Por Prof. Joaquín G. Puebla
El 26 de mayo del año pasado nuestro medio publicaba la nota “¡!!INSOLITO¡¡¡UN MONTÓN DE LADRILLOS VIEJOS PONEN EN RIESGO LA CANDIDATURA DE FERNANDO ESPINOZA” (https://semanarioquintopoder.com/?p=6865), 
donde se hacía referencia a la “Casa del Bicentenario” desarmada ladrillo a ladrillo y trasladada al Museo Histórico Municipal “Juan Manuel de Rosas”, con el objetivo de reconstruirla. Lamentablemente hoy dicho casa es solamente un montón de ladrillos abandonados en los terrenos del museo municipal. La casa del bicentenario fue trasladada (demolida) en la gestión de la Dra. Hilda D ‘Agostino como Secretaria de Cultura y Educación del municipio y dicha repartición municipal recibió un jugoso subsidio para realizar el traslado. La ex funcionaria municipal hoy está en la Junta Histórica de la UNLM.
¿A cuento de qué viene todo esto?, simplemente que andaba por la calle Monseñor Marcón casi esquina H. Yrigoyen y me encontré una pila de ladrillos que habían sacado de la remodelación de una vieja casa. Los ladrillos, a simple vista, eran bastantes antiguos e investigando un poco se pudo determinar que eran de los años ’20 y que fueron hechos en una fábrica de ladrillos que funcionaba en el predio donde hoy está una importante empresa, en Brig. Gral. Juan Manuel de Rosas al 2700.
Indagando un poco más se pudo determinar que dichos ladrillos salieron de la misma empresa donde se compró el material para construir el actual Palacio Municipal, dada que ambas construcciones son de la misma época (1928).
Obviamente, los vecinos que transitaban por el lugar vieron el valor histórico de los mismos y se los fueron llevando de a uno, hoy son pocos los que quedan tirados en la calle; pero siempre está latente la cuestión de la falta de cuidado de nuestro patrimonio histórico, algo que debería ser una política de estado, más allá de cualquier signo político.