MUNICIPALES A LAS URNAS

 

Por Prof. Joaquín G. Puebla

 

Con 4.551 AFILIADOS ACTIVOS y 1.494 JUBILADOS (según figura en el padrón) habilitados para votar, los trabajadores municipales matanceros irán a las urnas el próximo viernes el 8 de Julio.

 

 

Cuatro listas se presentan a la compulsa interna luego de una campaña tranquila que, hacia el final de la misma, se recalentó un poco por la falta de entrega de padrones a las listas opositoras, más allá de que el padrón fue exhibido en las paredes del sindicato.

Nuestro medio, en la edición especial de hoy, publicaremos sendos reportajes de todos los candidatos.

 

 

La campaña fue tranquila porque la problemática de los trabajadores municipales matanceros es casi la misma que en las últimas elecciones. No hubo grandes modificaciones de las propuestas de los candidatos ni se plantearon propuestas nuevas.

A lo largo de la campaña tuve la oportunidad de hablar y entrevistar a los candidatos de las diferentes listas y noté una falta de firmeza en las respuestas porque la solución a los problemas de los trabajadores municipales matanceros pasa mucho por la relación con el departamento ejecutivo local.

 

 

El tema de salarios es primordial y de ahí se desprende todo lo que viene detrás. Me parece que ese es el meollo de problema y la discusión salarial pasa por la postura que han de tomar los dirigentes sindicales frente al Intendente Fernando Espinoza que, hasta ahora, ha hecho y deshecho a su antojo, uno porque lo dejaron hacer y otro porque nunca tuvo en cuenta la postura de las autoridades del STMLM.

 

 

La dirigencia sindical de los municipales es, en su mayoría, militantes políticos del oficialismo matancero y, creo, que ahí reside el problema porque eso les quita independencia y capacidad de negociación a la hora de sentarse con el departamento ejecutivo. Si bien no todos los dirigentes sindicales municipales aspiran a tener una carrera política, todos quieren seguir perteneciendo al oficialismo.

La situación, en mi opinión, es clara; si bien van a una campaña interna para conducir el STMLM, una vez terminada esta campaña, casi todos los dirigentes y casi inmediatamente, se ponen a militar políticamente para que el oficialismo retenga el poder en La Matanza.

 

 

También sostengo que Fernando Espinoza es el gran elector por la precariedad laboral que tienen muchos trabajadores municipales matanceros al ser contratados, monotributistas, etc.

Esta situación de precariedad laboral le da Espinoza la capacidad de influenciar directamente o direccionar el voto de muchos afiliados que dependen políticamente de la estructura del oficialismo; es decir, la patronal define las elecciones.

 

 

Espinoza es quién decide la cuestión salarial de los empleados municipales y es por eso que es el directo responsable de la pérdida del poder adquisitivo de los mismos. Ante la situación económica del país no ha tenido la previsibilidad de mantener ese poder adquisitivo acorde a los vaivenes inflacionarios que venimos viviendo desde hace varios años.

Si bien los salarios de los municipales matanceros es uno de los más altos de la provincia de Buenos Aires, eso no significa que sea bueno o alcance para vivir. Hoy la canasta básica de alimentos se ubica por encima de los 100 mil pesos al mes y el salario promedio de los empleados municipales va de los 20 mil a 40 mil pesos por mes.

La diferencia es enorme y, esa diferencia, mantiene endeudados a los trabajadores municipales con las diferentes financieras tanto sindicales, mutuales, bancarias o privadas.

 

 

La obra social sindical del STMLM es muy complicada de mantener por la razón que venimos exponiendo: si el salario es bajo el aporte a la misma es muy bajos. Hoy los incrementos desmesurados de insumos médicos, de remedios y demás cuestiones crecen según la inflación y los salarios municipales crecen según los deseos del funcionario de turno; esto genera una brecha enorme que complica mucho la administración de la obra social.

Pero este no es un problema de la actual conducción, sino que será el gran desafío a enfrentar gane quien gane la elección.

El otro gran tema es el pase a planta permanente de los trabajadores municipales contratados, las categorías y las corridas administrativas. Esto debería darse dentro de un esquema más confiable y previsible y no dejar algo tan importante en manos de negociaciones políticas.

La no aplicación de la ley 14656 es una flagrante violación de los derechos de los trabajadores municipales matanceros y esto lo hace el ejecutivo municipal más allá de los tibios reclamos de la dirigencia sindical tanto del STMLM como de los opositores.

 

 

La vigencia total de esta ley resolvería muchos de los problemas que enfrentan hoy los trabajadores municipales matanceros, pero nadie le pone el cascabel al gato (como decía mi viejo) por miedo a lo que diga Fernando Espinoza y equipo.

Estamos camino a una municipalidad sin trabajadores municipales porque aquellos municipales que se jubilan, renuncian o fallecen no son reemplazados por trabajadores municipales que ingresen directamente a la planta permanente, muy al contrario, son reemplazados por contratados, cooperativista o monotributistas a pesar que la imputación de los salarios municipales que se jubilan, renuncian o fallecen siguen imputados en el presupuesto municipal.

No se ve voluntad política del ejecutivo municipal de resolver esta situación, pero tampoco hay voluntad política de los trabajadores municipales y de su conducción sindical de enfrentar este sensible tema de imponer el tema en la agenda de trabajo con el ejecutivo municipal (si es que alguna vez existió o hay intenciones de que exista dicha agenda).

 

 

El otro gran problema es que la conducción política del oficialismo, en su conjunto, mantiene un férreo control sobre sus militantes que trabajan en el municipio y si alguno saca los pies del plato se queda sin trabajo; de esto no habla nadie, pero este sistema mantiene casi en estado de esclavitud a muchos trabajadores municipales que son obligados a militar políticamente y a realizar tal o cual tarea según disponga el dirigente político detrás del cual están encolumnados. A su vez este sistema le da libertad, a algunos dirigentes políticos, de acosar impunemente a sus militantes; se han denunciados casos de acoso sexual, acoso laboral, abusos de todo tipo y nadie se mete ni hace nada.

Es momento, a mi entender, de discutir una nueva carrera municipal o profesionalizar la misma porque el sistema está haciendo agua por todos lados y esta situación repercute enormemente en la gestión municipal porque si un trabajador municipal no tiene un buen salario, no tiene condiciones dignas de trabajo el servicio que ha de prestar a la comunidad no será el mejor o el que merece el vecino y contribuyente matancero.

 

 

Hay un dicho que cae como anillo al dedo: No tiene la culpa el chancho sino el que le da de comer; eso sí, deberíamos ver quién es el chancho y quién es el que le da de comer.