Por Prof. Joaquín G. Puebla
Hace unos días un nobel papá me contaba la odisea que vivió para poder hacer atender a su esposa cuando empezó con contracciones.
“Es nuestro segundo hijo, gracias a Dios está bien” empezó a contarme Carlos y agregó que “Durante el embarazo y el parto de nuestro primer hijo no tuvimos problemas porque estaba trabajando y tenía obra social. La fábrica cerró y ahora vivo de changas, me la rebusco bastante bien pero cuando mi señora quedó embarazada de nuestro segundo hijo se nos complicó mucho el tema de la obra social”.
Carlos sigue con su relato y nos cuenta que “Con mi segundo hijo fue odisea desde el momento que supimos que estaba embarazada. Durante todo el embarazo anduvimos de hospital en hospital, no tuvimos un seguimiento constante del embarazo, cada vez que íbamos a una salita o un hospital los turnos eran para meses de espera. En el Hospital Paroissien nos dieron turno para una ecografía para dos meses después de la fecha de nacimiento del bebe, imagínate como nos sentimos. Haciendo un esfuerzo enorme con dos o tres trabajo a la vez pude pagar la consulta con médico pero no me alcanzaba para los estudios o la internación”.
“Tipo 18 Hs. mi señora empezó con los dolores de parto, fuimos a la salita (en González Catán) y estaba cerrada. Arrancamos para el Hospital Equiza (también de González Catán) donde la atendieron por guardia pero no había cama, nos mandaron al Hospital Germani de Laferrere y ahí nos derivaron al Hospital Balestrini; ahí nos dijeron lo mismo y nos aconsejaron que vayamos al Santojani (en CABA) o al Hospital de Haedo (Morón). Todo esto en colectivo y remis. Salimos del Balestrini rumbo al Policlínico de San Justo, porque siempre vi que siempre había ambulancias en la puerta y si no había cama supuse que la podían trasladar. Nada, un poco más nos sacan con la policía y ni hablar de traslado en ambulancia. A todo esto era más de las 20.30 Hs. Tomamos el 298 para ir a Morón y mi señora estaba que no daba más, cuando pasamos por el Hospital de Niños rompe la bolsa en el colectivo, no tuvimos más chamces que bajarnos ahí y meternos en la guardia. No nos querían atender pero no les quedó otra porque él bebe estaba naciendo. Así que mi segundo hijo nació en el Hospital de Niños de San Justo luego de andar viajando por toda La Matanza para ver dónde la podía atender” finaliza su relato Carlos.
Es una historia impactante la de Carlos, su segundo hijo está bien y su esposa también pero esta odisea que vivió la viven muchas embarazadas en el distrito que son derivadas de hospital en hospital y, la mayoría, terminan dando a luz en los hospitales de CABA.
HOSPITAL MATERNO – INFANTIL “TERESA GERMANI”
“El hospital esta terminado en sí, solo falta el equipamiento de quirófano que es de tecnología de punta al igual que el resto del equipamiento” nos comentaba un trabajador del Germani y algo que pudimos comprobar mientras recorrimos las instalaciones. El trabajador en cuestión nos informó que “El fin de obra no esta dado porque falta terminar algunas cuestiones en los espacios recreativos del hospital; llámese plaza, paseos con espacios verdes y juegos para niños, etc”.
“El tema cloacas estaría todo ok, no como el viejo Teresa Germani que nunca estuvo conectado a las cloacas y cuando llueve sale las aguas podridas por todos lados hasta en los quirófanos, esto dicho por una persona que trabaja dentro del hospital del cual vamos a resguardar su nombre porque teme represalias” sostuvo otro trabajador municipal del nosocomio y agregó que “Hay un gran problema en el recurso humano, no porque no sea de calidad, sino porque es escaso, y muchos de los trabajadores que se capacitan en el lugar se terminan yendo en busca de mejores beneficios laborales, en otros hospitales, como por ejemplo cualquier hospital de CABA o el hospital Posadas, que depende de nación y así poder tener mejores condiciones de trabajo” y remarca que “En La Matanza ni siquiera te pagan el título, la carrera municipal esta totalmente desacreditada, es nula, mucho personal contratado y la mayoría son nombramientos políticos, no gente con ganas de trabajar y comprometida con la tarea”.
“Magario se comprometió a cambiar con respecto a las anteriores gestiones, sobre todo en el área de la salud, que se iba a tener en cuenta la capacidad y el conocimiento antes que el padrinazgo de algún puntero político, cosa que hasta ahora no se vio” nos señalaba un municipal con más una década de antigüedad y remarcaba que “Para poner en pleno funcionamiento toda esta estructura harían falta casi 600 personas, el doble de lo que en la actualidad trabaja en el Teresa Germani, hoy el hospital esta funcionando de lunes a viernes de 7 de la mañana a 17 horas, y sábados de 7 a 13, solo se atiende algunas especialidades en consultorios externos, extracciones de sangre solo dos horas por la mañana, se dan algunos turnos, y también funciona la sala de rayos y ecografía, todo equipamiento de punta, donde en un futuro esperemos este al servicio de los vecinos de La Matanza”.
“La farmacia, que generalmente cierra a las 13hs, y esto dificulta el acceso a la medicación a muchos vecinos que no pueden comprar el medicamento, y se quejan en el sector administración que permanece hasta mas tarde en el hospital, que hoy por hoy no funciona, ni en un 10% de lo que tendría que funcionar, ya que ni la guardia funciona” comentaba a nuestro medio otro municipal.
Para dentro de un par de meses se planea inaugurar nuevamente el Hospital “Teresa Germani” y la cuestión del personal es un tema muy complicado porque el municipio jubiló de oficio a más de 30 empleados municipales y prometió incorporar a 90, hecho que complicaría, aún más, el normal funcionamiento del hospital.
La situación es crítica en todas las salas de salud y hospitales municipales, se programan y comienzan grandes reformas pero las mismas nunca se terminan y cuando finalizan se inicia otra reforma para emparejar. Un caso emblemático es el Policlínico de San Justo que hace más de 10 años está en obra. Se termina una parte y se inicia otra, mientras tanto no se atiende a las parturientas. Recientemente se terminó una obra y ahora cierran los consultorios externos por dos años porque lo van hacer a nuevo.
El Hospital Materno – Infantil “José Equiza” de González Catán está desbordado y las condiciones edilicias son pésimas.
“Así está el Hospital de Niños de San Justo. Escalera clausurada para subir a la neonatología, quirófano y sala de internación. 
Hay un ascensor (si es que no se traba con uno adentro) cuando va a ser el día que algunos roben menos y arreglen la salud pública. Se nos cae el techo encima”. Comentó a Semanario “Quinto Poder” un trabajador de dicho nosocomio.