LA ARGENTINA NI LA DEMOCRACIA TOLERA UN MAGNICIDIO

 

Por Prof. Joaquín G. Puebla

 

El magnicidio es el asesinato de una persona importante, usualmente una figura política o religiosa. El magnicida suele tener una motivación ideológica o política, y la intención de provocar una crisis política o eliminar un adversario que considera un obstáculo para llevar a cabo sus planes.

 

Antes que nada, deseo señalar mi repudio personal y de todos los que trabajamos en Semanario “Quinto Poder” ante el intento de magnicidio que sufrió la Vicepresidenta de la Nación, la Dra. Cristina Fernández de Kirchner.

 

 

Nuestra aún joven democracia no puede ni debe tolerar estas cosas, a pesar que la obtuvimos al enorme precio de 30 mil ciudadanos argentinos desaparecidos o muertos que dejó a su paso la última Dictadura Militar que, gracias a Dios y al deseo de nuestro pueblo, nunca volverán a gobernar.

Los argentinos elegimos el camino de la democracia y a pesar de que el sistema político tiene una enorme deuda con los habitantes de nuestro país, seguimos prefiriendo la democracia.

 

 

Los problemas actuales que estamos atravesando no se arregla matando a Cristina, ni a Alberto, ni a Macri, ni a Massa, ni a nadie. La violencia o la muerte no es la respuesta a los problemas del país.

Puedo disentir profundamente, pero eso no implica odio ni nada parecido, simplemente veo las cosas de otro modo. Hemos criticado, más de una vez, a los distintos políticos del orden nacional, provincial o municipal pero nunca se me pasó por la cabeza que eso sea la antesala de algún hecho de violencia.

 

 

Mis críticas a la gestión del Intendente Fernando Espinoza han sido bastantes fuertes y, en más de una oportunidad, han sido descarnadas. Alguna vez fui víctima de la violencia por parte de funcionarios que integraban su gabinete municipal y la primera llamada de apoyo que he recibido en ese momento fue de Fernando Espinoza.

Podemos pensar distintos, podemos estar en veredas opuestas en determinados temas, pero si nos encontramos siempre hay un apretón de manos o un abrazo. No quiero poner de ejemplo esto, pero esto es precisamente el espíritu democrático de la convivencia y el respeto.

La violencia ni los sicarios son el camino.

la Vicepresidenta de la Nación, la Dra. Cristina Fernández de Kirchner, merece el máximo de los respetos porque está ocupando ese cargo por la voluntad mayoritaria del pueblo argentino; la mayoría del pueblo la votó en elecciones libres y eso hay que respetarlo a rajatabla.

La ha votado la mayoría del pueblo argentino y eso la convierte en mi Vicepresidenta, así como Alberto Fernández es mi Presidente o Axel Kicillof es mi Gobernador o Fernando Espinoza es mi Intendente.

 

 

No hay otro modo de vivir en democracia o se cree en ella y se la práctica todos los días o nos sometemos mansamente a las brutales bestias que nos han gobernado antes de decidir vivir en este sistema de gobierno.

 

La justicia debe trabajar incansablemente para desentrañar lo sucedido, encontrar a los culpables y llevarlos a juicio para reciban todo el peso de la ley. No hay tiempo de medias tintas ni demoras injustificadas porque el futuro de la Patria y de la democracia están en juego.