Por Prof. Joaquín G. Puebla
Todos se asombran y rasgan las vestiduras ante la barbarie desatada por la violenta hinchada de Deportivo Laferrere el pasado lunes 2 de marzo. Hablar de los hechos redundaría en el tema, la mayoría sabe que sucedió y cómo se fueron dando las situaciones que terminaron con 26 policías heridos, dos de gravedad y uno fallecido, el Capitán Armoa.
Hace un par de años, cuando trabajaba para otro medio local, escribí una nota referida al pedido de los vecinos adyacentes a la cancha de Deportivo Laferrere, quienes habían contratado a un abogado para que interpusiese un recurso de amparo para que se suspenda la cancha y que la misma, fuese trasladada de su actual ubicación. Dicho escrito se basaba en el carácter violento y mafioso de los integrantes de dicha hinchada de fútbol, quienes trabajan de hinchas y se alquilaban de violentos. También los vecinos hacían referencia a los constantes desmanes que esos individuos provocaban en las inmediaciones del estadio, antes y después de cada partido: ingreso violentos a casas particulares, robos a los comercios de la zona, destrozos a autos y casas, en fin, una situación muy difícil de llevar.
Por la nota fui citado por un ayudante de un fiscal para que diera testimonio sobre el accionar de estos delincuentes, pero más que brindar un testimonio fue un “apriete” en todo el sentido de la palabra para que dejara de incomodar con el tema.
La hinchada de Lafe mantiene fuertes vínculos políticos y domina la localidad. Maneja un negocio de transporte que le da $30 millones anuales y tiene una larga historia delictiva.
Pablo Carroza, periodista del programa Código de Barras, confirmó a Infobae que el núcleo de la hinchada de Laferrere tiene vínculos políticos con el intendente de La Matanza Fernando Espinoza y acapara un gran dominio territorial.
Estos violentos se han hecho dueños de las calles y paredones de la populosa localidad matancera de Gregorio de Laferrere, es más cobran “peajes” a distintos partidos políticos para que puedan pintar leyendas políticas y peguen afiches de campaña. También ofrecen sus servicios de seguridad para que las caminatas de los candidatos “transcurra sin incidentes”. Últimamente habían expandido su “negocio de protección” a los boliches bailables de la zona y hasta los supermercados chinos.
Todos se hacen los distraídos y nadie sabe nada, pero desde el poder político, más de una, vez los han utilizado como fuerza de choque para actos y para evitar actos opositores. Hoy todos quieren despegar de la hinchada, pero el vecino de lafe tiene memoria y sabe quiénes bancan a estos delincuentes.
También son resguardados por “seudoperiodistas” y medios de la localidad, quienes, para evitar algunas represalias no hablan de ellos o directamente, hablan y los convierten en personajes amparándose en la “pasión que demuestran por su equipo”.
La situación es compleja pero ahora hay un policía muerto y eso debería cambiar todo el panorama; pero, no creo que suceda porque “los negocios” de estos violentos abastece a varios políticos de la zona y del distrito.
“El operativo fue un éxito” declaró el secretario de Deportes de la Provincia de Buenos Aires, Alejandro Rodríguez y explicó que “es la hinchada más grande del país y está amparada por la intendencia matancera”; pero nada dijo sobre la pobre presencia policial, ni que el club pagó por 250 efectivos y solo mandaron 120. Nadie aclara porque esta diferencia y dónde está la plata, porque la misma no se devolvió y esta práctica es un clásico del fútbol, se paga por determinada cantidad de efectivos (se para en efectivos y por adelantado) y mandan la mitad de los policías. Por el adicional de seguridad en las canchas, los policías deberían cobrar $180 por cinco horas que dura el operativo, pero reciben solo la mitad, la diferencia se la quedan los jefes.
El jefe de la policía de la provincia de Buenos Aires, Hugo Matzkin, en sus tiempos de jefe de calle (hace más de 20 años) de la comisaría de Laferrere impulsaba y protegía a la Hinchada de deportivo Laferrere, más de un poli memorioso lo recuerda arribar a los estadios con toda la hinchada detrás; es decir, Hoy se rasga las vestiduras por los desmanes de un grupo numeroso de violentos pero se olvida que él fue parte de un sistema de protección que desde hace mucho tiempo se viene aplicando.
Desde el ejecutivo municipal Espinoza emitió un pobre comunicado de prensa repudiando la violencia, ¿no sería más constructivo dejar de financiar a los violentos?, ¿no sería un buen gesto denunciar a estos individuos que todos conocen pero que nadie dice nada?.
Nadie abre la boca ni denuncia porque afecta a la órbita de negocios de más de uno, es una lástima porque nuestro distrito necesita limpiar a esta lacra violenta.