Por Prof. Joaquín G. Puebla
La palabra matriarcado (del latín māter, “madre” y del griego archein, “gobernar”) refiere a un tipo de sociedad en la cual las mujeres, especialmente las madres tienen un rol central de liderazgo político, autoridad moral y control de la propiedad y de la custodia de sus hijos. También es llamada a veces ginarquía, ginocracia, ginecocracia, o sociedad ginocéntrica.
No se tiene evidencia de sociedades en las que existiendo una distribución desigual del poder entre hombres y mujeres, las mujeres tuvieran preeminencia sobre los varones; al contrario de lo que sucede en el patriarcado, donde los hombres son los que poseen preeminencia respecto de las mujeres. Las sociedades realmente existentes donde las mujeres tienen un lugar distinto al patriarcal son llamadas matrilineales, matrilocales o matrifocales.
La existencia del matriarcado ha sido mencionada por los teóricos del evolucionismo del siglo XIX.
Aunque existe un número importante de sociedades matrilineales documentadas, no siempre se utiliza correctamente el término “matriarcado”. Muchos autores usan erróneamente el término “matriarcado” para referirse a sociedades matrilineales o matrilocales, como dice Marvin Harris. Harris y Young (1979) ponen ejemplos de sociedades no patriarcales en la Tierra del Fuego y en las selvas tropicales del noroeste amazónico y el centro de Brasil. Sin embargo, en modo alguno se ha encontrado ejemplos claros de sociedades en las que exista o haya existido un matriarcado, es decir un estado de dominación femenina, la contraparte del patriarcado.
En algunas de estas sociedades existen mitos que afirman un pasado matriarcal y que posteriormente las mujeres perdieron el poder y fueron los hombres quienes comenzaron su reinado e impusieron su autoridad, formando las sociedades patriarcales. Un mito clásico en este sentido sería el que recogió Gusinde, entre los selknam de la isla Grande de Tierra del Fuego, y los yaganes del archipiélago al sur de ésta. Dichos grupos tienen mitos similares (hain y kina, respectivamente) que hablan de un pasado mítico en el que mandaban las mujeres, que engañaban arteramente a los hombres haciéndoles creer que ciertos seres sobrenaturales avalaban aquel orden social. Cierto día, los hombres descubrieron el engaño y mataron a todas las mujeres adultas, volteando el sistema en su propio beneficio y fundando una sociedad dominada por los hombres, con los mismos rituales (hain, entre los selknam) ahora legitimando la dominación masculina y haciendo creer a las mujeres y niños que los participantes en aquel ritual (hombres disfrazados) eran seres sobrenaturales. Se trata de un clásico mito y rito de inversión de roles que trata de legitimar el orden social de dominación masculina.
No obstante, como dice (Marvin) Harris, el hecho de que hasta la actualidad todas las sociedades humanas en el pasado conocido hayan sido sexistas no es razón para adjudicar tal hecho a la naturaleza humana, o para pensar que necesariamente así serán las sociedades futuras (Harris, Caníbales y reyes: los orígenes de las culturas, 1977: 82).
Al fin, se develo el misterio tan misterioso, Verónica Magario, la actual Diputada Nacional, la jefa espiritual del peronismo matancero e intendenta de facto del distrito será la sucesora, “El Delfín” (El Delfín de Francia – francés: Dauphin de France, IPA: [dofɛ̃], estrictamente, Delfín de Viennois Dauphin de Viennois – fue un título nobiliario francés empleado ininterrumpidamente desde 1349 hasta 1830, y reservado a los príncipes herederos al trono de Francia que fuesen hijos legítimos del monarca reinante. El último en llevar el título fue Luis Antonio de Borbón y Saboya, duque de Angulema, de 1824 a 1830. Por extensión de este término, en la actualidad la palabra delfín – deriva del latín delphinus, y este del griego δελφίνος delphinos – se usa corrientemente para referirse al sucesor designado oficial u oficiosamente para un cargo) de nuestro Fernando que va a jugarse (a pecho descubierto) la heroica batalla por la gobernación bonaerense.
Verónica Magario supo construir poder, utilizo varios medios para hacerlo hasta ubicarse como número dos del distrito. Vino al distrito de la mano de su papá Raúl Magario y desde su llegada no paró de crecer.
Sería la primera vez que una mujer desempeñaría la intendencia matancera, más allá de que recientemente varias mujeres detentaron influencia y decisión, como fue el caso de Juana Rosa “La Pocha” Medina durante la Intendencia del “Maestro” (de su agrupación “Lealtad” salieron la mayoría de los dirigentes del peronismo matancero) Federico Russo. Durante la gestión de Carlos Cozzi solo hombres tuvieron influencia y poder; ya con Alberto Balestrini al frente del municipio su Señora esposa, la actual Concejal María del Carmen Cardo de Balestrini desplego una influencia envidiable en el entorno del entonces Intendente.
Con Espinoza al mando la figura de varias mujeres fueron creciendo, ocupando diferentes cargos de relevancia en el gabinete municipal, donde se destacó, desde el principio, Verónica Magario.
En el 2011 Fernando Espinoza se vio obligado a utilizar toda su ascendencia y poder político para imponerla como candidata a primer Concejal, hecho que la catapulto a la Presidencia del Honorable Concejo Deliberante del distrito, donde realizó una tarea discreta.
La imposición de la figura de Magario provocó serias grietas en el peronismo local, generando rechazo de muchos militantes e históricos dirigentes del peronismo local. El rechazo no se debe tanto a su figura, sino que está más bien relacionado a su escasa historia en el distrito y a algunos juegos pocos claros de su papá, el dirigente “monto” Raúl Magario, o conocido también por su apodo o “nom de guerre” “Dr. Peñaloza”.
El “Dr. Peñaloza” era una de las máximas personalidades de Montoneros que junto con Raúl Clemente “El Roque” Yager y David Graiver depositaron en Suiza 19 de los 60 millones de dólares producto del secuestro de Jorge Born y participó personalmente del secuestro de Metz de Mercedes Benz. Después acordaron con Menem, vía Galimberti, devolver los 19 millones de dólares y fue funcionario de DDHH durante la gestión de Alicia Pierini.
A Verónica Magario no se le critican ni se le cuestiona su capacidad y formación (más allá que desde la función pública no haya deslumbrado), más bien tiene que ver estilo como política, es decir: muchas palabras y pocas concreciones. La mayoría de los dirigentes del peronismo local han pasado por su oficina, han conversado y llegado a acuerdos pero los mismos nunca se concretaron; es más, las gestiones de la Concejal María Laura Ramírez para repatriar algunos descarriados han sido más efectivas que las innumerables gestiones de Magario.
Hoy papá Magario anda algo escondido luego del “Gaffe” (metedura de pata) del CARE (Centro Ambiental de Reconversión Energética), que le costó a la nación un ojo de la cara y donde se cavaron solamente 4 pozos y se construyó un playón. La historia completa de este emprendimiento aún está por conocerse y la renuncia intempestiva, hace unos meses, de su titular, Daniel Iglesias, han generado más de una duda.
Actualmente, sin lugar a dudas, Verónica Magario será la candidata a Intendente del peronismo local; obviamente, la misma, está sujeta a la decisión inquebrantable de Fernando Espinoza de seguir adelante con su candidatura a Gobernador, más allá de las presiones que está recibiendo para que desista de la misma y juegue nuevamente a la cabeza de las lista distrital para asegurar el triunfo.
Espinoza cree que tiene la suficiente fuerza para poder traccionar desde otro tramo de la sábana, asegurando igualmente el triunfo más allá del escaso conocimiento que tiene el electorado de la figura de Magario.
Ante este escenario, dirigentes de la oposición y algunos del oficialismo, se relamen porque están convencidos de que se le puede ganar a Verónica Magario en las PASO. Si ella es la candidata varios dirigentes del oficialismo se le animarían a presentarle lista y, en la vereda de enfrente, tanto Ledesma como Raúl Leguiza del Frente Renovador y Miguel Saredi del PRO estarían de parabienes porque saben que si el peronismo local va dividido podrían acceder a un triunfo histórico en la política local.
Verónica Magario ha desplegado una intensa agenda de apariciones públicas en las últimas semanas, inaugurando escuelas y jardines de infantes, presidiendo actos y apareciendo en las fotos con Espinoza, Scioli y cuanto dirigente se le ponga a tiro, pero sigue cometiendo el error más grave que puede cometer un político en campaña, no habla, no dice para qué quiere ser Intendente de La Matanza, ni siquiera habla del “proyecto a futuro” sea o no candidata y esta situación la convierte, hasta ahora, solamente en una foto.
Si Fernando Espinoza consigue su objetivo de ser candidato a Gobernador y presentar lista en las PASO, lo acompañaría, a nivel local, solamente una foto en los diarios y medios oficialistas y, como están las cosas actualmente en la política provincial y local, eso no le suma mucho, cuando la historia es que necesita desesperadamente sumar.
La designación de nuestro Fernando como Vicepresidente del Fútbol Infantil en nuestro “querido” club San Lorenzo de Almagro le ha dado un par de fotos valiosísimas en el contexto de la difusión de su figura, es decir, su acercamiento a Marcelo Tinelli podría granjearle alguna aparición en el programa más visto de la tv argentina y eso le daría una hipotética ventaja sobre el resto de los candidatos del Frente para la Victoria.
Un poco más de cuarenta días nos separan del cierre de lista y en este tiempo se juegan muchas cosas a nivel político en el distrito y en la provincia. Verónica Magario entrará, en un par de días, a un quirófano para hacerse una intervención menor y alrededor de una semana no estará poniéndole el hombro a la campaña.
En este tiempo hay más dudas que certezas, es un clima raro para la política matancera, la pregunta más frecuente es: ¿hay alguna novedad?, y, la respuesta suele ser: depende, puede haber una novedad importante o no. Es decir, nadie sabe bien como viene la bocha, los rumores y murmullos están a la hora del día, pero hay una pregunta inquietante que se están haciendo varios dirigentes del peronismo matancero que tiene que ver con el futuro. Muchos peronistas se preguntan que: Si nuestro Fernando logra su objetivo de presentarse como candidato a Gobernador y, por ende, la candidata a Intendente es Magario, ¿Qué sucedería si Espinoza pierde en las PASO, a nivel provincial, y gana a nivel local?.
Una pregunta inquietante que le hace correr sudor frío por la espalda a más de uno.