparticipación, que desde 2018 integran el presupuesto porteño, para entregárselos a la provincia de Buenos Aires y así hacer frente al reclamo salarial de la Policía (https://www.infobae.com/politica/2020/09/10/la-quita-de-coparticipacion-a-la-ciudad-de-buenos-aires-podria-ser-mayor-a-la-anunciada-por-alberto-fernandez/)
Mañana se espera una gran marcha de vecinos hacia el Palacio Municipal en San Justo y es por eso que el municipio lleno de vallas en frente de edificio y habrá más de 1100 efectivos policiales (según fuentes de la institución).
Todo esto es una picardía, no por los vecinos sino porque todo pudo haberse evitado. La política barata y las internas están alterando el ejercicio democrático del próximo domingo y, en estas condiciones, nadie gana pero, perdemos todos.
Reclamar Justicia es inevitable ante el descontrol que estamos viviendo pero hacerlo en este clima no va a servirle a nadie, más allá que los asesinos de Roberto Sabo estén detenidos. No sería de extrañar que, cuando baje un poco la atención sobre el tema, salgan libres por alguna puerta entreabierta del poder judicial provincial y ninguno nos enteremos.
La marcha no ha de cambiar mucho las cosas, la inseguridad es un tema complejo pero para solucionarlo es inevitable que todos los estamentos del estado trabajen coordinadamente. Este problema existe hace bastante tiempo pero debatirlo en las calles a días de una elección legislativa no va a contribuir a encontrarle una solución. Ni los diputados nacionales electos, ni los diputados provinciales electos, ni los concejales electos el próximo domingo van a encontrarle una solución al tema.
La marcha de mañana puede afectar o no los resultados de las elecciones del próximo domingo porque todos los actores de este drama seguirán estando en sus puestos. Ni Berni, ni Kicillof, ni Espinoza van a renunciar ni van a sentarse a dialogar.
El voto en contra o favor de cualquiera de los candidatos locales van a solucionar el tema porque insisto: es el estado, en sus diferentes estamentos, quienes deben encarar las soluciones de fondo y este clima de enfrentamiento no ayuda a que puedan a sentarse a pensar soluciones concretas.