El pre candidato a Concejal, Pablo Boschi dialogó con Semanario “Quinto Poder” sobre la campaña que se está llevando adelante y planteó cuestiones de profundas implicancias políticas.
SQ: ¿Cómo es la campaña electoral?¿Siente que es una campaña dura?
P.B.: “Sí. La verdad que como experiencia, en esta primera instancia, que este grupo, el Movimiento de Integración Peronista, haya podido armar una lista competitiva de muchos compañeros representativos del distrito, militantes todos, junto a técnicos y profesionales militantes con una decisión firme de querer participar de la vida política del distrito más importante del país y en el marco de la democracia, es exitoso. Estamos realizando una gran campaña. Tené en cuenta que esto lleva apenas treinta días de trabajo. El 20 de junio se presentó la lista y se consolidó a fin de ese mes. Y la verdad que muy bien, porque uno tiene que reconocer donde estaba, de donde viene y donde está hoy. Para nosotros es épico”.
SQ: ¿Está sorprendido por el crecimiento del espacio? ¿Lo esperaban o los superó?
P.B.: “Sí, superó la expectativa. Uno sabe del trabajo, somos conscientes y coherentes en el tiempo de lo que fue el Movimiento de Integración Peronista allá en el 2005 con aquel entonces gran intendente que tuvimos que era Alberto Balestrini y en el gran relanzamiento que hicimos allá por el 2012 y estaba la expectativa. Pero cuando uno se lanza a la arena política, deja de ser parte de un espacio y dice: “Queremos ser el espacio”, ahí te das cuenta primero de las falencias del espacio que hasta ahora uno era parte en el tema de la construcción, del debate, de generar esa masa crítica que el justicialismo ha venido perdiendo elección tras elección. Y después, en nuestro trabajo colectivo, en la tarea de cada día, sufriendo alguna ruptura, algunos quiebres y algunas deslealtades en la palabra fundamentalmente. Pero eso se supera con la actitud de muchos compañeros y militantes ‘desconocidos de siempre’ que hoy están acá y que quieren ser parte del tiempo que viene en La Matanza”.
SQ: Más allá de los méritos propios, a ustedes se han acercado mucho a los compañeros del oficialismo, algunos abiertamente y otros solapadamente.
P.B.: “Sí. Son más que oficialistas, peronistas y justicialistas. Y que por ahí a veces en esta tarea de gobernar tantos años, uno pierde algunos objetivos esenciales que tienen que ver fundamentalmente con el debate hacia abajo, el reconocimiento a los cuadros intermedios, a la militancia. Uno cuando camina y ve que los locales políticos con el nombre ‘Justicialismo’, que es el instrumento, el espacio físico esencial creado por el General (Juan) Perón que cada vez son menos lo que estamos haciendo esta tarea, te demuestra que hemos remplazado con los medios de prensa y los grandes cables nacionales por la tarea esencial que es el contacto entre el militante y el pueblo. Y ahí es donde el dirigente empieza a perder un poco el sentido de pertenencia, el origen. Es por eso que los compañeros ven en este espacio una posibilidad de por lo menos ser escuchados. Y como creo, en personal, que es necesario que el peronismo tenga permanentemente esa posibilidad de ser esa masa crítica, ese debate permanente hacia abajo, es lo que esta pasando acá. Es un espacio que te permite eso, equivocado o no, te permite ser parte. Escuchar, ser escuchado ante un Estado que indefectiblemente se ha alejado bastante de la militancia. Lo digo hace muchos años e insisto con esta teoría, nadie que es funcionario municipal, nadie que tiene un cargo público en nombre del peronismo, entro por un (aviso) clasificado. Entró por una tarea militante y porque el peronismo es poder. Y porque gana una elección para mejorar la calidad de vida y tener un Estado mucho más cerca de aquel que nos da el voto día a día. Cuando esto no ocurre, cuando elección tras elección estamos viendo que cada vez nos cuesta más esa representación por parte de nuestros representados, debería ser un llamado de atención para darnos cuenta que las cosas no las estamos haciendo bien. Creo que después de la gran elección que tuvo el justicialismo, en nombre del peronismo, allá por el ´99, todos recordaran lo que digo, hoy devuelta estamos en esa instancia. Estamos de cara a un gran debate interno en el gran movimiento y donde el justicialismo debe nutrirse de hombres y mujeres que entiendan el tiempo que viene. No hay que tener miedo al debate ni a ser masa crítica. Porque de hecho, ¿qué les quedaría a aquellos grandes hombres y mujeres en la lucha en la época de plomo en los ´70 cuando la lucha era el retorno de Perón, no se discutía un cargo. No se discutía un beneficio del siglo XXI, la lucha era otra. ¿Qué nos queda a nosotros sino hacemos lectura de aquel tiempo a hoy? Somos herederos de esa historia y debemos hacerle honor”.
SQ: ¿Coincide que, más allá de la elección, el peronismo matancero va a entrar en un debate sobre el nuevo liderazgo?
P.B.: “No tengo dudas. Hoy ya está discutiéndose esto. Pero no en La Matanza, en la Provincia y la Nación. Hoy se están discutiendo los nuevos liderazgos. Y el peronismo como movimiento y el justicialismo como partido político sabe que el poder hay que ejercerlo pero que hay revalidarlo día a día. Perón habla de un peronismo actualizado en el tiempo, como tercera posición, y cuando esto no ocurre, pasa lo que pasa. El fuego calienta de abajo hacia arriba. Entonces cuando la masa, el compañero, los que militan la calle, los que se bancan una elección, los que te fiscalizan y controlan la boleta, los que defienden un proyecto nacional dicen ‘cuando ven que esto no ocurre, esa llama va en aumento’. Yo tomo como punto de partida la última gran plaza de la apertura de las sesiones ordinarias de marzo con Cristina. Y muchos dirigentes tenían una lectura y el pueblo estuvo es día en la calle. ¡Y había dirigentes que tenían otra lectura! Nacionales, provinciales y locales. Políticos y gremiales. ¡Hacían una lectura absolutamente equivocada! Y el pueblo estuvo en la Plaza sabiendo que era la última gran plaza con Cristina como Presidenta de la Nación haciendo la apertura de las sesiones ordinarias pero también en una gratitud directa a lo que había dado y a lo que había dado su marido. Desde el 2003 a hoy, una de las mayores virtudes que me reconozco, como militante de muy joven en el justicialismo, es que recuperó el Estado y la política. El kirchnerismo en nombre del peronismo ha hecho eso. Y quien no entienda esto, se va a alejar indefectiblemente de la base y va a caer. Hoy la política es la recuperación del Estado y en La Matanza necesitas un Estado más presente. El Estado no está en los barrios. Esta es una materia pendiente y el justicialismo de alguna manera la va a tener que resolver”.
SQ: ¿Alguna vez fue Verónica Magario una cuestión personal o es una cuestión política? La diputada nacional ha manifestado en algunos medios que ser armó una lista en su contra y porque el precandidato a intendente es una mujer.
P.B.: “No. Primero contra Verónica Magario, en lo personal, no tengo nada. Al contrario, hemos tenido excelente diálogo. Circunstancialmente, por esta coyuntura electoral, hoy tenemos poca comunicación. Inclusive fui legislador de este espacio. Creo que muchas veces, insisto, cuando uno cree que le asiste la razón y la ejerce de alguna manera equívoca puede pasar que empiece a ver en el otro a un enemigo. Somos circunstanciales adversarios en esta lucha. Somos justicialistas, abonamos en el Frente para la Victoria en la defensa este gran modelo en ejecución. Queremos que siga este modelo, inclusive lo digo como ahora como dirigente sindical. Nosotros, los trabajadores y la dirigencia es agradecida a las paritarias que ha dado este modelo. Ahora, nadie debe de alguna manera arrogarse el título que es a partir de uno. Somos todos parte de esto. Todos los que construimos en este tiempo hacen que hoy Cristina Fernández de Kirchner a partir de su gran gobierno tenga casi el cincuenta por ciento de imagen (positiva). Pero a Cristina pocas veces se la escucha decir: “Soy yo y es a partir de mí”. Ella reconoce un proceso en el 2003, reconoce a Néstor Kirchner, reconoció muchas veces a Alberto Balestrini. Hay muchos hombres que han dado mucho para decir que Pablo Boschi es lo que es a partir de uno. Uno es parte de un colectivo de trabajo. Se integra y defiende lo que cree que tiene que defender: un modelo que lejos ha tomado una sola medida en contra los trabajadores. Podemos estar de acuerdo en muchas cosas, pero nunca tomar una medida en contra de los trabajadores. Creo que Verónica es una gran candidata y lo digo porque es mi forma de ser. No soy de esos que abonan la teoría que tienen que esmerilar a un compañero dentro del espacio, por el contrario. Cada uno que hable de su modelo y lo que va a hacer por La Matanza. Con lo que se hizo bien pero con lo que no se hizo también”.
SQ: Ustedes dicen que este espacio surge porque no hubo un diálogo profundo y constructivo. Pero Magario, en un reportaje exclusivo a nuestro medio, sostiene lo contrario. Ella dice que el diálogo existió pero ustedes fueron con una posición irreversible, con decisión tomada.
P.B.: “Sobre este punto también podría hablar como apoderado de la lista, que en condición de precandidato (a concejal). Nosotros siempre tratamos de llegar al diálogo con (Fernando) Espinoza. De hecho, los que de alguna manera conducen ese espacio han hablado con Espinoza. Y en todo momento lo que se encontró fue una negativa, de que de alguna manera ser parte de un espacio de la política dentro del mismo espacio dentro de una lista o tener la alternativa, un espacio y llevarlo todos a Espinoza a la provincia. Y de esto puedo dar testimonio y fe porque como apoderado lo viví de cerca. Estuve en todo el proceso del armado, trascender y el armado de la lista. Ahora, lo que hay que entender también, que ya somos todos ‘grandecitos’, lo que no queremos es que nos vengan a decir lo que tenemos que hacer. Nosotros queremos que el peronismo siga gobernando por definición, que el modelo nacional nos siga conduciendo. Los hombres somos circunstanciales en esta lucha. Hemos vivido procesos en los ´90 y hubo hombres muy fuertes en la política en La Matanza y sin embargo han caído. Roma cayó un día. ¿Por qué cree uno que no va a caer? Pero que el diálogo existió, existió. Y que pusimos todos los mecanismos a disposición del compañero Espinoza para ser parte de un proyecto todos juntos. Y si él llegaba a ser Gobernador íbamos a ser parte de esa gobernación. Pero siempre el punto de partida es defender los intereses del pueblo de La Matanza y del peronismo. Quien diga esto miente, porque no es así”.
SQ: ¿Fue una sorpresa para ustedes la campaña que ha llevado adelante Cayuqueo?
P.B.: “(Heraldo) Cayuqueo es una figura poca conocida tal vez para la población y el espectro político, pero sí es muy reconocido y valorado. Primero, por los trabajadores de la UOCRA (Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina) y después, por los barrios más alejados del Centro que son los que más sufren las necesidades de la periferia. ¿Por qué te digo esto? Porque la UOCRA es el gremio que está más cerca de la realidad del vecino. Es el primer pastón y el primer ladrillo para construir una casa, una fábrica, lo que sea. Pero de la construcción nace un pueblo. Ni hablar cuando hemos tenido estos últimos años grandes inundaciones. Lo he vivido porque lo he acompañado en algunas caminatas y ver como la gente lo reconocía allá por el 2001, en plena crisis. Era el gremio que más cerca estuvo en esa época con bolsones de comida, porque no había otra cosa para darle a la gente que más necesidad tenía, y hoy reconocen la tarea permanente en los barrios. Hoy están trabajando fuertemente en todos los barrios problemas que el Estado no ha podido dar debate. Pero no es el Estado, somos los hombres en crisis. Cuando Balestrini pone en práctica la descentralización municipal, y que muchos fuimos parte de ese modelo, inclusive la compañera Magario, el sentido era la descentralización administrativa del Estado central y la consolidación de la política. El Estado más cerca de la necesidad del pueblo. Bueno, eso también quedó inconcluso. De las cuatro regiones descentralizadas hicieron dos. Cuando los hombres no están a la altura de las circunstancias, el Estado no llega a la gente. Cuando estas regiones pasan a ser solamente anexos del Estado central, se perdió el sentido para lo que fueron creadas”.
SQ: En esta campaña todos los precandidatos de cada espacio han hablado sobre tres puntos importantes. El primero la seguridad, el segundo la salud en el distrito y el tercero la corrupción. ¿Cuál es la posición que van a asumir ustedes ante cada uno de estos temas?
P.B.: “Lo que nosotros venimos diciendo con mucha fuerza y en lo personal, es que todo eso se resuelve con un Estado presente. Primero, sin Estado, nada de lo que estamos planteando lo vamos a resolver. Cuando me hablas de seguridad, salud y la falta de trasparencia del Estado, es a partir de los hombres. Cuando nosotros planteamos en los barrios la necesidad que el delegado municipal tiene que ser un vecino reconocido por un vecino, todo lo demás es posible resolverlo. Si el intendente en el barrio, que es el delegado y el subdelegado me conoce, lo conozco, me toca el timbre, charlamos, tomamos una rueda de mate y si los sábados y domingos está en la plaza, la seguridad, la salud, la transparencia en el Estado y el gran flagelo de la droga que tenemos también en nuestro distrito, se puede resolver. Porque es a partir del Estado. Todo el mundo sabe que hace cada uno en el Estado, pero cuando ese eje rector no existe, cuando el delegado municipal no tiene recursos y mucho menos es conocido por el barrio, nada es posible. Uno pude hablar de la falta de trasparencia en el Estado y preguntar en qué se gastan los recursos pero si tuviera un delegado a la altura de las circunstancias, seguramente ese vecino sabe en qué se está gastando ese recurso. Si existiera esa relación Pueblo-Delegado y habría problemas en la salud, seguramente el intendente lo sabría porque el delegado le comunicaría semanalmente lo que está pasando. Por eso digo que desde el Estado se recupera todo, el problema son los hombres. Cuando no funciona ese protocolo, cuando no existe el Gabinete (municipal) o sólo existe para algunas cosas, todo lo demás no es posible. Cuando yo pongo un delegado que no es genuino, originario de ese barrio, no es posible. Todo tiene que ver con todo. En el 2000, 2001 no había recursos, a penas recuerdo había dinero para pagar los sueldos municipales, era muy joven pero estaba muy cerca de ese Gabinete y quien fuera su intendente. Nos habían pedido a los jóvenes, en esa época, trabajar las plazas con algo elemental, sacar a los jóvenes de la calle y ponerlos a tocar en las plazas. Ahí nació lo que fue el famoso ‘Rock en la plazas’. Nace el mismo año que la radio Mega, de rock, en el año 2000 creamos. Me acuerdo porque muchas bandas nuestras tocaban ahí, que era incipiente la 98.3 (FM). Las bandas, los jóvenes, saben de esto que te estoy diciendo. Saben del flagelo de la droga, ya en el 2000 lo sabían. Saben del problema de la inseguridad porque es causa también de la droga. Saben el problema de salud porque también es causal de las adicciones y las enfermedades del pueblo. Los jóvenes saben todo. El problema es cuando los jóvenes no están en la política porque los han alejado. Gran contradicción con el kirchnerismo. El kirchnerismo a recuperado el Estado y la política a partir de los jóvenes y nuestro Estado ha involucionado. Me pregunta que política joven tienen nuestros jóvenes en La Matanza. ¿Dónde están nuestros jóvenes en La Matanza? Porque en aquella época no había recursos como hoy. Con más razón, si hay recursos deben estar. ¿Dónde están los jóvenes en tareas de prevención con los más adolescentes a las salidas de los colegios? ¿Dónde están nuestros jóvenes en las universidades conjuntamente con la universidad planteando políticas de estado? ¿Dónde están nuestros jóvenes? ¿De qué Estado me hablás si no hay jóvenes? Yo no voy a descalificar a ningún compañero ni una compañera, ¿pero cuál es el plan joven que tenemos para nuestros jóvenes a futuro? En nombre del justicialismo hablo. ¿Cuántos jóvenes tengo en el Gabinete municipal?, si vamos a hablar en serio. ¿Cuántos subdelegados son jóvenes?, que es un planteo que vengo haciendo hace diez años. Vengo planteando, inclusive a una concejal, que el subdelegado tiene que ser joven. No importa la edad, pero en el justicialismo el joven es hasta 35 años. Entonces, que nuestros subdelegados sean hasta 35 años. ¿Pero para qué? Para que la tarea esencial de ese joven este en la plaza los sábados y domingos, trabajando de cara al pueblo. Y el pueblo tenga alguien que lo escuche. ¿Y dónde está eso? Lo que hacemos es premiar desde el amiguismo, desde un pago político equivocadamente. El mejor pago político es ser reconocido por el pueblo. Cuando yo tengo que gastar millones de pesos en publicidad es porque en la gestión algo no hice bien”.
SQ: ¿Qué panorama tiene para el 9 de agosto? Se está hablando fuertemente que pueden dar la sorpresa.
P.B.: “La verdad que nuestra mayor sorpresa es que nos animamos a decir cosas que a veces desde adentro no se pueden decir. Y lo hacemos en nombre del Movimiento Nacional Peronista como justicialistas. La sorpresa la estamos dando hoy. Era imposible poder armar una lista, presentarla, que no la rechacen y que nos den los siete cuerpos. Se puede jugar de igual a igual con el oficialismo. Para nosotros, si ganamos, el día 10 (de agosto) es la convocatoria a todo el pueblo justicialista como corresponde, en buena ley. Y si perdemos, nos sumares en ese apotema del General Perón que dice: ‘Quien gana conduce…’ y los que perdemos nos tendremos que sumar a la tarea. Pero eso lo tenemos muy claro que va a ser así. Para nosotros, el gran desafío era animarnos a la lucha y la hemos dado”.
SQ: ¿Hay posibilidad de poder volver a trabajar en conjunto? Ustedes han planteado, como el cuento, el rey está desnudo cuando todo el mundo decía que estaba vestido. Y esto, a nivel personal, lleve a algún choque.
P.B.: “Mirá, si ese rey desnudo como bien planteas, entiende que al pueblo hay que volverlo a vestir a partir de un Estado presente donde los mejores hombres y mujeres salgan a dar testimonio y fe de lo que ha sido el peronismo a lo largo de la historia y lo que debe ser hoy. Si reivindicar al compañero municipal, tan destratado pero nunca como este tiempo. Si volver a militar las grandes causas y que a veces los problemas de insumos en salud no son tal sino es un problema de hombres y mujeres. Si entender, como planteaba el mejor sanitarista que ha dado la historia en nombre del peronismo, que fue el doctor Ramón Carrillo, que no es curar sino es enseñar a vivir en salud en la prevención, todo lo demás se resuelve. Cuando el ser humano está enfermo ya es tarde. Lo que tenemos que tratar nosotros es generar esa enseñanza. Adoctrinarlo, muñido en una sola verdad como decía el General Perón, entender por qué soy funcionario y que vivo de un tributo del pueblo, que me sirvo de ese tributo y por lo cual tiene que volver al pueblo. Y no detrás de un escritorio sino estando en las plazas, en la calle, en el café con los compañeros olvidados. No son todos vagos los compañeros de café. Hay muchos compañeros que están ahí porque lamentablemente el peronismo nació en un café. Nació en un lugar que nos contenía a todos y nos sigue conteniendo. En la militancia de los ´70, los ´80, éramos ‘los vagos del café’. El compartir en el peronismo es compartir una mesa, de ahí te nutrías, sabías lo que le pasaba al otro compañero desahuciado o abandonado. Por eso hay que tener mucho cuidado. Acá hubo una locutora que descalificaba al pueblo de La Matanza diciendo: ‘Bienvenido al hambre’. Y utilizaba otros términos más jodidos, descalificaba permanentemente al militante peronista de La Matanza. Y por eso vinimos nosotros. Hay que tener cuidado cuando se utilizan términos similares, acá no hay vagos. Si hay, es porque el mismo Estado lo ha abandonado. Y la verdad que este Estado ha recuperado el trabajo y al trabajador como sujeto básico en una sociedad. Bueno, es lo que tiene que hacer el peronismo de La Matanza, ir a buscar a aquellos olvidados de siempre. Y a trabajar por aquellos que han dado vida y familia, reconocerlos, ponerlos allá arriba, mostrarlos. No de muertos, en vida. Son tipos que han andado y hay que reconocerlos. Esta es la gran tarea que el peronismo de La Matanza no ha hecho. Si el justicialismo, el de todos, es así, bienvenido sea. Pero cuando hablamos de un manto de humildad, abramos las puertas del justicialismo. Escuchemos a todos, aún en disidencia. Aún con aquellos que vas a escuchar que no están de acuerdo con lo que estás haciendo, pero escúchalo. Porque es compañero, vecino, al otro día te va a ponderar porque por lo menos fue escuchado. Por eso que menuda tarea tiene hoy la compañera Magario en esta gran tarea de ser intendenta. Y menuda tarea también nos toca a nosotros de decir las cosas que no están bien. Si logramos ese equilibrio, el peronismo va a estar más sano que nunca. Y lo que no entiendan esto se quedaran en el camino, lamentablemente es así”.