Por Prof. Joaquín G. Puebla
Hace un par de años, misteriosamente, la que era la delegada de La Tablada, Silvia Solís, comenzó una obra que inquietó mucho a los vecinos. Nadie sabía a ciencia cierta de qué se trataba pero el zanjón que bordeaba las vías del Belgrano Sur que une la estación Buenos Aires con González Catán, a la altura de Tablada y corre paralelo a la calle Hudson, comenzó a ser entubado.
Nadie en el municipio sabía nada y después que un medio local, El 1 Digital (periódico de la UNLaM, http://www.el1digital.com.ar/articulo/view/43620/) se hiciera eco de los reclamos de los vecinos apareció una versión oficial que señalaba que en dicho lugar se construía un entubamiento para conectar el desagüe pluvial de La Tablada con el de la vecina localidad de Tapiales. Dicho desagüe termina la colectora de la Autopista Richieri.
La obra avanzó a un ritmo vertiginoso, contrastando el habitual ritmo que se le imprimen a las obras municipales; lo curioso del caso es que se hacía con recursos municipales y personal municipal, cuando lo habitual es que el municipio llame a licitación.
Sumó inquietud y curiosidad también el hecho de que la Delegación municipal de La Tablada y su Delegada, Silvia Solís, no era muy dada a realizar obras, ni siquiera se destacaba por limpiar la localidad. Por esa época, fueron muchas las notas de medios locales que señalaban el mal estado de las calles y la falta de limpieza de la localidad (https://noticiasconobjetividad.wordpress.com/2012/09/20/tablada-la-comision-vecinal-exige-soluciones/ y varias notas periodísticas más), y sorprendió precisamente por eso, hacer una obra en el más absoluto silencio.
Cuando comenzó dicho entubamiento se intentó averiguar el tema en el municipio pero, al principio, todos miraban sorprendidos porque no estaba programado ni existía expediente alguno que hablase de dicha obra; hasta surgió una controversia y una protesta formal de un delegado municipal de una localidad vecina que ignoraba todo. Mucho misterio y pocas explicaciones.
Con el paso de las semanas la cuestión se fue aquietando y comenzaron a aparecer misteriosamente documentos oficiales que respaldaban la obra.
INDICIOS DE CONTAMINACIÓN
En la intersección de la calle Julio Cao y Soldado Granic del B° Gral. San Martín (ex Villa La Puñalada) hay un portón y detrás del mismo hay un misterio que perjudica y mucho, a los vecinos del barrio lindero.
Todo comenzó con tos ronca y salpullido, después aparecieron infecciones reiteradas en las vías aéreas de los chicos, granos purulentos en distintas partes del cuerpo. Todo esto en los más pequeños y luego comenzaron a aparecer patologías similares en los adultos mayores. Al principio nadie le prestó mucha atención porque supusieron que era producto de las enfermedades estacionales pero cuando la lista de afectado se fue ampliando y el marco de edad de los aquejados también fue creciendo se empezó a buscar la causa de las distintas enfermedades en el barrio.
Se investigaron y descartaron muchas cosas, se acudió a la delegación y al municipio sin obtener una repuesta satisfactoria y fue pasando el tiempo y las enfermedades se tornaban recurrentes. Algo había en la zona que estaba afectando la salud de los vecinos del B° Gral. San Martín.
Un vecino avispado tomó muestras del agua de distintas casas y peregrinó con las mismas por diferentes despachos oficiales, no logró que la Dirección de Bromatología se interesase en el tema. Otro vecino comenzó también una recorrida por los organismos públicos en la búsqueda de que alguien fuese al barrio y tomase muestras de la tierra, el aire y el agua para detectar si existía contaminación. Todas estas acciones fueron impulsos individuales y no contaron con el respaldo de nadie. Hace un año aproximadamente, se realizó una campaña política y se bajó un equipo médico al barrio; uno de los médicos vio patologías recurrentes en niños y adultos mayores, ante esto comenzó a recabar datos y durante el día fue tomando muestras del agua. Meses después acudió con otros profesionales, peritos en la materia y recolectaron muestras del aire y el agua.
UNA ACTIVIDAD QUE GENERA SOSPECHAS
Como comentamos líneas arriba, en la intersección de la calle Julio Cao y Soldado Granic del B° Gral. San Martín (ex Villa La Puñalada) hay un portón y detrás del mismo hay un misterio que perjudica y mucho, a los vecinos del barrio lindero.
Dicho portón es una de las entradas de un establecimiento que, bajo el amparo de un centro de formación profesional (N° 407, subsede La Tablada de la cooperativa Manuel Belgrano), hay un emprendimiento comercial de importantes proporciones y aún más, de una facturación voluminosa.
En dicha empresa se recicla materiales de construcción, tiene un par de molinos para triturar escombros que luego venden como supletorio del canto rodado denominado “escoria”. También recuperan hierro de los escombros y otros materiales.
Uno de los principales cuestionamientos que han hecho los vecinos se debe a la cantidad de polvo que generan los molinos al moler los escombros y, ese sería el causante principal de las infecciones respiratorias en niños y adultos mayores.
El 35% de los niños del B° San Martín sufre alguna patología en las vías respiratorias (asma, alergias, infecciones recurrentes como bronquitis y casos de bronquiolitis), en los adultos mayores el 28% padece de asma y alergia, asociados a casos graves de bronco espasmos, EPOC y otras afecciones más.
El informe final ha sido girado, anónimamente, a las autoridades sanitarias provinciales en La Plata dado que el médico que realizó las consultas y cuantificó las estadísticas es personal municipal y teme por su trabajo dado que en dos ocasiones ya fue sancionado por hablar del tema.
También hay un informe sobre la calidad del agua corriente y el mismo sostiene que no es potable el agua que consumen los vecinos del B° San Martín de La Tablada. El agua no es de pozo sino agua corriente pero en algún lugar del tendido debe haber una conexión que está contaminando el agua que consumen.
Todo apunta que la contaminación del barrio (respaldada por dos informes de profesionales) se debe a la actividad comercial del Centro de Formación Profesional N° 407, subsede La Tablada de la Cooperativa “Manuel Belgrano” y la misma se vio agravada a partir del entubamiento del zanjón de desagüe que mencionamos al principio de la nota.
El Centro de Formación Profesional N° 407, subsede La Tablada de la Cooperativa “Manuel Belgrano” estaría utilizando dicho entubamiento para “el volcado de residuos industriales”. Dichos residuos generan un intenso y nauseabundo olor ferroso en el barrio y, junto al polvo de ladrillo de la recuperación de materiales de construcción, sería una mezcla nociva para la salud de muchos de los vecinos del barrio.
Semanario “Quinto Poder” realizó una guardia periodística en el lugar y pudimos fotografiar a un camión de la empresa “Barro Servi – Servicios Ambientales”. La mencionada empresa se dedica al “transporte y tratamiento de residuos sólidos, industriales y/o especiales. – barros provenientes de estaciones de servicio y lavaderos de autos”.
Según la Ley 25612 de Gestión integral de residuos industriales (http://www.opds.gba.gov.ar/index.php/leyes/ver/240) y el decreto Nacional 831/93 (http://www2.medioambiente.gov.ar/mlegal/residuos/dec831/dec831_93.htm) se estaría violando impunemente todo lo normado al volcar residuos industriales en un desagüe pluvial. Nosotros recorrimos la obra realizada por la Delegación municipal de La Tablada durante la gestión de Silvia Solís y del actual delegado, Clemente López dado que en esa época era subdelegado casi a cargo de la delegación por las continuas y reiteradas ausencias de Solís.
“No solo violan la ley sino que juegan con la salud de los vecinos” me comentaba Sergio, un vecino de la zona y agregaba que “Siempre vemos entrar camiones con las caja llena de tambores usado de aceite, entran también camiones volquetes y hasta camiones atmosféricos”.
Nora, vecina de la calle Hudson, afirma que “Esto es una sirvergüenzada, no se puede vivir así, juegan con nuestra salud” y señala que “De día no se puede respirar por el polvo de ladrillo y a la noche tampoco por el olor a podrido que sale de ese lugar. Nos quejamos varias veces pero nunca nos escucharon. El olor a podrido comenzó cuando entubaron el zanjón, deben haber hecho una conexión clandestina y tiran todo por ahí”.
Los anteriores son una muestra solamente de los testimonios recogidos en el barrio.
La empresa “Barro Servi – Servicios Ambientales” cobra por el retiro y disposición final de los residuos industriales $9800 más IVA cada 120 metros cúbicos y debería transportar los mismos hasta una planta en Pilar que incinera los mismos después de un proceso normado de descontaminación. Obviamente La Tablada queda más cerca que Pilar y debe salir mucho más barato.
Las pruebas son abrumadoras, los chicos y adultos mayores enfermos están en el barrio y es fácilmente comprobable, la empresa está a la vista, solo hay que inspeccionarla. El municipio debería tomar muy en serio la cuestión y realizar todas las acciones que estén a su alcance para resguardar la salud de los vecinos.