Por Prof. Joaquín G. Puebla
Estamos en plena campaña política de cara a las elecciones PASO y salieron todos los candidatos caminar calles, tocar timbres, repartir folletos…perdón, asumí que los candidatos encabezaban la campaña pero en La Matanza las cosas no suelen ser igual que en otros lados.
Acá el centro neurálgico de la campaña es un hombre que está haciendo campaña política desde 2011. En todos estos años no se tomó ni un minuto para él, todo el tiempo lo dedicó a las diferentes campañas políticas que encaró y fue tan generoso que, incluso, hacia campaña cuando no era candidato.
Fernando Espinoza en las elecciones de 2019 sale a reverdecer títulos y laureles, como candidato a Intendente (un cargo que nunca dejó de ejercer).
En todos estos años Espinoza fue candidato a Gobernador bonaerense, candidato a vicegobernador, candidato a Concejal (testimonial), nuevamente candidato a Gobernador bonaerense, nuevamente candidato a vicegobernador, candidato a Diputado nacional y, ahora, nuevamente a Intendente.
Debemos estarle agradecido por todo el esfuerzo hecho pero se pagaron grandes costos (tanto económicos como políticos); costos que pagó él y que, también, pagamos todos los matanceros.
Después del contundente e histórico triunfo del 2011, Fernando Espinoza cambio, tanto en lo personal como en lo político.
CAMPAÑA Y SOLO CAMPAÑA
Cuando asumió como Intendente, tras el contundente e histórico triunfo del 2011, Fernando Espinoza armó una estructura gubernamental impresionante. Se pensó, en ese momento, que un gabinete de gestión de esas dimensiones (más de 40 cargos entre secretarios y subsecretarios) apuntaba a mejorar la gestión municipal pero no, el objetivo era político.
Espinoza quiso que la mayoría de los sectores del peronismo matancero tuvieran su “pedazo de la torta”, que estuvieran todos dentro de la gestión para que dejen de ser “sectores del peronismo” y convertirse en “sectores del oficialismo” pero, a su vez, tenía una enorme sorpresa bajo la manga: a cada secretario de un área del municipio le puso al lado un subsecretario para controlar el trabajo del primero. En pocas palabras: a cada funcionario le nombró “un comisario político” para que lo controle (Un comisario político, o politruk, es un oficial militar designado por un gobierno para supervisar la fidelidad de una unidad militar al respectivo régimen. Históricamente han sido usados por los gobiernos para asegurarse de que los oficiales y las tropas son leales al nuevo régimen, y su primera aparición se produce en la Revolución francesa). Esto trajo aparejado un enorme parate en la gestión municipal que se extiende hasta el día de hoy porque Verónica Magario, al asumir como Intendente, utilizó también el mismo criterio político.
Desde 2011 todo acción de gobierno, todos los recursos municipales, todo política gubernamental tuvo el único y final objetivo el de ser utilizado para la campaña a las diferentes candidaturas de Espinoza y de Magario.
Ingentes recursos económicos, un enorme esfuerzo de trabajadores municipales y militantes políticos, todos los recursos del estado municipal puesto en función de las carreras políticas de Fernando Espinoza y Verónica Magario. Todo esto, a la larga, impactó irremediablemente en la gestión municipal y, principalmente, en el vecino.
Hoy tenemos un estado municipal que no gestiona y donde los poderosos no son políticos sino los “cajeros de la municipalidad paralela”. La municipalidad de La Matanza no trabaja en función del vecino sino con el único objetivo de darle “prensa” a los indiscutidos candidatos matanceros: Fernando y Verónica.
En las próximas elecciones de octubre Fernando Espinoza es candidato a Intendente y, Verónica Magario, a Vicegobernadora y, nuevamente, asistimos al espectáculo de que todos los recursos del municipio más importante del país, están en función de la carrera política de la “Pareja Gobernante”.
LAS INTERNAS DEL PODER
El poder es complejo y cambia a las personas.
Si bien los máximos referentes del distrito son candidatos y están a full con la campaña, entre ellos estalló una “peligrosa interna” que pone en riesgo la estabilidad política del distrito.
No es que vayan a perder las elecciones en La Matanza, el triunfo de Espinoza, en el distrito, se da por descontado y se espera que la fórmula de Kicillof – Magario (candidatos a Gobernador y Vice, respectivamente, de la provincia de Buenos Aires) gane también en La Matanza.
El riesgo a la estabilidad política del distrito se da en un contexto más profundo: el proyecto político de Fernando Espinoza hace agua entre los vecinos matanceros. Magario durante todos los años como Intendente ignoró a los vecinos matanceros, planchó la gestión municipal y le dio carta blanca a los “cajeros de la municipalidad paralela” quienes están a full recaudando para la campaña.
Fernando Espinoza enloqueció, no para, va de acá para allá: de un recorrido relámpago a un centro comercial a un canal de televisión. Dos o tres veces al día aparece en diferentes canales hablando del mal gobierno nacional y provincial y, obviamente, casi no habla de La Matanza.
Verónica Magario anda en el mismo trajín recorriendo la provincia para dar a conocer el modelo de gestión matancero; lástima que todavía no lo entendió su compañero de fórmula, Axel Kicillof.
Magario recorre la provincia acompañando a Axel Kicillof y, Fernando Espinoza, también va junto a Axel Kicillof, “porque no conoce la provincia y hay que poner el hombro”; en definitiva Kicillof debe ser el candidato “mejor acompañado” de la provincia.
Esta locura de campaña está afectando a Fernando Espinoza en formas nunca vistas antes: reta a los gritos a sus inmediatos colaboradores, reta a los gritos a los dirigentes y militantes del oficialismo matanceros, señalándolos y acusándolos “de no poder manejar un escuela con cinco fiscales de mesa”, le declara la guerra a este o aquel medio local, manda a despejar zonas de militantes del oficialismo de la peatonal de San Justo para poder grabar un spot publicitario sin la contaminación de la militancia; en definitiva la campaña es suya, el candidato es solamente él y el triunfo será únicamente de él.
Pero la “campaña constante” ha hecho mella en la dirigencia y la militancia del oficialismo local. Hay muchos dirigentes y militantes que quieren dejar de ser “oficialistas” y volver a ser “peronistas”. Esto se nota en las dificultades que está experimentando el “aparato político” del distrito para conseguir a los fiscales. También hay muchas quejas por la falta de información, no sé sabe quiénes son los apoderados locales, hay idas y venidas con la folletería y los carteles (parece que se equivocaron al “diseñar” los mismos), insisten que la militancia salga a realizar “rastrillajes” cosa a la que se niegan (categóricamente) más de un dirigente. También “hay ninguneadas varias e imperdonables” a históricos dirigentes políticos del distrito.
Ganar se gana pero, posiblemente, este sea una “Victoria Pírrica” (Una victoria pírrica es aquella que se consigue con muchas pérdidas en el bando aparentemente o tácticamente vencedor, de modo que incluso tal victoria puede terminar siendo desfavorable para dicho bando) porque se ha desgastado mucho el vínculo entre, los únicos y eternos candidatos, con los vecinos y los dirigentes y militantes políticos.
LA PRENSA MALDITA
Están comenzando a aparecer artículos, en otros medios de comunicación, donde están sacando a la luz datos sensibles de Espinoza y Magario.
El portal de noticias, “Border Periodismo – La Oveja Negra”, dirigido por María Julia Olivan, publicó, el pasado 26/06/2019, una nota (firmada por Daniel Siefer) y decía que: “Magario tiene un cargo asegurado en el Congreso en caso de no ser electa” (https://borderperiodismo.com/2019/06/27/magario-tiene-un-cargo-asegurado-en-el-congreso-en-caso-de-no-ser-electa/?fbclid=IwAR2cSs-mMUq5d72APhYHtfEq83YTrCFzjTVJg916NcFAPOByzKG3_YU4ngs).
En la misma dicen que “La candidata a vicegobernadora bonaerense por el kirchnerismo mantiene un puesto con licencia en la Cámara de Diputados desde 2013, incluso antes de ser intendenta de La Matanza. Incumplimientos administrativos y privilegios de la clase política” y agregan que “Es que Magario, legajo 303.666, tiene una particular licencia automática para un cargo de planta permanente en la Cámara de Diputados, que se renueva desde el 2013 cada vez que ella ocupa o es electa para un puesto superior, Una especie de reaseguro para no quedar afuera del privilegio del trabajo político-estatal”
La mencionada nota señala que “Que la agente Magario, Verónica María, ingresó a prestar servicios en la Planta Temporaria de esta H. Cámara de Diputados, el día 31 de marzo de 1988, mediante R.P. N° 329/88. Que, mediante R.P. N° 166/89, la agente Magario fue designada como personal de Planta Permanente” y “Que la agente referida, reviste la Categoría A-08 – Planta Permanente Personal Administrativo Técnico”.
También explican que “Con la resolución N°117/2012, Magario accedió a su licencia extraordinaria sin goce de haberes por ejercicio transitorio otros cargos, con la condición de que la mencionada agente deberá presentar semestralmente, ante la Dirección General de Relaciones Laborales y Oficiales de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación, una constante mediante la cual acredite la continuidad en el cargo en virtud del cual se le otorga la presente licencia. No hay registros físicos de que así lo haya hecho”.
“Cuando fue electa como diputada, Magario se vio obligada a presentar su declaración jurada de bienes. Y así lo hizo… hasta que renunció en 2015 para irse a la intendencia de La Matanza. Magario se fue sin presentar su declaración de baja, para el año 2015. Según fuentes del Congreso es una falta administrativa” sostienen la nota de Border Periodismo – La Oveja Negra y añade que “Hasta 2014, Magario declaraba bienes por $1.593.867,34. Entre ellos: El 50% de dos departamentos en Capital Federal. Uno de 85 metros cuadrados adquirido en 1994 y tasada su porción en $45.124 y otro, de 44 metros cuadrados, adquirido en 2001 y cotizada su parte en $32.867. Otro departamento porteño, éste completo, de 27 metros cuadrados, comprado en 2004 y tasado en $52.900. Una casaquinta en Monte Grande, de 623 metros cuadrados, adquirida en 2004 y tasada en $473.603, con reformas adicionales por 75 mil pesos. 420 mil pesos en efectivo y 35 mil dólares”.
Para finalizar aseguran que “Magario es planta permanente en el Congreso desde hace 40 años, disfruta de una licencia desde 2013 y podrá volver a su cargo, en caso de perder en las próximas elecciones. Para la categoría A-08 que ostenta, le espera un sueldo básico que supera los 43 mil pesos, sin calcular la onerosa antigüedad que le corresponde. En un país que presenta más de 10 puntos de desempleo, para la clase política siempre hay un reaseguro”.
A Fernando Espinoza también le anduvieron revisando los papeles pero esto lo hizo el medio local, “Hora Cero”. El pasado 22 de Julio, el mencionado periódico digital de La Matanza, publicó la nota “LA MATANZA: FERNANDO ESPINOZA DECLARO PESOS, DÓLARES Y ACCIONES” (https://horacerolamatanza.com/2019/07/22/la-matanza-fernando-espinoza-declaro-pesos-dolares-y-acciones/?fbclid=IwAR2uCB_LBFQZF0LS0OAnSD1k__MJH4MPoaOtyYLTFLvWAhCVB96r8Ut71u0).
En esa nota señalan que “Los intendentes, concejales y funcionarios municipales no tienen una ley marco que los obligue a presentar sus declaraciones juradas, si bien algunas comunas tomaron el compromiso de hacerlo voluntariamente, La Matanza siempre se mantuvo alejada de políticas de transparencias efectivas. Después de estar en la Administración Pública Comunal por más de 16 años; concejal, intendente y Jefe de Gabinete de Asesores, Fernando Espinoza se vio obligado a presentar su Declaración Jurada Patrimonial en 2017. Lo hizo exigido por la Ley 26.867 que se las pide a los candidatos a cargos electivos nacionales”.
“El 21 de septiembre de 2017, en plena campaña que lo llevaría a la diputación nacional, la Oficina Anticorrupción emitió su Declaración Jurada Patrimonial Integral de Carácter Público del año 2016. Los $3.294.382 que poseía a fines de 2016, lo ubicaba en el top ten de los candidatos a diputados millonarios” informaba “Hora Cero” y agregaba que “Tres meses después, al tomar posesión de su banca, alcanzado por la LEY 25.188 (Ética en el ejercicio de la Función Pública), presentó su Declaración Inicial 2017 con Bienes, depósitos y dinero al Inicio del año por $3.753.454. Siendo éstos los últimos datos conocidos ya que el diputado Espinoza no expuso los Bienes al Cierre del Período 2017 como tampoco hay registros del año 2018. En las dos dice poseer inmuebles en Villa Luzuriaga y en el Partido de La Costa. El primero corresponde a su casa habitación, mientras que el segundo fue adquirido en 2012 con destino a inversión. En el terreno de 407 m2 efectuó mejoras durante 2013 y 2014 incrementando notablemente el valor inicial”.
“Hora Cero” explica que “Llamativamente no declara ningún vehículo, la que sí lo hizo fue su ex mujer, monotributista, que en 2011 adquirió una camioneta Ford Ranger 4×4, en 2013 compro: en junio una camioneta Ranger 4X4 XLT 3.0, en agosto una Ford Eco Sport Titanium y en noviembre una camioneta Volkswagen Amarok 4X4. Incrementando su parque automotor en junio de 2015 cuando registró un Peugeot 208 Feline. La señora, un año antes de estas compras, el 27 de abril de 2010 y según consta en el Boletín Oficial bonaerense, le transfirió a Daniel Carrizo (actual Concejal y esposo de Liliana Pintos, actual secretaria de Desarrollo Social del municipio y candidata, también, a Concejal) su agencia de Remises de la calle Almafuerte al 3200 de San Justo. En la misma publicación se da a conocer que Espinoza transfirió ese día, también a Carrizo, la agencia de Remises ubicada en Playa de Estacionamiento del Hipermercado Carrefour, de San Justo”.
La nota finaliza diciendo que “Un concejal en La Matanza gana cinco sueldos mínimos y el ex intendente Espinoza en 2015 cobraba en todo concepto poco más de $40.000 y como Jefe de Gabinete de Asesores de la Municipalidad de La Matanza su sueldo ascendía a $58.835, cargo este que desempeñó desde que dejó la intendencia hasta que ocupó su banca de diputado”.
Continuará…