Por Prof. Joaquín G. Puebla
La noción de coima, en los países latinoamericanos, se emplea como sinónimo de soborno: la dádiva que se otorga con el objetivo de obtener un favor de un funcionario o de una autoridad. Una coima, por lo tanto, es una suma de dinero o algún objeto de valor que se entrega de modo ilegal para acceder a algún tipo de beneficio.
En septiembre de 2015 nuestro medio publicó la nota: “FERNANDO ALEMAN: ABONADO AL ESCANDALO” (https://semanarioquintopoder.com/?p=8654) , dónde hablábamos de los trapitos sucios de Fernando Alemán (el súper mega olfa de Fernando Espinoza – persona olfa chupamedias, adulador. La palabra olfa tiene una connotación negativa -) y hacíamos referencia a su pasión por las motos y del espectáculo que brindó en un acto de entrega de motos para la policía local.
En informes posteriores hablamos del escándalo que estalló estos últimos días sobre el informe de TN (https://tn.com.ar/politica/la-matanza-secuestraron-las-motos-sin-patentar-y-sin-uso-con-la-leyenda-intendencia-fernando_868123) que hizo público que esas motos, de las que hablamos anteriormente, estaban escondidas en un galpón (en Camino de Cintura y Avda. Crovara). Las motos estaban nuevas pero sin patentar, por esas razones no podían circular por las calles matanceras comandadas por integrantes de la Policía Local (los cariñosamente llamados “Pitufos”). Las motos están guardadas desde septiembre de 2015 y tienen la leyenda “Intendencia Fernando Espinoza”. Las motos fueron presentadas en un gran acto, en la UNLaM en plena campaña electoral.
Después del informe del canal de noticias la Fiscal General de La Matanza, Patricia Ochoa, ordenó además de incautar las motocicletas, pedir de oficio a las autoridades municipales explicaciones sobre la situación (http://www.el1digital.com.ar/articulo/view/73804/ordenaron-incautar-las-35-motos-de-la-policia-local-sin-uso-y-sin-patentar-que-estaban-en-un-galpon). La data y las imágenes fueron aportadas a TN por Rubén Aurelio Carballo, Presidente de la Comisión de Acompañamiento de Familiares Víctimas de Delitos (CAFAVI) que durante un largo tiempo cobró “unos mangos” de la administración municipal para silenciar sus críticas a la misma.
Obviamente la Fiscal Ochoa no va a encontrar nada raro (si tenemos en cuenta su valedor – Persona que protege o apadrina a otra -), el expediente tendrá una secuencia lógica y se convertirá en una de los tantos escándalos archivados de la gestión Espinoza – Magario.
Al respecto el Concejal de Cambiemos, Dr. Miguel Ángel Racanelli también presentó un fuerte pedido de informe al departamento ejecutivo municipal
LA TRAMA DE LA COIMA
Ahora bien, como suelen suceder en los pagos matanceros, va a ser muy difícil encontrar quién puso la plata para comprarlas. En los papeles es un aporte de la administración de Fernando Espinoza a la provincia para darle movilidad preventiva a la Policía Local pero, según fuentes muy bien informadas, “el dinero lo puso la provincia y fue ingresados como rentas generales en el erario municipal y, varios meses después, aparece la contratación directa (hubo una licitación pero eso no cuenta porque el área la controla y maneja “Don Joselino, el recaudador serial y mayor de la municipalidad paralela” y si alguien gana una licitación es muy seguro que arregló previamente con el mencionado funcionario y la licitación se convierte en contratación directa).
Sin especificar números (no vaya a ser que nos citen judicialmente para aportar datos y eso nos convierta en testigos incomodos de una causa que se va a archivar; es decir, nos van hacer perder tiempo) podemos comentar porqué sucedió lo que sucedió.
En tiempos de urgencias electorales la entrega de motos nuevas para la Policía Local matancera era una noticia importante y justificaba el gran acto que se realizó en el predio de la UNLaM (http://moron.enorsai.com.ar/sociedad/21276-scioli-puso-en-funciones-la-policia-local-de-la-matanza.html).
Estuvo todo preparado y bien montado pero, un par de horas antes, cuando se estaban acomodando las motos para que salgan bien ordenadas en TV, el súper mega olfa de Fernando Espinoza (Fernandito Alemán) agarró una de las motos y demostró, ante los asombrados funcionarios que estaban llegando para el acto, sus dotes “motoqueras”.
Después de finalizar el acto y todo lo demás, llegaba el momento de poner dichos vehículos en la calle. Fue ahí donde comenzaron los problemas. Solamente algunas motos pudieron patentarse y esto se debió a que “El Súper Funcionario” de la administración Espinoza – Magario cajoneo el expediente. ¿Por qué tomó esa determinación? Algunos sostienen que se debe a “las complejidades inherentes a su cargo” pero en realidad, otros aseguran que “No recibió su parte y que el expediente quedaría archivado hasta que hagan efectiva dicho pago”.
Quién había ganado la licitación/ contratación directa (un concesionario de motos que tenía su local sobre Avda. de Mayo, que debió cerrar por quiebra) había “arreglado que la parte de la Corona se pagaría una vez que el estado municipal cumpliese con todas las formalidades del pago de todas las motos”. Hasta ese momento solo se había liberado parte del pago y el “dueño de la concesionaria” no había entregado todos los papeles de las motos para que puedan patentarse y circular. Por eso el expediente en cuestión estaba bien abajo en los archivos “¿desordenados?” del “Súper funcionario municipal”; es decir, “el Súper funcionario municipal liberó solo una parte del pago y, el resto, lo liberaría después de cobrar, por adelantado, su parte”. Este tire y afloje duró bastante tiempo y, cuando llegó Verónica Magario al sillón de la Intendencia municipal, el tema se complicó porque había que volver a plootear las motos y el concesionario no quiso hacerse cargo del costo que implicaba hacer nuevamente el trabajo pero con la leyenda “Verónica Magario Intendenta”.
Hubo muchas idas y vueltas pero la cuestión no pudo ser zanjada, Las motos debían seguir escondidas y fueron trasladas del Ateneo Don Bosco, donde estaban estacionadas desde el acto hasta la nueva sede de la Policía Local en la rotonda de La Tablada.
Es decir, las motos no fueron entregadas a la Policía Local porque no se terminaron de pagar y el concesionario no recibió todo el dinero adeudado porque no quiso pagar la “coimeta pactada” por adelantado. Ante esto el “Súper funcionario municipal” trabó todo y escondió el expediente.
Corolario: el concesionario que le vendió las motos al municipio y no pagó por adelantado la coima convenida tuvo que cerrar y las motos, tan necesarias para el patrullaje preventivo quedaron escondidas y sin uso en un galpón.