“Me dio la tarjeta azul de él y me dijo lo que necesites, llámame” (publicado por el Diario Crónica)
Lo afirma Solange Johana Martínez, mamá de Matías de los Santos, de sólo 7 añitos. El chiquito nació prematuro a los seis meses, padece problemas motores y ceguera de un ojito. Necesita un tratamiento integral. En octubre del año pasado, el intendente Espinoza en campaña, acompañado de nutrido séquito pasó por Catán donde se encontraba Solange con su hijo y se sacó la foto que salió en Crónica. Le dijo que no se preocupara por nada, que se harían cargo del pequeño. Desde entonces Johanna ha intentado sin éxito comunicarse con el intendente y se ha acercado al palacio pero sólo ha encontrado evasivas, 
ninguneo y maltrato de las secretarias y del personal. ¿No tendría el municipio que tener las puertas abiertas a todos los vecinos? Solange sólo quiere ayudar a su hijo. Le cuesta admitir que las campañas son como una película donde los pobres siempre hacen de extras y gratis.
GRAVE DENUNCIA
A casi un año de la visita del Intendente Fernando Espinoza al domicilio de Matías de los Santos, su mamá Solange Johanna Martínez, escribió la siguiente carta: 
“Soy Solange Johanna Martínez, mamá de Matías de los Santos. El nació prematuro de seis meses de gestación. Al estar demasiado tiempo con el respirador, el oxígeno afectó su vista por lo cual fue operado en el Garrahan cuando tenía solo un mes de vida. Quedó cieguito del ojo derecho. Hoy tiene 7 años y está haciendo un tratamiento para recuperar la vista. Tiene dificultad motora y camina con andador. Un chequeo general de los médicos del Garrahan –pediatras, traumatólogos y ortopedia- permitió concluir en la necesidad de un tratamiento de rehabilitación kinesiológica para que deje el andador, camine solo y estimule los músculos.
El Dr. Gras, fisiatra de Cemefir ordenó una rehabilitación de cuatro marchas. Salud Pública del municipio de La Matanza me consiguieron turnos para la rehabilitación, y también para atender en el Hospital de Niños de S. Justo la parte nutricional y la parte ocular. Por ello estoy agradecida. 
La otra parte de la historia comenzó cuando el intendente Fernando Espinoza en campaña, bajó de su auto en Catán, donde yo vivía. Aisa y el resto de los acompañantes hicieron un gran despliegue para que el bajara a mi casa en momentos en que yo salía con Matías y toda la familia a la vereda. Espinoza me abrazó y me dijo: Quédate tranquila que yo te prometo todo lo que necesitas.
Nosotros tuvimos que viajar a Las Toninas por trabajo pero luego regresamos porque Matías necesita el tratamiento. Lo cierto es que no tenemos donde vivir. Estamos en una pieza prestada en un espacio reducido y no tenemos ni una cama, dormimos en un colchón inflable en el piso. Pedí ayuda en la municipalidad porque cuando estuvo Espinoza, me dio su tarjeta personal y me dijo: lo que necesites llámame y les dijo a los de Aisa que anotaran todas mis necesidades, que son una vivienda amplia para que Matías pueda movilizarse, un transporte para que pueda ir a la escuela –asistía al colegio Nuevo Día en Ramos Mejía-.
Aclaro que no tengo obra social y que lo llevábamos y traíamos nosotros. Esto es lo que solicité a Fernando Espinoza y a Verónica Magario. Me prometieron además de la casa, un auto para movilizarme con Matías y también bajarme unas máquinas de panadería para trabajar con la familia. Ellos salieron en los diarios y la tv y por eso ahora lo busco para que cumplan con lo prometido.
Jamás me atendieron y me derivaron a Desarrollo Social para hablar con Nicolás Fusca, de ahí me derivaron a Maira Bravo, quien me dijo que sólo podían darme un subsidio de $ 1000, cosa que sucedió hace un mes, para que alquile. Llamé a los teléfonos que me proporcionó Espinoza. Me atendía su secretaria Teresa quien me dijo que yo no tengo nada que hacer en la municipalidad, que les perjudico la imagen a ella y a Fernando Espinoza. Me trataron re mal. Luego ella me derivó a Yésica Gómez quien me dijo que no moleste más que ya me otorgaron el subsidio. 
Yo no necesito limosna sino que cumpla lo que prometió. En el acto había mucha gente y tomó a Matías del brazo y todo lo que prometió hasta hoy no cumplió con nada haciéndome sentir la persona más baja de la tierra.
En la Casa Rosada tuve una audiencia con la licenciada Alfonsina Ibáñez a quien relaté la situación. Ella se sorprendió y dijo que cómo puede ser que “yo te dé una audiencia en la Casa Rosada y él no te puede atender, tiene que cumplir con todo lo 
que prometió” así dijo ella.