Por Prof. Joaquín G. Puebla
En 2016 nuestro medio comenzó a informar sobre las alternativas, en ese momento, del posible remate del edificio de CEMEFIR (CENTRO DE MEDICINA FÍSICA Y REHABILITACIÓN)
CEMEFIR es una institución emblemática de La Matanza, fue fundada, impulsada y ha crecido por el apoyo de la comunidad matancera; luego vino el apoyo municipal para, finalmente, pasar a ser un servicio médico municipalizado. Durante toda su historia CEMEFIR fue una institución muy reconocida por el nivel de sus profesionales y la calidad de su atención
La historia de “este negociado” fue publicada y explicada por Semanario “Quinto Poder” a través de cinco notas (CEMEFIR A REMATE: ¿UN FALLO QUE FALLA? – https://semanarioquintopoder.com/?p=15360 – 4 noviembre 2016 // CEMEFIR: LA HISTORIA DE UN REMATE QUE INDIGNA – https://semanarioquintopoder.com/?p=15420
– 21 noviembre 2016// CEMEFIR: LA VERDAD SIN VUELTAS –
https://semanarioquintopoder.com/?p=15564 – 28 noviembre 2016// DISCAPACIDADES MATANCERAS – https://semanarioquintopoder.com/?p=17547 – 18 junio 2017// CEMEFIR: EL NEGOCIO CONTRATACA – https://semanarioquintopoder.com/?p=18645 – 2 septiembre 2017).
En cada una de ellas fuimos desgranando una historia donde se mezcla la avaricia, el oportunismo, el aparente desinterés de “las autoridades políticas e institucionales” del distrito cuando en realidad están a la espera de que se concrete un negocio millonario.
La historia comenzó de esta manera: El Dr. Diego Héctor Viola, siendo Presidente de la Cooperadora del Cemefir, para resolver graves problemas económicos que enfrentaba la institución, no tuvo la mejor idea que salir a “cambiar cheques” de la institución entre diferentes vecinos y comerciante de San Justo. Viola es miembro de una de las familias más conocidas y consideradas de la localidad; en función de eso tenía los contactos necesarios para realizar estas operaciones sin despertar sospechas. Lo que comenzó como una forma de financiar la institución, pasó a ser un negocio y el volumen y la cantidad de cheques fue aumentando exponencialmente. Obviamente un día la Cooperadora de Cemefir quedó “al descubierto” en el banco (no había fondos para pagar los cheques emitidos). Después de muchas idas y vueltas, Alberto Crocamo (comerciante de San Justo) se hizo con todos los “cheques voladores” firmados por Viola e intentó cobrar la “abultada deuda”.
No hubo forma de cobrar esos cheques (porque Viola viajó fuera del país y dejó en banda a la institución) y Crocamo inició un juicio ejecutivo sobre el inmueble de la institución, única bien de la cooperadora.
Durante todo 2018 no hubo novedades judiciales sobre el Expediente LM – 26327 – 2011, caratulado: Crocamo Alberto José C/ Asociación Cooperadora CEMEFIR S/ Ejecución Hipotecaria, que se tramita en el Juzgado de Primera Instancia en lo Civil y Comercial N° 1, a cargo de la Juez, Dra. Laura Elizabeth Mato, del Departamento Judicial de La Matanza.
Alberto Crocamo, el principal acreedor de la Asociación Cooperadora de CEMEFIR, confirmó a nuestro medio todo lo informado anteriormente y aseguró que “No me interesa que se remate la propiedad, no quiero que se cierre CEMEFIR; solo reclamo la deuda que tienen conmigo” y agregó que “Estoy dispuesto a sentarme a dialogar y llegar a un acuerdo, pero, parece, que no hay nadie que quiera dialogar y negociar un acuerdo justo para superar esta situación”.
LA ILUSIÓN DE UNA SOLUCIÓN
Desde el inicio del conflicto solo hubo palabras y declaraciones de buenas intenciones, pero nadie hizo nada concreto hasta que en el 2022 cuando el Prof., Ricardo Rolleri asumió su banca como Diputado provincial presentó el proyecto de Expropiación de CEMEFIR.
La mencionada ley se aprobó y entrevistamos al Prof. Ricardo Rolleri al respecto en la nota: “AFORTUNADAMENTE SE SALVÓ UNA INSTITUCIÓN PRESTIGIOSA DE SAN JUSTO Y DE TODA LA MATANZA” (https://semanarioquintopoder.com/afortunadamente-se-salvo-una-institucion-prestigiosa-de-san-justo-y-de-toda-la-matanza/) y nos comentaba los pormenores de la misma. Todos respiraron aliviados y resaltaron la iniciativa del “Profe Rolleri”, dado que había asumido el compromiso de presentar esa ley y los hizo (Ley 15318 de expropiación CEMEFIR – https://normas.gba.gob.ar/documentos/0PLnzGTA.html); esto ocurrió en diciembre 2021. Casi un año después, en diciembre de 2022 se publica en el boletín oficial el Decreto 2196/2022 que reglamenta la Ley de Expropiación y se pensó que comenzaría, finalmente, el proceso (https://normas.gba.gob.ar/documentos/084QP5iZ.html) tan demorado de la expropiación de CEMEFIR, pero las cosas no ocurrieron de esa manera.
Todo quedó (según me decía mi viejo) “en agua de borrajas” (Se dice así cuando tenemos ciertas esperanzas puestas en algo y éstas se diluyen de manera repentina, quedando en nada. La borraja es una planta silvestre a la que se le atribuía cierta capacidad de dejar embarazada a una mujer simplemente con el hecho de pisarla o beber el caldo tras su cocción, de manera que cuando tras la ingesta del líquido esto no ocurría, se decía que había quedado en agua de borrajas disipándose por tanto las esperanzas y expectativas de maternidad)
El mencionado Decreto se hizo y se publicó, pero no se realizó ninguna acción administrativa para avanzar en la mencionada expropiación. No se cumplió ningunos de los pasos que señala la Ley General de Expropiaciones de la provincia de Buenos Aires que es (https://www.egg.gba.gov.ar/pdf/leyes/ley5708.pdf) el manual para llevar adelante el mencionado juicio.
La Ley se aprobó y está en vigencia, el Decreto reglamentario correspondiente se hizo y está vigencia, pero no se avanzó en nada y, según establece la Ley General de Expropiaciones los plazos se vencen en febrero del 2025 y la Jueza, Dra. Laura Elizabeth Mato, a cargo del Juzgado de Primera Instancia en lo Civil y Comercial N° 1 que tramita el Expediente LM – 26327 – 2011, caratulado: Crocamo Alberto José C/ Asociación Cooperadora CEMEFIR S/ Ejecución Hipotecaria, no le queda margen de maniobra y debería llamar a Remate Judicial el edificio de CEMEFIR.