Por Prof. Joaquín G. Puebla
El sufrimiento es la sensación motivada por cualquier condición que someta a un sistema nervioso al desgaste. El sufrimiento puede ser por causas físicas o emocionales (psicológicas) y siempre es consciente, no se puede hablar de sufrimiento inconsciente según el psicoanálisis como tampoco se puede hablar de sentimiento o sensaciones inconscientes. Existen cuatro causas del sufrimiento consciente emocional: El temor, la frustración, la sumisión y la cuarta tiene que ver con el “No querer hacer” y el “No poder hacer”. Cabe aclarar que estas cuatro causas del sufrimiento consciente pueden generar gran placer inconsciente.
“La realidad misma nunca es un problema; son las ideas acerca de la realidad las que crean el problema” dijo alguna vez un erudito y esta frase me lleva a pensar que algunas cosas de la política matancera están generando dicotomías peligrosas en la conducción política del distrito.
Magario y Espinoza (hecho que señalamos más de una vez) arman un escenario y tratan de que la realidad circundante se amolde a su análisis y es acá donde surge la peligrosa dicotomía porque no son dueños de todos los resortes políticos como para imponer un escenario favorable a sus análisis.
Magario y Espinoza cuentan con la posibilidad de elaborar e imponer la agenda y la acción política en nuestro distrito porque, hasta ahora, eran claramente la mayoría.
Ahora bien, desde el 2015 a esta parte diferentes actores políticos se han dado cuenta de una debilidad que ni ellos mismos sabían. Con el paso de los años y las generosas pifiadas políticas Fernando Espinoza ha ido perdiendo legitimidad
(El término legitimidad se utiliza en la teoría del Derecho, en la ciencia política y en la filosofía para definir la cualidad de ser conforme a un mandato legal. En ciencia política, es el concepto con el que se enjuicia la capacidad de un poder para obtener obediencia sin necesidad de recurrir a la coacción que supone la amenaza de la fuerza, de tal forma que un Estado es legítimo si existe un consenso entre los miembros de la comunidad política para aceptar la autoridad vigente) en el ejercicio de la conducción política y, cuando a partir del 2011 impuso a Verónica Magario como virtual sucesora, abrió una grieta profunda en el peronismo matancero. Dicha grieta se fue ahondando porque aquellos que estaban distanciados de “Ese Fernando” buscaban cobijo y comprensión bajo la sombra o el paraguas de “Esta Verónica” pero con el paso del tiempo se dieron cuenta que “Esa Verónica y Está Verónica” eran lo mismo porque ambas son parte de “La Magario” que se encuentra subordinada a “Este Fernando”.
Ante esto varios dirigentes fueron buscando su destino por fuera de la estructura oficialista. Como señalaba anteriormente, en el 2015 esos dirigentes (a pesar de haber insistido nuevamente con “La Magario”) se animaron y le presentaron lista en las elecciones PASO. Ganó (obviamente) la estructura oficialista pero ellos obtuvieron la victoria al ganar la minoría y mostrar que “El Rey y la Reina estaban desnudos”. Si bien aún conservaban la mayoría el oficialismo ya no era tan invencible como se pensaba.
Cuando señala la peligrosa dicotomía que enfrenta la conducción política del distrito me refiero a dos cosas, principalmente. Por un lado la esencia misma de la conducción porque cuando habló de “conducción política del distrito” todos entienden que me refiero a la pareja gobernante pero antes del 2011, la “conducción política” era solamente Fernando Espinoza (Alberto Balestrini ya lo habían pasado a la conducción nominal por su estado de salud), pero en la actualidad cuando nos referimos a la “conducción política” todos entienden que hablamos de Espinoza y Magario; en definitiva, Espinoza cedió (queriendo o no) poder, conducción y representatividad en Magario.
Por el otro lado al señalar la dicotomía me refiero a los escenarios que diagrama la conducción política y, como señalé anteriormente, esos escenarios no siempre son coincidentes con la realidad. “La Magario” y “Este Fernando”, como explique más arriba, pueden diseñar el escenario local pero cuando salen del distrito se encuentran con otro escenario que ellos no pueden controlar ni direccionar y, cuando lo intentaron, quedaron pagando o colgados del pincel. Estás situaciones han ido erosionando su capital político fuera del distrito y, a su vez, han impactado en el armado territorial.
Hoy por hoy, pese a lo afirmado líneas arriba, ni Magario ni Espinoza son lo mismo porque ellos, sin flexibilidad ni reflejos políticos han creado una “realidad alterna” que los tiene sumidos en un constante desconcierto. Por un lado ven y sienten el apoyo de multitudes pero a la vez, ven siempre las mismas caras. Se niegan a admitir que algo anda mal y precisamente, esa tozudez vasca, es la que esta germinando un escenario que ellos, como conducción política, no han analizado y no lo han tenido en cuenta.
Hoy Fernando Espinoza es pre candidato a Diputado nacional por ser solo “Fernando Espinoza – Presidente (en uso de licencia) del poderoso PJ bonaerense. Pero no es candidato por ser la conducción política del distrito que, presumiblemente, ha de aportarle la mayor cantidad de votos a la lista que encabeza Cristina Fernández de Kirchner como pre candidata a Senadora nacional. Parecen matices pero, a mi escaso entender, son definitorios porque no es lo mismo estar en una lista detrás de dos prestigiosos y renombrados desconocidos porque hizo bien Un o El mandado que serlo porque detrás de él hay entre 250 mil a 350 mil votos. Si fuera por la importancia política iría, sin sombra de dudas, primero cómodo e indiscutible.
LA IMAGEN DEL SUFRIMIENTO
Hace unos días, escribí en mi muro de la red social Facebook, la siguiente reflexión: “Hay momentos y momentos en una campaña política. En algunas situaciones se vivencias fuertes emociones cuando los candidatos se ponen a dialogar, mano a mano, con la gente o la militancia (obviamente eso no ocurre muy seguido) y, hay situaciones que la campaña se sufre. La conducción política matancera pone en juego sus nombres para revalidar títulos en una elección que viene complicada. Ahora bien Magario acompañó a Espinoza en una recorrida de campaña pero lo hizo en un muy segundo plano. ¿Estará la Intendente matancera ‘sufriendo la campaña’?”.
Ante mi sorpresa se armó un debate muy intenso entre diferentes personas y fue un debate enriquecedor que me demostró, sin lugar a dudas, que al peronismo matancero (como vengo sosteniendo hace bastante rato) le falta un profundo debate interno. Un debate intenso, un debate sin buchones que salgan corriendo a contarle a la conducción política del distrito que la militancia y los dirigentes están hartos de ciertas cosas.
Verónica Magario parecería que está sufriendo la campaña en el distrito y ese sufrimiento se le nota en la cara cuando no la miran porque, me parece, que ella no quería o se dio cuenta que no es negocio político ser candidata a primer Concejal en el distrito.
Ser candidata testimonial podría convertirse en un boomerang que se le clave en la espalda y dañe su futuro o carrera política.
Verónica Magario sin historia importante dentro del distrito y sin una gestión descollante como funcionaria llegó, en pocos años, muy lejos y ahora, presumiblemente, nos estamos dando cuenta los matanceros que, posiblemente, “La Magario sea un error de interpretación”.
EL SUBE Y BAJA DE LAS ENCUESTAS
“Quiero 1500 en el plenario” y fueron solamente casi 500 (contando con buena voluntad). Esto demuestra algo y ese algo todos lo saben pero nadie lo dice.
La militancia peronista esta desganada, sin fervor y sin muchas ganas de hacer lo que vienen haciendo en todas las campañas: “NADIE QUIERE HACER RASTRILLAJE” y si insisten en el tema la conducción política del distrito ha de llevarse una muy mala sorpresa.
En esta última semana me han llegada datos de un par de encuestas que están terminando (tres consultoras) de elaborar los informes.
Dichos datos señalan la posibilidad (aún está muy lejos la elección como para que señalen una tendencia) de un fuerte corte de boleta. Cristina anda bien, rozando los 40 puntos (un consultora le da 35% y la otra 38%) pero a nivel local Verónica Magario estaría llegando al 30% haciendo resoplar los fuelles (un consultora le da 27% y la otra 28%). Esa diferencia entre el tramo inicial de la sábana y la porción final rondaría los 10 puntos que se estarían desperdigando entre otras opciones electorales peronistas. Los datos de las encuestas son muy contradictorias en este sentido.
Según los datos que manejamos, la oposición política estaría muy por encima de las perspectivas que les estaba dando al oficialismo.
Según estos guarismos Miguel Saredi estaría rozando el 20%, seguido de cerca por Fernando Asencio (17%). Un poco más lejos estaría Heraldo Cayuqueo con un 11%. Las candidaturas restantes no superan el 10%.
Si se toma el tramo inicial de la sábana Cristina esta entre el 35% y 40%, seguida de Sergio Massa con guarismos que van del 28% al 25%. Tercero, cómodo, aparece Florencio Randazzo con un 15% y Esteban Bullrich con un módico 11%.
Según estos datos (ya analizamos el caso de Magario) Saredi estaría midiendo muy por arriba de Bullrich y del mismo PRO – “¿Cambiemos?”. Asencio estaría empardando a Massa y Cayuqueo estaría por debajo de la intención de voto de Randazzo.
Un escenario no imaginado por nadie hace unos meses. Veremos cómo siguen las campañas que, a nivel local, casi no existe porque la mayoría estaría organizando la fiscalización de las elecciones PASO de agosto próximo.