Por Prof. Joaquín G. Puebla
Un simple taller mecánica, dedicado a la reparación de camiones, micros y demás vehículos de gran porte está complicando el normal desarrollo de todo un barrio.
Esta historia no es nueva, lleva años el taller ubicado en Boulogne Sur Mer 1685, complicándole la vida a los vecinos de Villa Madero y Tapiales dado que los vehículos que repara (todos
de gran porte) los estaciona en la calle y ahí realiza las reparaciones.
“Hasta ahora nos complicaba la vida al trabar el tránsito sobre Boulogne Sur Mer, pero desde que se asfaltó la calle España, andar por la zona se ha tornado más que inseguro” comenta un viejo vecino y explica que “El dueño del taller no le da bola a nada, lo han clausurado varias veces y siempre zafa o coimea a alguien o lo respalda 
algún político”.
“Quinto Poder” intentó dialogar con el dueño del comercio, quién se negó rotundamente a prestarse a una nota y nos mandó a que hablemos con un reconocido y respetado Concejal; dicho edil, al ser consultado por nuestro medio, negó categóricamente cualquier tipo de relación con este individuo y aseguró hasta desconocer la zona.
El asfalto de la calle España fue un viejo anhelo de todos los 
vecinos de Villa Madero, dado que permitiría dinamizar el tráfico vehicular en la zona, pero hoy es una trampa mortal. Varios factores han convertido este avance de la localidad en una bocacalle de terror.
En primer lugar, los dueños del taller mecánico estacionan los vehículos sobre la calle España y sobre Boulogne Sur Mer, y tanto los vehículos que circula por España para doblar hacia Boulogne Sur Mer y viceversa, lo hacen a ciegas dado que los 
camiones estacionado impiden ver si viene un coche por la mano contraria.
Esta situación, todavía no ha provocado accidentes graves pero si se le suma que la línea 143 y 36 doblan también en esa esquina, dicha bocacalle se convierte en una trampa mortal.
“Esperamos años este asfalto para ahora no poder utilizarlo con seguridad” sostiene José, vecino del lugar y remarca que “Se han dado situaciones muy complicadas, una de las veredas está rota porque al intentar sobrepasar a uno de los camiones estacionados
uno lo hace a ciegas y más de una vez se encuentra de frente con otro coche o un colectivo y no queda más remedio que subirse a la vereda”.
Es tal la actividad del taller mecánico que hasta se ha instalado un puesto de choripanes en la esquina para que almuercen los camioneros mientras esperan que reparen sus vehículos.